sigue sin establecerse causa de intoxicacióm en adolescentes de zafiro ii
Han transcurrido cinco días desde que un grupo de 29 adolescentes del hogar Zafiro II sufrió intoxicación. Sin embargo, hasta ahora, la Secretaría de Bienestar Social (SBS) aún no establece las causas. Lo único que se sabe es que los problemas estomacales iniciaron después de la cena del pasado 14 de mayo, la cual corresponde a los alimentos que provee Banquetes de Guatemala, conocida como Presto.
Por Jimena Porres
Según Carmen Véliz, jefa del Departamento de Protección Especial Contra el Maltrato en Todas sus Formas, de la SBS, todo empezó el 14 de mayo. En la noche, las adolescentes expresaron que sentían malestar estomacal, pero no se consideró como una situación grave.
Un día después, entre las cinco y seis de la mañana, algunas de las adolescentes presentaron dolores de estómago, cabeza y cuerpo. También tenían vómitos y diarrea, por lo que se decidió trasladarlas al hospital, explicó Véliz.
De acuerdo con la entrevistada, la última comida que ingirieron las adolescentes fue la cena que les provee Banquetes de Guatemala, conocida como Presto. Hasta ahora, aún están a la espera de los resultados de los estudios realizados por el Hospital General San Juan de Dios, para tener un diagnóstico certero. El personal médico indicó a la SBS que sospecha de intoxicación por alimentos.
Antecedentes de reclamos e intoxicación
En febrero de 2021, un grupo de adolescentes de Zafiro II, manifestó su molestia por la “comida shuca”, que se les proveía en ese hogar. En esa ocasión, las exautoridades de la SBS, integradas por Francisco Molina, exsecretario de Bienestar Social y Carlos Gómez, exsubsecretario de Protección, informaron que el proveedor de la alimentación era Banquetes de Guatemala.
Sin embargo, este no es el único antecedente: en agosto de 2014, 300 aspirantes a agente de la Policía Nacional Civil (PNC) y miembros de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS), fueron afectados por intoxicación. Las personas afectadas dijeron al momento de ingresar a los hospitales públicos, que se sintieron mal después de ingerir alimentos del proveedor de alimentos Banquetes de Guatemala, o Presto.
No es un incidente aislado
Véliz no confirmó que la comida que ingirieron las adolescentes en el hogar haya sido la causa de la intoxicación. “No podemos afirmarlo hasta no tener un documento que lo indique, porque nosotros probamos la comida y no sabía feo”. Agregó que además de las niñas, hubo dos educadoras que también se enfermaron y que no descartan que también haya podido ser el agua que ingirieron las afectadas.
Una activista que ha trabajado en el Hogar Seguro Zafiro II, quién pidió el anonimato por seguridad, comentó que este no es un incidente aislado, ni primerizo. “Ha habido otras ocasiones donde a las adolescentes les sirven comida en mal estado”. Ella recordó que una vez, en la residencia, les sirvieron a las chicas un atol, una de ellas se le acercó para ofrecerle un poco de su vaso. Al principio ella se negó, pero al notar la insistencia de la adolescente, comprobó que el atol estaba en mal estado.
“La comida que les sirven en el hogar ya la llevan preparada, no la cocinan. Eso causa que la mayoría de las veces las chicas coman en condiciones inadecuadas. Si un caldo se come frío, está lleno de grasa y eso puede llegar a caer mal en el estómago”, indicó la activista.
También indicó que el proveedor de alimentos Banquetes de Guatemala posee una pequeña cocina industrial en la zona 1, la cual le proporciona los alimentos a este hogar.
“Esta situación nos indica que el Gobierno solo está cumpliendo por encima con su deber de cuidar a la adolescencia institucionalizada”, apuntó la activista. La hora de la comida se vuelve un momento “tortuoso”, ya que las educadoras no dejan que las niñas se levanten de sus lugares hasta haberse terminado la comida por completo. “Ni siquiera tienen un lugar adecuado, comen en un patio que tiene una coladora en medio que despide un olor terrible y contamina la experiencia para todas”, concluyó.