Mujeres limpian el lago de Atitlán mientras empresas y autoridades evaden responsabilidad
Créditos: La jornada de limpieza realizada en la orilla del lago de Atitlán en San Pedro La Laguna permitió la extracción de 1,500 libras de desechos. Foto de Alex PV
Las Guardianas del Lago y el colectivo Tz’unun Ya’ organizaron una jornada de limpieza terrestre y subacuática en la cuenca del lago de Atitlán, en el municipio de San Pedro La Laguna, el pasado 8 de febrero, una labor que han realizado durante los últimos 16 años.
Esta jornada permitió la extracción de 1,500 libras de desechos mientras autoridades gubernamentales y empresas privadas evadieron responsabilidades.
Por Alex PV
Una mañana de sábado mientras el sol se asomaba entre los volcanes Tolimán y San Pedro, alrededor de las ocho de la mañana, un grupo de mujeres del pueblo Tz’utujil se reunió en el embarcadero con dirección a Panajachel, Sololá. De fondo, el cerro Rostro Maya de San Juan La Laguna se recortaba en el horizonte, mientras un grupo de buzos, vestidos de negro, se preparaba para sumergirse. Sus movimientos eran interrumpidos por turistas y comunitarios que, curiosos, se detenían a tomarse fotografías con ellos.
Las Guardianas del Lago y el colectivo Tz’unun Ya’ han realizado una labor durante los últimos 16 años. Foto de Alex PV
El grupo de buzos junto a mujeres del pueblo Tz’utujil de San Pedro La Laguna. Foto de Alex PV
“Ante esta crisis ambiental, miembros del municipio se organizaron para realizar jornadas de limpieza periódicas cada mes, labor que han mantenido desde entonces”, manifiesta Nancy González, defensora de derechos humanos y actual coordinadora del colectivo Tz’unun Ya’.
En 2023, el colectivo produjo un documental que recoge la voz de mujeres y hombres mayas Tz’utujil, exponiendo su resistencia y defensa del territorio frente a la degradación ambiental.
Nancy González, actual coordinadora del colectivo Tz’unun Ya’. Foto de Alex PV
El documental reconoce el esfuerzo de todas las personas que han extraído toneladas de basura del lago, destacando especialmente la participación de las mujeres, quienes constituyen la mayoría dentro del colectivo. Por esta razón, el documental fue titulado “Guardianas del Lago”, en honor al compromiso y la labor voluntaria de las mujeres en la protección del lago.
Conoce más detalles acá: https://prensacomunitaria.org/2023/11/un-documental-llamado-las-guardianas-del-lago/
El colectivo menciona que buscan generar debates a partir de estas acciones para proteger el lago de la contaminación desenfrenada. En esta jornada, que se realizó el 8 de febrero, participaron 55 buzos de la división de rescate de los Bomberos Voluntarios de Guatemala, conocidos como hombres rana.
Durante la limpieza subacuática, los buzos recuperaron 692 libras de desechos del fondo del lago, incluyendo 60 llantas, botellas de vidrio, desechos metálicos y algas. Mientras tanto, en la limpieza terrestre, las Guardianas del Lago recolectaron 808 libras de residuos en las orillas del lago.




Los buzos recuperaron 692 libras de desechos del fondo del lago. Foto de Alex PV
Las Guardianas del Lago recolectaron 808 libras de residuos en las orillas del lago. Foto de Alex PV
Dos mujeres cargan sus costales mientras recogen las basuras en la orilla del lago Atitlán en San Pedro La Laguna. Foto de Alex PV
En total, la jornada permitió la extracción de 1,500 libras de desechos, contribuyendo significativamente a la recuperación del ecosistema del lago de Atitlán. Además de la limpieza, esta actividad busca generar conciencia sobre la importancia de la responsabilidad extendida del productor y la urgente necesidad de reducir la contaminación en el lago.
Dos mujeres cargan sus costales mientras recogen las basuras en la orilla del lago Atitlán en San Pedro La Laguna. Foto de Alex PV
¿Qué es la responsabilidad extendida del productor?
La Responsabilidad Extendida del Productor (REP) es el principio por medio del cual los productores mantienen un grado de gravamen por todos los impactos ambientales de sus productos a lo largo de su ciclo de vida, desde la extracción de las materias primas, pasando por la producción y hasta la disposición final del producto como residuo en la etapa de posconsumo.
Según Josué Chavajay, miembro del colectivo Tz’unun Ya’, este final del ciclo del productor en nuestro país no se calcula. Ellos solo calculan la extracción de la materia prima, lo que en economía se conoce como externalidades negativas, cuyas consecuencias terminan pagando las comunidades, afectando su salud y la vida del lago.
En Guatemala la REP no tiene una ley específica completamente desarrollada, pero sí existen esfuerzos regulatorios y marcos normativos que abordan algunos aspectos de la gestión de residuos.
Las Guardianas del Lago han asumido un compromiso con el agua, principalmente con el lago de Atitlán. Foto de Alex PV
Uno de los marcos más populares es la Ley de Gestión Integral de Residuos (Decreto 27-2020), que busca establecer mecanismos para la gestión de residuos en todo el país. Esta ley incluye el concepto de responsabilidad del productor sobre los artículos que generan residuos, especialmente en sectores como el de plásticos, objetos electrónicos, envases y empaques. La ley promueve que los productores sean responsables del manejo adecuado de los residuos derivados de sus productos una vez que estos lleguen al final de su vida útil.
