«Sigamos celebrando la vida»

Entrevista a Feliciana Mendoza

Me dicen Feli y por la misión que llevó les gusta decirme Naan Feliciana o Nana María, llevó la misión aquí en mi comunidad, como guía espiritual, poder curar y sanar.

Yo soy originaria de aquí de Atitlán, aquí nacieron mis abuelas, abuelos, padre, madre son de aquí soy netamente maya tz’utujil.

Fotografía: Celeste Mayorga

En algún momento por razones; uno de estudio y también por trabajo salí por casi 16 años de mi pueblo, luego retorné y estoy aquí. El camino continúa, vamos por donde nos va guiando el Sagrado Universo.

«Yo salí del pueblo de hecho muy joven, a los 18 años salí para ir a estudiar, Adiós gracias terminé mis estudios incluso estudié en la universidad Rafael Landívar de Quetzaltenango. Me gradué técnica de pedagogía y psicología y simultáneamente, estudiaba y trabajaba, trabajé en Quiché a partir del 91 era todavía un tiempo muy difícil.

Fotografía: Celeste Mayorga

«Profundamente agradecida qué he llegado a los 53 años, también he tenido una historia muy fuerte en salud por motivos, efectos de la guerra interna que hemos tenido. La familia fue muy atacada y yo estaba en plena adolescencia cuando tuve esta situación, historia larga, el universo me abrió el camino para una misión.

Fotografía: Celeste Mayorga

En la cosmovisión maya, en el tiempo de los abuelos y abuelas los 52 años ya se considera ser anciano-anciana ¿Por qué hasta los 52? porque es el momento en el que cada cargador ya ha cumplido el tiempo 13 veces, se cumple el círculo y es así como se manifiesta el ser anciano, pero por la experiencia recogida y el cumplimiento del tiempo de cada cargador.

Yo jamás pensé llegar a la espiritualidad era más recuperar y fortalecer nuestra entidad Maya tz’utujil.

Fotografía: Celeste Mayorga

Así fue también como empecé a ejercer más esta misión y paralelamente esta parte de la sanación, yo jamás me imaginé, todavía recuerdo la semana que llegó a mi casa una señora pidiendo curarla del dolor de cabeza, yo le dije que yo no curo y que ella estaba equivocada y me decía que no “es usted”.

Yo me atreví porque agarré un poquito de agua pura, del chorro, con eso le hice un masaje fue muy espontáneo la conexión espiritual y esto fue sin que yo oficialmente tuviera mi don.

Sigue escuchando la palabra de la abuela Feliciana en este vídeo….

Intención / Equipa de Reflexión Editorial para la sanación RUDA mujeres + territorio
Pre-Producción y Producción/ Celeste Mayorga – Ketzali Awalb’iitz Pérez Pérez
Postproducción/Marco Juracán

(Para protección y seguridad de las compañeras que han sido criminalizadas por su labor políticas y sus saberes, resguardamos su identidad física, así mismo convocamos al poder del fuego y de su palabra para su protección y de todas las que buscan otros y mejores mundos).

Ruda

RUDA surgió en 2017 entre reuniones e ideas del consejo editorial de Prensa Comunitaria bajo la necesidad urgente y latente de tener un espacio digital en dónde evidenciar, publicar y visibilizar las luchas de las mujeres.

Anterior
Anterior

«Yo soy ginecóloga ancestral»

Siguiente
Siguiente

«El dolor tiene que ser sanado»