Las remesas apoyan la economía familiar
El 16 de junio es el Día Internacional de las Remesas, las transacciones que hace una persona migrante a sus familias desde cualquier lugar del mundo hacia países latinoamericanos como Guatemala, constituyen una parte importante para fortalecer la economía de las familias.
Por Violeta Cetino
Según la Encuesta sobre Migración de Personas Guatemaltecas y Remesas 2022, publicado en julio de 2023 por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), de las Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) por sus siglas en inglés), la población guatemalteca beneficiaria de remesas presenta ciertas características sociales, económicas y demográficas y determinó que en el país, dicha población asciende a aproximadamente 6 millones 555 mil 944 habitantes, de los cuales el 51.3% corresponde al área rural y 48.7% al área urbana.
https://infounitnca.iom.int/uploads/RemesasGT2022/Resumen_EncuestaRemesas2022_gt.pdf
Emilia Pérez de Aguilar tiene 70 años y vive en el parcelamiento El Obrajuelo, en el municipio de Villa Canales. Uno de sus hijos, Rubén, viajó hacia los Estados Unidos (EEUU) desde hace dos años, debido a que deseaba mejorar las condiciones de vida, tanto de su familia, como las de sus padres. Ella aseguró que desde que él llegó al país del norte, encontró trabajo y empezó a enviarles dinero.
De acuerdo con María de Martínez, especialista en remesas desde EEUU a Guatemala, el monto promedio de una remesa familiar mensual oscila entre 200 y 750 dólares (Q1,400 y Q5 mil 250) y las hacen llegar a sus familiares por medio de aplicaciones digitales, “aunque la mayoría de migrantes aún las envían por medio de agentes de pago en tiendas de conveniencia, farmacias, empresas de paquetería, restaurantes, salones de belleza, etc.”, mencionó.
Además, dijo que los principales trabajos que desempeñan las personas que envían las remesas se desarrollan en limpieza y mantenimiento, trabajos de construcción, dependientes de tiendas de conveniencia, trabajo de campo (agronomía y transporte), meseras o meseros, como en el caso de Rubén, quien labora en dos restaurantes.
Emilia contó que su hijo le envía 100 dólares mensuales, monto que utiliza para comprar los medicamentos de su esposo, quien tiene un marcapasos; comida e insumos para producir granos en su pequeña parcela. “Mi hijo también pagó la reconstrucción de mi casa, ahora es de block y ya no nos mojamos, porque tiene techo nuevo”.
La calidad de vida ha mejorado con los ingresos que genera su hijo, aseguró Emilia, pues solamente en gastos médicos mensuales gasta aproximadamente Q300 y que ahora cuenta con ese dinero cada vez que lo necesita. Además, compartió que sus nietas, hijas de Rubén, pueden costear sus estudios, ropa, zapatos, alimentación, salud y otras necesidades gracias al dinero que él envía cada 15 días para ellas, aparte de lo que le envía a Emilia.
Los usos que se le da a las remesas, indicó de Martínez, son el pago del alquiler de la vivienda, ayuda para abastecer la canasta básica, pago de colegiaturas, pago de servicios básicos y la construcción y quienes reciben, en su mayoría, las remesas son madres y esposas de los migrantes. “De hecho, en el mundo de las remesas el mes donde se incrementan son mayo, por el Día de la Madre y diciembre, por Navidad”.
Según la OIM, los tres primeros países de donde vienen las remesas son Estados Unidos, Canadá y España; y los Estados de donde provienen desde EEUU son California, Miami, Florida, New Jersey, New York y Texas.