Niñas Furia: No necesitamos ser amigas para trabajar juntas
El pasado 5 de marzo fue presentado el libro Niñas Furia: mujeres artistas en Guatemala. Es la primera publicación de la colectiva del mismo nombre, formada por mujeres multidisciplinarias, como ellas mismas se nombran.
Por Nora Pérez
El libro, contiene 13 perfiles de mujeres diversas que viven y trabajan en Guatemala, donde el mismo título lo sitúa. No son necesariamente guatemaltecas, sin embargo, nace en un contexto de un mundo del arte con mucha desigualdad de género como menciona en su prólogo Ariz, una de las fundadoras de la colectiva: “…Cada vez era más evidente que en la mayoría de los espacios y eventos culturales eran las mujeres, sobre todo jóvenes, quienes eran la minoría.”
La historia del arte de las mujeres en Guatemala se encuentra poco documentada, principalmente porque, en general, la historia del arte guatemalteco ha sido escrita por hombres. Según Camila Caris, coeditora del libro e investigadora, este es el primer paso para crear insumos teóricos con fuentes primarias, para generar otros documentos y acciones de difusión alrededor del arte, desde la voz de las mujeres con un enfoque feminista.
Fotografías de las artistas por Nico Ramírez
El equipo editorial
Conversamos con Sandra Arizandieta (Ariz) y Camila Caris, quienes han sido parte del equipo editorial del libro y actualmente son parte de la colectiva, han sido las mayores promotoras del libro. Ariz es artista visual multidisciplinaria, graduada de la ENAP en 2010, cuya obra se desarrolla principalmente en la pintura mural. Conversar con Ariz es abrir la cabeza a otros mundos, como con su obra, su visión es amplia. Por otro lado, Camila Caris, es chilena, graduada como licenciada en Teoría e Historia del Arte de la Universidad de Chile, además es cofundadora del proyecto Museo del Mundo www.museodelmundo.org, espacio especializado en el estudio del arte popular contemporáneo. Camila reside en Livingston, Guatemala, desde 2016. Como a Ariz, su experiencia fuera de la Ciudad de Guatemala, le da una visión descentralizada a Camila. Ambas visiones se reflejan en el libro.
Dentro del equipo editorial también se encuentran Sofía Marroquín, Valeria Leiva, Nico Ramírez y Bryan Castro.
Un libro que también aporta a la reflexión
Este libro no sólo contiene biografías y entrevistas a las artistas participantes, también aporta secciones de reflexión escritas, no por el equipo editorial, sino por las mismas actoras. Se pueden encontrar perfiles de jóvenes artistas como el de Sucely Puluc, trabajadora social y artista Maya K’iche’. Maru Archila, artista de guerrilla; o perfiles de artistas más experimentadas como Chinitas Yon, artista polifacética de ascendencia china y Súa Agapé, diseñadora gráfica con gran experiencia en arte digital.
A lo largo de las páginas negras y amarillo encontramos también códigos QR que nos llevan a las páginas y portafolios de las entrevistadas.
También hay espacio para reflexionar sobre gestión cultural de mujeres artistas, descentralización, dignificación y remuneración del trabajo creativo y la praxis feminista: “Queremos demostrar que las mujeres no necesitamos ser amigas para trabajar juntas”, dice Ariz.
Fotografías de las artistas por Nico Ramírez - Cortesía Niñas Furia
La producción y difusión del libro fue financiada por el FCAM. Camila dice que no sólo se trata de documentar, sino también generar acciones de difusión. “Si una publicación no está acompañada de una campaña de difusión, entonces el libro no se lee”. Por lo que este año 2024 harán una gira de presentación del libro, con una serie de presentaciones y talleres en Costa Rica, Chile y Guatemala, articulando también con colectivas feministas y otras organizaciones relacionadas a la difusión del arte.
No es el primer esfuerzo
Pero este no es el primer esfuerzo en Guatemala para documentar o dar espacio a las mujeres en el arte. Las mismas editoras reconocen el trabajo previo, como la importancia del Festival Ixchel, que era organizado anualmente con gran esfuerzo por el grupo musical Naik Madera y que, dentro de su precariedad, dio una plataforma importante a muchas mujeres jóvenes que tenían otros espacios limitados.
Esperemos que no sea el último
Ambas autoras están conscientes de que hay muchísimo interés por parte de la comunidad artística local y es fundamental teorizar primero, antes de circular la información. Esperan continuar con el apoyo a artistas mujeres, con proyectos ambiciosos.
De ahí, como Ruda, nos surge la reflexión de la importancia de seguir documentando nuestra historia como mujeres, desde nuestras voces, desde nuestras historias, desde nuestros territorios y articulando acciones con otras mujeres.
El libro está disponible por Q225 (US$29) en las redes de Niñas Furia. https://www.instagram.com/ninasfuriagt/?hl=es
La primera edición constó de 100 ejemplares.