Aunque la ley establece la necesidad de que los productores se involucren en el reciclaje y tratamiento de su mercancía, el concepto de responsabilidad extendida del productor como una obligación legal formalizada a nivel nacional aún está en proceso de implementación en términos completos, y no está tan desarrollado como en otros países.
Si bien existen estas normativas, la falta de responsabilidad de estas empresas se ven reflejadas de sus desechos en la cuenca del lago como también en otros espacios, manifiestan los miembros del colectivo Tz’unun Ya’.
Una foto de dos mujeres mientras se cierra la jornada de limpieza. Foto de Alex PV
Las mujeres y su conexión con el lago
Tener un cuerpo de agua contaminado por desechos también afecta al cuerpo y a la salud, ya que la mayoría de los pobladores consumen peces y cangrejos provenientes del lago.
En su defensa, son principalmente mujeres quienes alzan la voz, mujeres que, además de realizar labores domésticas, ven en el lago un significado que va más allá de un bien natural: tiene un valor espiritual y cosmogónico. Son ellas quienes mantienen una conexión más cercana con el lago y manifiestan que, si no lo hacen ellas, nadie más lo hará, ni la municipalidad, ni las instituciones, ni el gobierno.
Clara Juárez, de las Guardianas del Lago, indicó que su principal motivación para participar en estas acciones comunitarias es su madre, quien hace 16 años comenzó a involucrarse en la causa. Con el tiempo, ella también se sumó, denunciando la falta de apoyo de los gobiernos municipales anteriores. “El agua es vida, es deber de todos cuidar del lago y generar conciencia a nivel municipal y entre los visitantes”, indicó.
La relación de las mujeres con el lago es básica en la cotidianidad del pueblo Tz’utujil de San Pedro La Laguna. Foto de Alex PV
¿De quién es la responsabilidad de la basura en el Lago de Atitlán?
Existen varios factores y la falta de coordinación entre actores ha agravado la contaminación del lago. Sin sistemas efectivos de recolección de basura, falta de educación ambiental y escasas sanciones para quienes contaminan, situación que sigue siendo un desafío.
Población local y visitantes
Los habitantes de los municipios alrededor del lago, así como los turistas, tienen un papel clave en la generación y manejo de residuos. Muchas veces, la falta de educación ambiental y de infraestructura adecuada lleva a que los desechos terminen en el lago.
En épocas de lluvia se evidencia aún más que la basura también proviene de otros municipios del lago. El aire y la corriente arrastra los desechos hacia las cuencas de San Pedro La Laguna. El colectivo menciona que la mayoría de la basura transportada por la corriente proviene del vertedero clandestino conocido como El Picacho, ubicado en San Jorge La Laguna.
Una sonrisa nunca faltó durante la limpieza del lago de Atitlán. Foto de Alex PV
Municipalidades
Los gobiernos municipales son responsables de la recolección y gestión de los residuos sólidos en sus territorios. Sin embargo, muchas municipalidades carecen de recursos, infraestructura o voluntad política para implementar un sistema eficiente de manejo de desechos.
En Guatemala, el Código Municipal (Decreto 12-2002) establece que las municipalidades son responsables de la gestión de los desechos sólidos en sus jurisdicciones. Esto incluye la formulación y coordinación de políticas, planes y programas relacionados con la recolección, tratamiento y disposición final de residuos.
Empresas y productores
Las empresas, como principales productoras de envases plásticos, empaques y otros productos desechables, también tienen una responsabilidad en la gestión de estos residuos. Sin embargo, su aplicación en Guatemala sigue siendo limitada, lo que se evidencia en la gran cantidad de plásticos que se recolectan mensualmente en el lago.
Gobierno central
El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y otras instituciones del gobierno tienen la obligación de establecer políticas y regulaciones para la gestión de residuos y protección del lago. Sin embargo, la falta de cumplimiento y supervisión ha dificultado su efectividad.
Chavajay manifiesta que es responsabilidad del gobierno promover un ambiente sano y destaca la urgencia de implementar una ley de aguas. Señala que el Estado ha sido laxo y permisivo en el tema de la contaminación, y que la falta de una ley de aguas es uno de los principales problemas que enfrenta el país en la actualidad. Aunque puede haber voluntad política, no se ha visto un compromiso real para abordar el tema de manera efectiva
El trabajo del colectivo Tz’unun Ya’
Llevan 16 años organizándose para la defensa y revitalización del Lago de Atitlán, contribuyendo significativamente con el trabajo voluntario de sus miembros. Uno de los logros más recientes ha sido la liberación de 7 kilómetros de playas y la protección de la arena, que cumple una función biológica esencial para proteger las playas de plásticos y otros contaminantes. Como acciones próximas, pretenden sembrar árboles nativos en la cuenca del lago y en otros espacios para fortalecer las áreas verdes y saludables.
Las mujeres también se han involucrado en el proceso de reforestación para proteger las playas. Foto de Alex PV
“Es momento de pensar en colectivo. Son formas de resistencia. Tal vez nuestros padres se equivocaron, nosotros también, pero ahora es momento de pensar en nuestros hijos”, concluye Chavajay.
La limpieza organizada por la comunidad se realizó en dos turnos, la primera jornada fue ejecutada por el grupo de buzos que comenzaron a las ocho de la mañana y finalizaron a mediodía. Las mujeres continuaron la operación de limpieza a partir de las dos de la tarde a las cuatro y media también realizando acciones de extracción de desechos.
En el embarcadero, con rumbo a Santiago Atitlán, cerraron el día con un gesto de hermandad: ofrecieron un vaso de café a todos los que participaron en la limpieza. Para las Guardianas del Lago fue una jornada más que se ha realizado durante 16 años consecutivos cuidando el manto acuífero.