Sexdetox, un acto de autocuidado integral
El cuerpo tiene memoria, la cual influye en la autogestión emocional y las actitudes ante la cotidianidad. Dentro de dicha memoria se incluye la sexualidad de cada persona, sin embargo, algunas experiencias con vínculos sexoafectivos generan malestares emocionales. El sexdetox nace con la visión de ser un espacio seguro que brinda herramientas para reconocer y depurar limitaciones y creencias instaladas en el cuerpo como una forma de autocuidado.
El sexdetox es una metodología y herramienta de medicina integrativa que abarca el aspecto físico, emocional y espiritual de las personas, siendo estos los tres ejes de la vida. Comúnmente se presta atención al cuerpo, dejando a un lado las emociones y la espiritualidad, las cuales están ligadas al bienestar y la salud.
A decir de Alejandra Hernández, pedagoga ecofeminista y terapeuta holística, todos los vínculos afectivos o sexoafectivos de una persona tienen un impacto en la salud. Con el sexdetox se busca la consciencia en los tres ejes mencionados como parte del autocuidado, y permite identificar heridas en la forma de relacionarse.
“En el proceso veo cómo las personas se alimentan, cómo se sienten, y si están en el sexdetox porque están terminando una relación, o si quieren mejorar su forma de vincularse, o están abriendo sus formas de relacionarse desde la apuesta del poliamor”, indica.
En la misma línea, la terapeuta señala que en la vida de una persona se generan sentires que parten de relaciones de pareja, laborales, familiares, los cuales quedan en la memoria del cuerpo, principalmente en el útero y la próstata. Agrega que se reconoce la necesidad de un sexdetox cuando la persona tiene los siguientes signos:
Bloqueo emocional y creativo.
Miedo a vincularse con otras personas.
Miedo a mostrar emociones.
Sentimiento de vulnerabilidad.
Dificultad para relacionarse con el dinero.
Enfermedades constantes.
Trastornos del sueño.
Ansiedad y ataques de pánico.
Esta herramienta bioenergética nació a partir de una serie de experiencias de mujeres en las que describieron diversos signos negativos tras una relación sexoafectiva. “Un autocuidado que debemos tener es el de cómo generamos los vínculos afectivos, que tienen que ser sanos, libres y sentipensados”, asegura.
El autocuidado como apuesta política
Alejandra asegura que es necesario aprender a generar vínculos, pero que el primero debe ser con nosotras mismas. “Cuando me vinculo desde una salud mental, física, emocional y espiritual conmigo, alejo relaciones dolorosas y de codependencia. El autocuidado es una apuesta política”, puntualiza.
Asimismo, destaca que el autocuidado es un reto porque deconstruye creencias impuestas. En el autocuidado también se integra el derecho al placer y el reconocer el cuerpo como un espacio erógeno propio.
Decolonialidad de la terapia
“Estamos acostumbradas a un tipo de terapia y a un tipo de acompañamiento, pero las herramientas que uso están pensadas desde la medicina integrativa, bioenergética y psicosomática. Hay que darle un espacio a la emoción y cómo responde el cuerpo a esto”, enfatiza.
Alejandra agrega que el método sexdetox es flexible, puesto que las personas son diversas en su forma de vincularse. Sobre esto explica que en las sesiones se busca la conexión energética para identificar la necesidad de la persona. Al espacio se han acercado psicólogas y psiquiatras para aprender herramientas y aplicarlas con las mujeres que acompañan.
El sexdetox consiste en dos sesiones; en la primera se reconocen limitantes y creencias respecto a apegos y relaciones, y la segunda abarca herramientas para la sanación como alimentación intuitiva, meditación y sahumos genitales. También se ofrece el espacio en círculos de mujeres para recibir acompañamiento. Para solicitar un sexdetox puedes escribir a @Tribucositasdebrujas en Instagram o al +502 42880560 con Alejandra.