Petexbatún, un paraíso para la vida silvestre, se encuentra en peligro por la depredación
El Refugio de Vida Silvestre Petexbatún, es un área protegida ubicada en el suroeste del norteño departamento de Petén, que se encuentra en peligro por el avance de la frontera agrícola (maíz, frijol, ganadería y palma africana) y la depredación.
Por Elmer Ponce
Este refugio, que se localiza en el municipio de Sayaxché, en un área que incluye la laguna y arroyo Petexbatún, ofrece hermosos paisajes, como atractivo turístico. También cuenta con los arroyos Aguacateca y el Tamarindo y otros humedales al lado este. Este grupo de cuerpos de agua tienen una extensión aproximada de 4,004 hectáreas.
El lugar representa un santuario para peces, tortugas, así como para el cocodrilo moreletti y diversas especies de aves residentes y migratorias, algunas en peligro de extinción.
Existe una especie arbórea conocida como árbol de tinto que sirve como protección a muchas especies de aves y peces durante la época de reproducción, pues anidan y desovan en sus ramales y tupido entorno; sin embargo, por su calidad para la elaboración de cercos en fincas ganaderas y viviendas, es muy cotizado y por ende lo cortan y venden de manera ilegal, al punto de encontrarse al borde de la extinción.
Hasta hace algunos años la laguna Petexbatún estaba rodeada de casi un 70 por ciento de área boscosa, alimentada por los riachuelos Aguacateca, Tamarindo y el Faisán. Es un cuerpo de agua muy turístico, apto para practicar kayakismo y acampar. En sus orillas hay un hotel ecológico el nombre Chiminos Island Lodge, que comparte área con el sitio arqueológico Punta de Chiminos.
El Refugio de Vida Silvestre Petexabún forma parte de un grupo de áreas protegidas que en conjunto suman una extensión territorial de 185 156 hectáreas. Es importante mencionar que el sitio está rodeado de vestigios arqueológicos mayas. Algunos de estos son: Aguacateca, Punta de Chiminos, Dos Pilas, Tamarindito, arroyo de Piedra, el Duende, el Nacimiento, entre otros.
Otro de los problemas que afronta es la pesca inmoderada, aun en época de veda, ya que muchos pescadores residentes de comunidades aledañas y de otras zonas, hacen uso desmedido de redes y otros métodos poco ortodoxos, para sacar a los peces de sus cuevas.
Las autoridades tienen poca presencia y los resultados de su accionar también son mínimos. Esta situación es similar en otras áreas protegidas y sitios arqueológicos en el municipio de Sayaxché, que están siendo devastados, ante un franco abandono del Estado. Esta situación agrava aún más el problema, porque cualquiera hace lo que quiere, en detrimento de la flora y fauna nativa y migratoria.
Al lugar se puede llegar en lancha desde Sayaxché, durante aproximadamente 45 minutos a través del arroyo Petexbatún y en automóvil, ingresando a la comunidad el Tamarindo y desde ahí hacia la orilla de la laguna.
A lo lejos, desde la copa de un gran árbol de Pucté, adornado con barba de viejo, desprende su vuelo un gavilán caracolero que, danzante en el aire, surca el territorio de los cormoranes. Sin duda alguna le depara la extinción si no hacemos nada por cuidar y proteger este icónico refugio de vida silvestre, que demanda protección para sus moradores.