Muestra fotográfica No Olvidamos

Los 41 rostros de las adolescentes víctimas de femicidio en la masacre del Hogar Seguro Virgen de la Asunción

Antecedentes:

Más de sesenta niñas entre 13 y 17 años, intentaron huir el 7 de marzo del Hogar Seguro “Virgen de la Asunción“, un hogar estatal obligado a darles resguardo, protección y abrigo. Era un infierno el que estaban viviendo ahí. Había denuncias desde el 2013 de que en este lugar, eran víctimas de violencia sexual, violencia física, abortos forzados, administración de fármacos y sedantes, comida en descomposición y torturas, incluso de una red de trata. Las voces provenientes de instancias de derechos humanos, de una jueza, medios de comunicación y de las mismas niñas no fueron tomados en cuenta.

Cuando pensaron que habían logrado salir de ese infierno, inmediatamente la policía las atrapó, el mismo presidente Jimmy Morales reconoció que se ordenó enviar a 100 policías extras, incluyendo antimotines, quienes se quedaron en el lugar reprimiéndolas.

En la noche del día 7 de marzo, las autoridades del Hogar, la administración de la Secretaría de Bienestar Social de la presidencia (SBS), la Procuraduría General de la Nación (PGN)y la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), decidieron dejarlas bajo custodia y responsabilidad de la Policía Nacional Civil.

En la madrugada del 8 de marzo, a las 56 adolescentes las encerraron bajo llave en un salón de clases que mide 6.8 x 7 metros. Les dieron escasos colchones sin cobijas para dormir y no tuvieron acceso a servicio sanitario, por lo que improvisaron ellas mismas una letrina ahí dentro. A las 8: 45 de la mañana, después de llevarles el desayuno, inicia un incendio. Algunos medios y versiones oficiales afirman que ellas mismas quemaron una colchoneta para llamar la atención, sin embargo esto aún debe investigarse.

Durante más de 9 minutos fueron expuestas a altas temperaturas, más de 300 grados centígrados, quemaron sus cuerpecitos, y pese a los gritos de auxilio no las dejaron salir.

Las monitoras y los policías no hicieron nada más que amedrentar y amenazar a los jóvenes albergados en otros módulos que querían ayudar. A los cuerpos de socorro se les negó el acceso como lo denunció un oficial bomberos, y los familiares en las afueras pedían desesperadamente entrar y los antimotines impidieron el paso. Nadie pudo hacer nada.

41 niñas murieron a causa de las quemaduras y asfixia por inhalación de monoxido de carbono. Otras 15 sobrevivieron con graves quemaduras en todo su cuerpo y amputaciones de extremidades y rostro.

Actualmente se lleva un caso penal en contra de 12 funcionarios públicos que pudieron haber evitado esta masacre y no lo hicieron. 8 de ellos han sido enviados a juicio oral y público y los otros cuatro, ni siquiera ha finalizado la primera declaración.

No olvidamos

La campaña global #NosDuelen56, publicó en el 2017, las ilustraciones de los rostros de las 41 niñas víctimas mortales. Este fue el resultado de la contribución de 58 artistas de México, Argentina, Francia, Italia, España y Guatemala, quienes las ilustraron a través de sus propias técnicas.

Esta muestra digital de fotografías llamada “No Olvidamos” es el resultado del esfuerzo realizado por parte del colectivo 8 Tijax y Prensa Comunitaria, quienes durante estos dos años, hemos ido conociendo las historias de cada una de las adolescentes y recuperando elementos que nos hagan recordarlas siempre.

Cada nombre tiene un rostro, un rostro que no debe olvidarse jamás. Un rostro que fue borrado a través de la indiferencia, el rechazo, el machismo y el odio. Ellas son las 41 niñas víctimas del Estado de Guatemala, a quienes rendimos un homenaje para no olvidar jamás.

  1. Achly Gabriela Mendez Ramírez (15 años)

2. Ana Noemy Morales Galindo (16 años)

3. Ana Roselia Pérez Junay (14 años)

4. Ana Rubidia Chocooj Chutá (14 años)

5. Candelaria Melendrez Hernández (17 años)

6. Celia María Samary López Aranda (15 años)

7. Daily Analí Domingo Martínez (15 años)

8. Daria Dalila López Meda (16 años)

9. Estefany Sucely

10. Grindi Yasmin Carías López (16 años)

11. Grisna Yamilet Cú Uluan (15 años)

12. Hashly Angely Rodriguez Hernandez (14 años)

13. Indira Jarisa Pelicó Orellana (17 años)

14. Iris Yodenis León Pérez (14 años)

15. Jaquelyn Paola Catinac Pérez (15 años)

16. Jilma Sucely Carias López (15 años)

17. Josselyn Marisela Garcia Flores (16 años)

18. Keila Rebeca López Salguero (17 años)

19. Kimberly Mishel Palencia Ortíz (17 años)

20. Lilian Andrea Gómez Arceno (13 años)

21. Luisa Fernanda Joj Gonzalez (16 años)

22. Madelyn Patricia Hernández Hernández (14 años)

23. Melani Yanira de León Palencia (15 años)

24. Mari Carmen Ramírez Melgar (14 años)

25. Mayra Haydeé Chután Urias (16 años)

26. Milenie Eloísa Rac Hernández (17 años)

27. Mirsa Rosmeri López Tojil (16 años)

28. Nanci Paola Vela García (15 años)

29. Rosa Julia Espino Tobar (16 años)

30. Rosalinda Victoria Ramírez Pérez (15 años)

31. Sara Noemy Lima Ascón (17 años)

32. Sarvia Isel Barrientos Reyes (14 años)

33. Silvia Milexi Rivera Sanchez (17 años)

34. Siona Hernández García (17 años)

35. Skarleth Yajayra Pérez Jiménez (15 años)

36. Wendy Anahi Vividor Ramírez (16 años)

37. Yemmi Araceli Ramírez Siquín (15 años)

38. Yohana Desire Cuy Urizar (15 años)

39. Yoselin Beatríz Ventura Pérez (15 años)

40. Yoselin Yamilet Barahona Beltrán (15 años)

41. Yusbelí Yubitza Merary Maquin Gómez (14 años)

Ruda

RUDA surgió en 2017 entre reuniones e ideas del consejo editorial de Prensa Comunitaria bajo la necesidad urgente y latente de tener un espacio digital en dónde evidenciar, publicar y visibilizar las luchas de las mujeres. Mantener la memoria VIVA de casos históricos como el Caso Molina Theissen, el caso de las abuelas de Sepur Zarco y el Caso de las 56 niñas en el Hogar Seguro Virgen de La Asunción. Un espacio sembrado y formado con miradas feministas, comunitarias y sobretodo resilientes ante la violencia contra las mujeres en el mundo. En noviembre de 2018 accedimos a un pequeño fondo del Fondo de Acción Urgente - FAU, en un encuentro entre activistas, abuelas, jóvenes, indígenas, mestizas, brujas, chamanas, ancestras, sanadoras y defensoras del territorio de Abya Yala en Paraguay, nos dimos cuenta de la necesidad de cómo y porqué visibilizar esas luchas históricas de las defensas de los territorios por las mujeres y trascender de lo nacional a lo continental, colocarles nombre, historicidad, palabra, amor, ternura, arte y sobretodo una memoria viva que mantenga presentes nuestras luchas en el mundo y la era digital, pero que también nos llevó al camino de reencuentro consciente con nuestros cuerpos y territorios personales como fundadoras de la revista.

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