Maff Ochoa
Maff Ochoa
Me es casi imposible separar mi vida personal de mis textos, no me siento con la capacidad de hablar de aquello que no siento en los huesos.
Es necesario revertir el hechizo.
El hecho de haber vivido algo, sea lo que sea, otorga el derecho imprescriptible de escribir sobre ello. No existe una verdad inferior y si no cuento esta experiencia hasta el final, puedo contribuir a oscurecer la realidad de las mujeres y me pondré del lado de la dominación masculina del mundo.
Es quizás el trayecto por la Avenida Reforma, en la Ciudad de México, uno de los más emblemáticos para muchos de los chilangos y la gente del estado de México que salimos a trabajar todas las mañanas, o a turistear con las hijas e hijos y amigos los fines de semana.