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Trabajadoras de casa particular buscan dignidad laboral y reconocimiento 

Cada 1 de mayo, en conmemoración del Día Internacional de las Trabajadoras y Trabajadores, las calles se llenan de voces que exigen el cumplimiento de  los derechos laborales. En este contexto, las trabajadoras de casas particulares enfrentan diversos desafíos relacionados con la falta de garantías laborales y el acceso a la salud.

Por Angie Ross

Zulma Rivera, en su rol de coordinadora de proyectos en el Centro de Apoyo a las Trabajadoras de Casa Particular de Guatemala (CENTRACAP), tiene como iniciativa apoyar, capacitar, tecnificar y empoderar a las mujeres trabajadoras del hogar en Guatemala. CENTRACAP es una organización comprometida con mejorar las condiciones laborales y sociales de este sector vulnerable.

Para llevar a cabo la misión, Zulma y su equipo trabajan en estrecha colaboración con aliados estratégicos. Estos socios juegan un papel fundamental al proporcionar recursos, conocimientos especializados y redes que permiten a CENTRACAP llevar a cabo sus actividades de manera efectiva y ampliar su impacto en la comunidad de trabajadoras domésticas.

El trabajo doméstico es considerado informal

Rivera ha identificado una serie de desafíos que enfrentan las trabajadoras del hogar en Guatemala. Destacó que muchas de estas mujeres sufren acoso o violaciones sexuales en su lugar de trabajo, sin embargo enfrentan dificultades para denunciar debido a la falta de una cultura de denuncia en el país.

Rivera mencionó que el miedo al rechazo social o a perder su empleo después de denunciar, así como la falta de acceso a servicios de apoyo, hacen que muchas trabajadoras guarden en silencio estas experiencias traumáticas durante años. Además, señaló que las condiciones laborales de las trabajadoras del hogar son a menudo indignas, especialmente aquellas que trabajan por mes y viven en condiciones precarias en los hogares de sus empleadores.

“No es un trabajo que pueda tener un contrato por escrito como se establece en el Código de Trabajo. Es un contrato verbal y sólo si las partes están de acuerdo, puede ser un contrato escrito”, resaltó Rivera.  Esta situación dificulta aún más la posibilidad de interponer demandas legales y hace que muchas trabajadoras se sientan desamparadas.

Un brecha salarial 

Según la "Investigación Periodística Condiciones de vida y trabajo de mujeres Trabajadoras de Casa Particular en Guatemala", se estima que hay alrededor de 266 mil 481 trabajadoras de casas particulares en el país. Aunque las cifras pueden variar, representan aproximadamente el 4% de la población ocupada. 

Estas mujeres, en su mayoría procedentes de áreas rurales, enfrentan una brecha salarial significativa: mientras que el ingreso promedio mensual para mujeres es de 2 mil 335.00 quetzales, para los hombres es de Q3,143.00. Además, las trabajadoras del hogar ganan en promedio Q1,018.00, casi el 40% menos que el ingreso promedio nacional. A pesar de su importancia como fuerza laboral, estas trabajadoras son invisibilizadas tanto por el Estado como por la sociedad, lo que perpetúa las condiciones de explotación que enfrentan.

Rivera mencionó el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como un punto importante para mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras del hogar.  Explicó que la ratificación de este convenio sería fundamental para garantizar jornadas laborales justas, salarios dignos y protección laboral adecuada para estas mujeres. 

Además, destacó que la ratificación del Convenio 189 no solo requeriría ser firmada, sino también la implementación de leyes específicas o reformas al Código de Trabajo para asegurar el cumplimiento de sus disposiciones. Esta mención resalta la importancia de establecer un marco legal que reconozca y proteja los derechos laborales de las trabajadoras del hogar, contribuyendo así a su empoderamiento y dignificación en el ámbito laboral.

PRECAPI un programa con limitaciones

El Programa Especial de Protección para Trabajadoras de Casa Particular (PRECAPI) es una iniciativa dirigida a brindar seguridad social a las trabajadoras domésticas en Guatemala. Aunque es un paso importante hacia la protección de este sector laboral, presenta varias limitaciones que afectan su efectividad y accesibilidad.

En primer lugar, PRECAPI se concentra principalmente en aspectos relacionados con la maternidad, los accidentes y la salud infantil, dejando fuera otros aspectos importantes de la salud y el bienestar de las trabajadoras domésticas.

Además, su alcance geográfico se limita al departamento de Guatemala, lo que excluye a trabajadoras en otras regiones del país que también necesitan protección y apoyo.

Una limitación significativa es que el programa solo cubre a trabajadoras que laboran por mes, dejando fuera a aquellas que trabajan por hora o por día, lo que limita su impacto en un sector laboral diverso.

El requisito de participación y compromiso de la empleadora en el proceso de inscripción también representa un obstáculo importante, lo que puede dificultar el acceso de las trabajadoras domésticas a los beneficios del programa.

Estas limitaciones hacen que PRECAPI sea poco atractivo para muchas trabajadoras del hogar, especialmente para aquellas que no consideran la maternidad o que tienen cierta edad. Para que el programa sea más efectivo y accesible, se deben abordar estas limitaciones y ampliar su cobertura para incluir a todas las trabajadoras domésticas, independientemente de su tipo de contrato laboral o ubicación geográfica. Además, se deben revisar los requisitos de inscripción para hacer el proceso más sencillo y accesible para las trabajadoras.

Ellas enfrentan una realidad marcada por la invisibilidad, la explotación laboral y la falta de acceso a la seguridad social. Su trabajo, fundamental para el funcionamiento de muchos hogares, a menudo pasa desapercibido y carece de la protección legal y social que merecen.

Se solicitó información al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) para conocer los datos oficiales sobre cobertura a empleadas domésticas, pero al cierre de la presente edición, no la brindaron.