Sentir el teclado y dejarse fluir por la escritura
En la 10 avenida 5 calle más conocida como primera la parada de zona 9 de Mixco Ciudad Satélite se encuentra la Academia Comercial José Milla y Vidaurre. “Tlac, tlac, tlink” es el sonido de la máquina que se escucha al ingresar al lugar.
Dora Marina Tobías viuda de Cárcamo, conocida como doña Dora por sus alumnos, nació el 25 de septiembre de 1956. Actualmente tiene 67 años de edad. Se levanta desde muy temprano para terminar los quehaceres de su hogar y llegar puntual a las 8 de la mañana a la academia, con el objetivo de enseñar a sus alumnos el arte de escribir en una máquina.
Doña Dora se graduó como secretaria comercial y oficinista en la escuela de Ciencias Comerciales. El haberse casado y ser responsable de las tareas del hogar, no le impidió convivir e impartir su conocimiento a la juventud. Esto la determinó a fundar su propia academia de mecanografía: José Milla y Vidaurre.
El nombre de su academia proviene de un novelista y escritor guatemalteco. Ocupar este nombre es una forma de recordar sus tiempos de estudio de párvulos, y le daba ilusión poder conservar ese recuerdo.
De sus anécdotas, ella rememora una de las primeras celebraciones de graduación. La realizó frente a su hogar. Su esposo, en ese tiempo en vida, instaló un escenario junto con los alumnos “emocionados" de ver la primera graduación de la academia.
La tecnología ha avanzado y en algún momento llegó a perjudicar los 43 años de funcionamiento de la academia. Doña Dora menciona que es bueno que la tecnología haya llegado. Por su lado, se queda con la satisfacción de haber enseñado a generaciones enteras. No obstante, continúa pensando que los alumnos deben conocer, experimentar y entrar a una academia de mecanografía para sentir el teclado y dejarse fluir por la escritura.