Perú: esterilizaciones forzadas y el peligro que regrese el fujimorismo
Por: Luciana Mazzini Puga
El 18 de septiembre de 1996, María Elena Carbajal fue a dar a luz a su cuarto hijo. Iba a tenerlo por cesárea pero debido a una mala praxis dio a luz por parto normal, lo que le generó un prolapso de segundo grado. María Elena cuenta que, mientras esperaba que los médicos le entregaran a su hijo, le preguntaron cuántos tenía y qué método utilizaba: “Le contesté que tenía cuatro hijos y que no usaba ningún método porque a mi esposo no le gustaba. Me respondieron ‘señora, ¿usted piensa tener hijos como cuy’? y me insistieron mucho en hacerme una ligadura de trompas. Como no me traían a mi hijo, me empecé a preocupar porque ese hospital tenía antecedentes de que los niños desaparecían. Finalmente accedí con la condición de que me lo trajeran”.
Carbajal agrega: “cuando mi marido se enteró de lo que pasó, me insultó y me dejó, sin importar dónde estaba mi bebé. Más tarde, mi suegra encontró a mi hijo cianótico y sin llanto, envuelto en una bata para adultos. Estuve muchos años con problemas de salud y sola. Cuando conocí a mi segunda pareja, él quería tener hijos. Fui a hacerme los estudios y recién ahí supe que me habían esterilizado y ya no generaba hormonas”.
En Piuro, Victoria Vigo transitaba la semana 32 de gestación y fue a un hospital porque tenía contracciones. Una vez en la guardia, le practicaron una cesárea y 18 horas después del nacimiento del niño, los médicos le dijeron que su hijo falleció por problemas respiratorios: “Al día siguiente pedí el alta voluntaria. Quería irme porque veía a otras mamás con los senos llenos, dando leche y yo estaba fajada. El médico intentó consolarme y me dijo ‘tienes 32 años, eres joven, puedes volver a tener otro hijo’ y el otro médico dijo ‘no, a ella ya la esterilizaron’”.
Al mes, Victoria fue al hospital a reclamar: “Me trataron como ignorante, me dijeron que podían hacerme recanalización pero la esterilización fue por corte, entonces era irreversible. Allí estalló todo, tomé conciencia e inicié un juicio”
María Elena Carbajal, presidenta de Esterilizaciones Forzadas de Lima y Callao, y Victoria Vigo, líder del Ni Una Menos en Perú, son víctimas de las esterilizaciones forzadas llevadas a cabo durante el gobierno de Alberto Fujimori, bajo la ejecución del Programa Nacional de Salud Reproductiva y Planificación Familiar (1996-2000). María Ysabel Cedano, abogada y defensora de DDHH, cuenta que “la política del gobierno fue control demográfico. Quisieron reducir la pobreza reduciendo el nacimiento de pobres y, por lo tanto, esterilizando mujeres pobres indígenas y de zonas rurales. Hay una característica étnica racial: a las mujeres de la ciudad le dejaban el DIU, a las del campo y de los pueblos indígenas las esterilizaban”.
El proceso judicial y el regreso de Keiko
Si bien Alberto Fujimori fue condenado por crímenes de lesa humanidad durante su gobierno, tras más de 20 años los casos de esterilización forzada siguen esperando justicia. En la actualidad, el fiscal Pablo Espinoza ya presentó 182 pruebas contra los inculpados, Alberto Fujimori y sus exministros de Salud, por el delito de violaciones a los derechos humanos a través de la esterilización de mujeres. Según un informe de la Defensoría del Pueblo, se estima que entre 1995 y 2001 inclusive, se le realizó la ligadura de trompas a 272.028 mujeres y la vasectomía a 22.004 hombres. Hasta el momento el Ministerio Público ya sustentó 1.312 denuncias ante el poder judicial, de las cuales cinco son víctimas mortales. Las víctimas exigen al Estado reparación integral, que inicie el juicio, que los acusados pidan perdón público y que se los condene, entre otras demandas. Vigo comenta que “están dilatando el juicio de una manera pésima porque se espera que lleguen las elecciones para ver quién va a ganar”.
El eventual triunfo de Keiko Fujimori en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales el próximo domingo alerta a las organizaciones de víctimas de esterilizaciones forzadas. La candidata de Fuerza Popular ha generado polémica ya que declaró que, en caso de asumir, indultará a su padre e, incluso, ha negado que se hayan realizado las esterilizaciones forzadas: aseveró que se trató de “un plan de planificación familiar”.
Con el regreso del fujimorismo, “el caso va a quedar impune y habrá represalias contra las victimas sobrevivientes y contra quienes hemos ejercido la defensa durante años. Indultará al padre y, para eso, va a comprar, callar o eliminar a los testimonios”, afirma Cedano. Carbajal agrega: “Si Keiko llega al poder, nos levantaremos y la sacaremos, como hicimos con Merino. No regresaremos a los ´90. Keiko no va, Fujimori nunca más”.
Publicación Original: nodal.am/2021/06/las-esterilizaciones-forzadas-en-peru-y-el-peligro-que-regrese-el-fujimorismo-por-luciana-mazzini-puga/