La violencia digital también afecta espacios escolares
Las escuelas son espacios que nunca han sido inmunes a la violencia, ejercida por personal docente y alumnado. La implementación de herramientas digitales, aunque inconmensurablemente útiles en la formación educativa, en muchos casos amplifican el alcance e impacto de estas agresiones.
Por Jasmin López
En el 2024, estudiantes del Colegio Continental Americano crearon fotografías pornográficas de sus compañeras de clase, utilizando un software generador de imágenes. Los jóvenes, además, vendieron el material en aplicaciones de mensajería. Este fue el primer caso conocido de uso de inteligencia artificial (IA) para ejercer violencia de género en una escuela guatemalteca y por lo mismo, tuvo repercusión nacional.
Luego de la controversia y de que el nombre de la institución educativa quedara irremediablemente ligado a este precedente, los responsables fueron expulsados y se les ligó a proceso por los delitos de violación a la intimidad sexual, difusión y posesión de pornografía de personas menores de edad.
En la región latinoamericana hay otros casos similares: en Zacatecas, México, tres adolescentes distribuyeron contenido sexual explícito y artificial de, por lo menos, 400 alumnas de secundaria, reporta el diario español El País. Según Infobae, en la provincia argentina de Córdoba, un adolescente hombre enfrenta juicio por las mismas agresiones, cometidas contra 16 compañeras de escuela.
Los softwares para crear o alterar imágenes y videos con IA son la herramienta más reciente que ya se está utilizando para ejercer violencia en los entornos escolares, pero no es la única.
Modalidades
La violencia digital es, según la definición de ONU Mujeres, todo acto dañino ejercido -o amplificado- mediante el uso de tecnologías de la información y de la comunicación. Con mucha frecuencia, estas agresiones se dirigen hacia grupos vulnerables. Varias legislaciones alrededor del mundo ya reconocen las violencias digitales, especialmente aquellas contra menores de edad. Estas no siempre son ejercidas por personas adultas
“En estos delitos pueden haber casos en los que, dentro de los mismos centros educativos, pueden convivir o pueden estar tanto el agresor como la víctima”, indica Danissa Ramírez, directora de la Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (SVET).
Algunas de las manifestaciones más comunes que se ejercen contra infancias y juventudes son las siguientes:
Deepfake: Son imágenes o videos alterados para parecer reales, explica la revista National Geographic. De acuerdo a la empresa de investigación Sensity AI, hasta el 95% de todos los videos deepfake que se publican son hechos con imágenes de mujeres, sin su consentimiento. En los últimos años, con el desarrollo de softwares de IA, esta forma de violencia se ha convertido en una de las más recurrentes dentro de las escuelas.
Ciberacoso: Hostigamiento e intimidación por medio de tecnologías digitales, como celulares, redes sociales y plataformas de mensajería.
Grooming: Es la práctica en la que un adulto establece una relación de confianza con una persona menor de edad, con el objetivo de manipularla emocionalmente y sexualmente, explica el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). En Guatemala, el Decreto 11-2022 -aprobado en el 2022- introdujo el delito de seducción de niños, niñas o adolescentes por medio de las tecnologías de información. Esto logró la sentencia condenatoria del docente Francisco Cordón Martínez quien, relató el Ministerio Público en su página web, acosó a una de sus estudiantes pidiéndole fotos sin ropa.
Difusión de fotos o información íntima sin consentimiento: Las repercusiones de esta forma de violencia ha ocasionado daños a la reputación de las víctimas, acoso, y, en varias ocasiones, suicidios. En Argentina, el proyecto de Ley Ema busca establecer políticas y programas de prevención de la violencia digital, mediante campañas de concientización, formación docente e incorporación de contenidos curriculares. La iniciativa surgió a raíz de la muerte de Ema Bondaruk, una adolescente de 15 años, quien se quitó la vida luego de que en su escuela un compañero divulgara, sin su permiso, contenido íntimo.
Sextorsión: Es el chantaje ejercido hacia una persona bajo la amenaza de publicar archivos o información de carácter sexual -real o alterada-. Save the Children informa que en un 25% de los casos esta agresión proviene de la pareja o ex pareja de la víctima.

Infografía de la campaña Modo Digital.
Foto: Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas.
Prevención y denuncia
De enero a octubre del 2025, el Ministerio Público (MP) registró 531 delitos relacionados con la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes, en algunos de los cuales se utilizaron herramientas digitales para contactar a las víctimas. En el mismo período, el MP recibió 122 denuncias por seducción de personas menores de edad, expone Ramírez.
La SVET implementó la estrategia Modo Digital, que consiste en una serie de herramientas para atender casos de violencia sexual en línea. En su página web están disponibles guías especializadas dirigidas a infancias y adolescentes, madres, padres, cuidadores y docentes, con información para identificar diferentes modalidades de violencia y delitos cibernéticos. Cuentan también con un chat de consejería, en el cual se puede solicitar información sobre los mecanismos de denuncia de estas agresiones.
La iniciativa incluye talleres de concientización en centros eucativos sobre los delitos de violencia sexual, explotación y trata de personas en línea, en los cuales se hace énfasis en la prevención y denuncia.
“(En las charlas) no se hace referencia a quién es el agresor. Nosotros hablamos en general de los delitos”, explica Ramírez. “Lo importante es que (las infancias y juventud) conozcan qué conductas son constitutivas de delito, para que si en algún momento les está pasando algo o conocen a alguien que le esté pasando estas situaciones lo puedan denunciar”, afirma..
Regular el uso de aparatos electrónicos, implementar controles parentales y promover el acceso a plataformas acorde a la edad de las y los internautas son otras medidas que pueden implementarse para combatir la violencia digital, recomienda Ramírez.

La guía Ema se implementó para bordar la violencia digital en las escuelas de Argentina, después del suicidio de la adolescente Ema Bondauk.
Foto: Tiempo Argentino.
¿Qué pasa en las escuelas?
Mientras SVET expone los mecanismos que implementa, el Ministerio de Educación explica que tiene un Protocolo de identificación, atención y referencia de casos de violencia dentro del sistema educativo nacional, en los que se incluye. Este protocolo describe rutas de atención y actuación ante la ciberviolencia y sus repercusiones. Si los sucesos lo ameritan, debe levantarse la denuncia ante las instancias correspondientes. Cuando la persona agresora es menor de edad, el protocolo establece que la denuncia se envía al Juzgado de Niñez y Adolescencia y Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, o a la Procuraduría General de la Nación.
Sin embargo, una investigación de Prensa Libre expone que la mayoría de los delitos cometidos por menores de edad no llegan a judicializarse, ya que el MP los soluciona mediante conciliaciones.
Tampoco son infrecuentes los casos en los que las autoridades educativas se ponen del lado de los agresores, adolescentes y adultos, como ocurrió inicialmente en el Colegio Continental, en el que la directora aseguró que la acción cometida por los estudiantes que crearon y vendieron contenido sexual de sus compañeras “no fue con maldad”.
Números de denuncia
Las instituciones estatales han implementado números telefónicos para interponer denuncias, estos son:
Chatbot Olivet de la Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas - 2504 8888.
Línea para denunciar casos de violencia sexual en centros educativos 1510
Línea de denuncia anónima Crime Stoppers 1561.