Así es ser una persona de la diversidad en un perfil público

En un país conservador como Guatemala, las disidencias tienen en las redes sociales un medio por el cual comunicarse, generar vínculos y compartir sus aficiones, aunque no sin represalias. Con frecuencia son blanco de agresiones por su orientación, identidad o expresión de género, por lo que muchxs prefieren mantener el anonimato. 

Por Jasmin López

Nahomy y Pablo son dos creadores digitales cuyo contenido e identidad divergen de la normatividad. Con su trabajo artístico e informativo reivindican su derecho a expresarse. A continuación nos cuentan cómo es ser una persona de la diversidad con un perfil público, cómo comenzaron y cuáles son sus metas:

Nahomy Valdes @naksuki.makeup

En sus redes sociales, Nahomy Valdes publica maquillajes para toda ocasión: para declarar en el Ministerio Público, pronunciarse por Palestina, o ir a entregar pruebas de descargo si te criminalizan por defender la universidad pública.

Desde muy joven se ha involucrado en espacios de participación política y comunitaria. Ella fue una de los 39 estudiantes perseguidos por el Estado por defender la autonomía de la Universidad de San Carlos de Guatemala, en el 2022. En el maquillaje encontró una herramienta para llevar su activismo a las plataformas digitales. Su contenido combina conocimientos como maquillista profesional, antropóloga y feminista, así como su experiencia de mujer bisexual en un cuerpo no normativo.

Al igual que ella, los looks que realiza se salen de lo convencional. Tienen colores vívidos, formas extravagantes, texturas variadas. Natsuki makeup (naksuki.0 en tiktok) surgió desde una visión disidente del maquillaje, que apuesta por descolonizar y despatriarcalizar la belleza.  “Mi corporalidad y la conciencia social que he generado a lo largo de mi vida han sido las bases para poder ver el maquillaje desde otra mirada”, contó.

Nahomy comenzó a maquillarse cuando era una adolescente, de forma casual y autodidacta, viendo a su hermana hacerlo y, de vez en cuando, siguiendo tutoriales en Youtube. Durante la pandemia empezó a explorar las posibilidades artísticas del maquillaje con los delineados gráficos. Estas circunstancias la hicieron acercarse a los espacios digitales y ser más constante con su contenido.

Poco a poco ha logrado construir una audiencia frecuente y un contenido de mejor calidad. Los recursos económicos fueron un inconveniente en este proceso. Desarrollar su talento y compartirlo con el mundo requirió una inversión considerable de dinero -que no siempre tenía- y tiempo en cursos, productos y equipo de grabación. Además de profesionalizarse en su arte, también tuvo que aprender a usar las cámaras, editar los videos y llegar a las personas. Ella considera que este esfuerzo, de empezar a hacer sus videos utilizando los cosméticos más económicos y el equipo que tenía a la mano, es otro de los aspectos que moldearon su contenido.

Naksuki se especializa en maquillaje editorial y artístico. Foto: Nahomy Valdes.

Gran parte del público la conoce por su participación en movimientos sociales, por lo que su red de alcance es generalmente amable, comentó. Sin embargo, la situación es muy diferente cuando sus videos llegan a otros nichos. La mayoría de agresiones van dirigidas hacia su cuerpo. “Al ser una mujer gorda, sí hay demasiados comentarios gordofóbicos que atraviesan mi sentir y mi cuerpo”. Ha recibido menos hate sobre su orientación sexual. Nahomy atribuye esto al hecho de que a las personas bisexuales no se les toma desde una identidad política y sexual seria. “No asumen que las personas bisexuales existen”, dice.

Nahomy, o Natsuki, quiere que su contenido llegue a mujeres jóvenes, adultas, disidentes, sobrevivientes. Entre sus planes está impartir cursos de automaquillaje para todas las personas que deseen aprender, y que como ella, descubran en este arte un medio sanador y una forma de resistencia. 

