Acompañan a las madres desde los primeros meses de embarazo, proveen atención y cuidado en el parto, recibiendo así vida nueva en sus manos.

Por Mirna Alvarado

Las comadronas o parteras tradicionales son un pilar fundamental en la vida de muchas familias guatemaltecas, están en la primera línea de salud para miles de mujeres y familias en zonas urbanas y rurales del país. 

Debido a su cercanía con la población, en muchas comunidades también son vistas con un rango de autoridad, acuden a ellas no solo en busca de consejos, incluso algunas son buscadas para mediar en conflictos familiares o vecinales.

Santos Margarita Lucas Gómez, de 52 años, originaria del municipio de San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango, lleva 38 años brindando asistencia a las mujeres embarazadas de su municipio; al mismo tiempo comparte sus conocimientos tradicionales a las nuevas generaciones de comadronas.

Su rol abarca la orientación sobre salud sexual y reproductiva a mujeres de distintas edades. “Los grupos de mujeres no solo de comunidad sino de otros municipios donde me conocen, me invitan a dar charlas a las señoritas, principalmente para que conozcan sus derechos, la prevención de embarazos a temprana edad y les hablamos sobre el uso responsable de métodos anticonceptivos”, refirió.

La alianza que existe entre el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) y las comadronas ha sido esencial para cumplir con el trabajo que desempeñan las comadronas en las comunidades, son un puente entre las comunidades y los servicios que presta esta cartera.

Del mismo modo sucede con el tema de orientación, pues por medio de las direcciones de salud las comadronas tienen acceso a material didáctico que utilizan en sus actividades de orientación. “Hay lugares donde la gente no habla ni entiende el castellano, entonces ahí es donde entramos nosotras, acompañamos al personal de los centros de salud, fungimos como traductoras, en las charlas nos enfocamos en los padres para que fomenten comunicación con sus hijos y juntos evitar los embarazos en adolescentes”, mencionó Margarita.

Ella es presidenta y representante legal de la Coordinadora Departamental de Comadronas Tradicionales (CODECOT), con sede en Quetzaltenango, organización que lleva 22 años de fundación cuyo objetivo es la preparación de futuras parteras y la conservación de los conocimientos ancestrales.

Su idioma natal es el mam, uno de los dos idiomas maternos que se conserva en el suroccidente de Guatemala. Desde los 10 años comenzó a desarrollar interés por las plantas medicinales y el proceso de gestación. “Yo ya estaba casada cuando comencé a atender partos y desde entonces he atendido hasta tres generaciones, he acompañado a más de 250 mujeres, si la memoria no me falla”, dijo.

Promotoras de la lactancia 

Las comadronas, además de ser las primeras en brindar atención a las mujeres embarazadas, también son promotoras de la lactancia materna, una práctica clave para la salud y nutrición en las primeras etapas de los bebés, es por eso que Santos Margarita señaló que ese periodo se aprovecha para orientar a las madres, especialmente si son primerizas, a utilizar métodos anticonceptivos para espaciar los embarazos.

“Los métodos que más se utilizan en el área rural son las inyecciones, las pastillas y la mela (lactancia continua), hay un poco de temor en cuanto al uso de la T de cobre y el implante que se coloca en el brazo”, agregó.

Mayra García, originaria del Valle de Palajunoj, Quetzaltenango, es comadrona desde hace 28 años. Su plan es apoyar a más mujeres a tener un embarazo seguro y saludable. Su abuela fue quien le enseñó las tareas básicas para atender un parto, su madre completó la tarea de orientarla pues también realizaba la labor. Mayra es madre de tres hijos y dos hijas, de las que espera, continúen con su legado.

A los 57 años de edad Mayra sigue brindando atención a mujeres, pero en especial a las que tienen entre 35 a 45 años de edad, pues son quienes más buscan su atención. Algunas de las pacientes viven en su comunidad o son de otras comunidades aledañas al departamento de Quetzaltenango.

“Llevamos acompañamiento a las madres en los diferentes establecimientos educativos junto al personal del centro de salud, tratamos de tener reuniones una vez por semana, son varios grupos y la intención es orientar sobre qué hacer, no solo cuando hay embarazos, sino ante una enfermedad de transmisión sexual”, explicó García.

“El tema de salud reproductiva es amplio, por eso tratamos de hacer las pláticas con el apoyo del personal educativo y de salud y cuando se presenta alguna dificultad individual de salud de nuestras pacientes, las referimos con toda discreción al puesto o centro más cercano, aunado a ello se les fomenta la importancia de vacunarse contra el virus del papiloma humano, por ejemplo”, indicó.

De acuerdo con el componente de Comadronas del Programa Nacional de Salud Reproductiva, del MSPAS, en Guatemala hasta mayo de 2024 se tiene un registro de 20 mil 40 comadronas.

“Ellas son el vínculo entre las comunidades y los servicios de salud, no solo están para ayudar durante el periodo de gestación de las mujeres, sino también en los primeros meses de vida de los niños”, mencionó el viceministro de Salud Pública y Asistencia Social, Donato Camey.  

Honran su labor

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF) en el marco del día Nacional de la Comadrona, que se celebró el 19 de mayo, honró la labor indispensable que realizan las comadronas en Guatemala.

“Las comadronas desempeñan un papel crucial en la atención de la salud materna e infantil en comunidades rurales y urbanas de Guatemala. En el país, el 29% de los partos son atendidos por comadronas, y en algunos municipios este porcentaje supera el 50%. Su profundo conocimiento de las tradiciones culturales y prácticas locales, combinado con habilidades clínicas y capacitación, las convierte en lideresas clave en la promoción de la salud y el bienestar de las mujeres y los recién nacidos”, se lee en el comunicado.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU Mujeres) en su informe de 2020 indicó que el papel de las comadronas es sumamente importante para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS, tomando en cuenta que para el 2030, se busca reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos.

En Guatemala se pretende que a través de las comadronas se pueda garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificación de la familia, información y educación, y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y los programas nacionales, considerando que ellas mantienen estrecha relación con sus comunidades.

La CODECOT aglomera a más de 700 comadronas de la región sur occidente del país, entre sus principales objetivos está contribuir a la reducción de las muertes maternas y la promoción de la lactancia materna, la cual provee los nutrientes que necesitan los bebés para crecer con un sistema inmunológico que se desarrolle plenamente.

“Se les dice a las madres que acudan a los servicios de salud a vacunar a los niños y se es habla de los beneficios de la lactancia materna, porque esto les ayuda a prevenir infecciones gastrointestinales, respiratorias y diversidad de enfermedades, además reduce el riesgo de mortalidad en el primer año de vida y se asocia al desarrollo cognitivo”, concluye la presidenta de CODECOT.

Este mes un grupo de 25 mujeres de diferentes municipios de Quetzaltenango recibirán el diploma que les acredita como comadronas certificadas, es la onceava promoción, durante año y medio recibieron instrucción teórica para luego realizar su práctica hospitalaria de seis meses.