Johanna Flores, mujer garífuna que rompe barreras y se gradúa de bombera
Escrito por Prensa Comunitaria
Entre la bahía y la montaña: la travesía de Johana Flores para convertirse en bombera.
Por Alva Batres
Julia Johanna Flores Baltazar, mujer garífuna de 34 años y madre de cuatro hijos, el mayor de 19 años y el menor de 9, celebró el pasado 8 de noviembre su graduación como integrante de la Promoción 156 de los Bomberos Municipales.
Emprendedora y reconocida en Livingston, Izabal, por elaborar pan de coco y embutidos que vende junto a sus hijos, Johana ha construido su camino entre el trabajo comunitario y la búsqueda de oportunidades en un territorio atravesado por la falta de empleo.
Además de su labor productiva, Flores Baltazar ha sido voluntaria en el Comité Nacional de Alfabetización (Conalfa) y cuenta con formación como enfermera auxiliar, una profesión que no ha podido ejercer debido a la escasez de plazas. Esa limitación la motivó a tomar una decisión que marcaría su vida: convertirse en bombera. Inició su preparación en enero y hoy se siente profundamente orgullosa de lograrlo, no solo por el esfuerzo personal, sino porque es la única mujer garífuna de su grupo y apenas la segunda en alcanzar este logro. “Fuimos cinco mujeres de Livingston a estudiar. Nos graduamos en un grupo de 65 estudiantes”, explica con alegría.
1️⃣ Mujer garífuna se gradúa como bombera municipal
— Prensa Comunitaria Km169 (@PrensaComunitar) November 29, 2025
Julia Johanna Flores Baltazar, madre garífuna de Livingston, se graduó en la Promoción 156 de Bomberos Municipales. Con 34 años y cuatro hijos, logró convertirse en la única mujer garífuna de su grupo y apenas la segunda en… pic.twitter.com/TRKdApECt3
La ceremonia de graduación se realizó en San Miguel Petapa, en el departamento de Guatemala, pero su recorrido para llegar hasta ese día comenzó mucho antes. Cada sábado, Johana viajaba desde Livingston, Izabal, cruzando parte de la bahía de Amatique rumbo a Puerto Barrios, para luego continuar hasta El Rancho, El Progreso, donde recibía el entrenamiento.
“Es un viaje largo y cansado, además de que el entrenamiento es pesado. Había días que ya no queríamos, pero le hicimos frente y logramos terminar”, relata con emoción al recordar una ruta marcada por madrugadas, cansancio y determinación.
Hoy, Johana Flores está lista para servir a su comunidad como bombera municipal, llevando consigo una historia de resistencia, identidad y orgullo garífuna que abre camino para más mujeres en los cuerpos de socorro del país.
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