Pablo Vaides @pabloticando  

A Pablo Vaides le gusta andar en bicicleta, habla mucho y le apasionan los temas relacionados con la inclusión, especialmente de personas con discapacidad y de la comunidad LGBTIQA+, a la que él, como hombre bisexual, pertenece. Estudia lengua de señas desde el 2016 y trabaja como intérprete freelance y voluntario para instituciones que luchan por los derechos de las personas con discapacidad. 

En tiktok e instagram comparte videos donde habla sobre diversidad sexual, psicología, política, derechos humanos y música. Lo que lo diferencia es que el contenido de Pablo es accesible, tanto para personas oyentes como para personas sordas, pues lo comunica verbalmente y en lengua de señas.

Pablo relató que la idea de realizar este tipo de contenido surgió cuando empezó a estudiar lengua de señas. Allí descubrió que tenía habilidad para comunicar, explicar y enseñar, y pudo conocer de cerca parte de la experiencia de las personas con discapacidad auditiva. “Me di cuenta de que ellos viven en una exclusión de la participación social y de la información enorme. Me di cuenta de que yo tenía un privilegio que podía utilizar para que esta población pudiera tener acceso a la información, a participación social y a decidir qué opinión tener”, relató.

Pablo se desempeñó como intérprete en el Desfile de la Diversidad Sexual. Foto: Bayron García.

Con su contenido busca que las personas sordas tengan un mayor número de opciones para formarse una opinión adecuada, sobre todo en temas que en este país son considerados tabú. De esta manera ha conseguido llegar a una de las poblaciones más desatendidas e invisibilizadas alrededor del mundo: personas LGBTIQA+ con discapacidad. Dice que una de las partes más bonitas de su trabajo es recibir mensajes de personas sordas que le piden información sobre los temas que trata, peticiones sobre otros que les gustaría conocer, o confían en él para hablarle sobre su identidad, salud mental y orientación sexual. “He podido apoyar, acompañar y abrazar a personas con discapacidad auditiva que tienen dudas sobre la sexualidad, que tienen dudas sobre la diversidad, que tienen dudas sobre quiénes son”.

Su experiencia como creador de contenido no siempre ha sido tan positiva. Lo han acusado de pretender imponer “ideologías” a las personas sordas por informar sobre temas relacionados con la diversidad sexual. “La gente no concibe que las personas con discapacidad también tienen una identidad y una sexualidad activa”, dijo, “y en el caso de las personas con discapacidad que son LGBT sufren una doble discriminación que las hace más vulnerables, no sólo al odio sino a la desinformación, y por eso yo considero que es muy importante transmitir la información que tenemos desde los derechos humanos y desde la ciencia para que sepan que sus existencias son válidas”.

También ha recibido burlas y comentarios de odio por no encajar en las ideas tradicionales de cómo debe comportarse un hombre, debido a su identidad de género y la expresividad que demuestra en los videos (la cual, explica, es necesaria para comunicar en lengua de señas). Aunque a veces le afecta que personas que ni siquiera lo conocen se tomen el tiempo de atacarlo, dijo que saber que su trabajo es valioso hace que se sienta menos pesado.

Su meta a futuro es graduarse de psicólogo para atender a personas con y sin discapacidad auditiva. “Una barrera que ha negado el acceso a la salud mental de las personas sordas es que la gran mayoría de psicólogos no sabe lengua de señas”, refirió. Varias personas sordas le han comunicado que ir al psicólogo con un intérprete tiende a ser incómodo, y esto las desanima de ir a consulta. Pablo confía en que con sus conocimientos podrá hacer una diferencia para esta población. Con él se graduarán otras estudiantes con discapacidad auditiva quienes, compartió orgulloso, serán de las primeras psicólogas sordas en brindar atención a estas poblaciones.

Ruda

RUDA surgió en 2017 entre reuniones e ideas del consejo editorial de Prensa Comunitaria bajo la necesidad urgente y latente de tener un espacio digital en dónde evidenciar, publicar y visibilizar las luchas de las mujeres.

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