Las niñas y adolescentes demandan el cese de las violencias en su contra

Créditos: Juan Rosales

Con mensajes en carteles, música, coreografías y arte, un grupo de niñas denunciaron las prácticas machistas que violan sus derechos y la desigualdad que limita el acceso a la educación, sobre todo en comunidades rurales donde se ven obligadas a abandonar la escuela y tienen que trabajar, para ayudar a sus padres, cuando terminan de estudiar el nivel primario.

Por Prensa Comunitaria

En el marco del Día Internacional de la Niña, que se celebra el 11 de octubre, la institución educativa Fe y Alegría realizó una movilización para concientizar sobre la violencia en contra de ellas, en un acto realizado en la Plaza de la Constitución, también conocida como la “Plaza de las Niñas”, donde recordaron a las 41 niñas que murieron quemadas en el Hogar Seguro “Virgen de la Asunción”.

Sofía Gutiérrez, responsable de acción pública de la institución Fe y Alegría, informó que la campaña “Sanas y Salvas” tuvo como objetivo rechazar la violencia en contra de esta población y crear espacios seguros para ellas. La institución cuenta con 56 centros educativos en todo el país, que forma a aproximadamente 9 mil niñas a nivel nacional.

A través del arte, las juventudes nombraron la precaria situación de las niñas en Guatemala. Foto: Juan Rosales

Con mensajes en carteles, música, coreografías y arte, las niñas denunciaron las prácticas machistas que violan sus derechos, y la desigualdad que limita el acceso a la educación, sobre todo en comunidades rurales donde las niñas y adolescentes se ven obligadas a abandonar la escuela y tienen que trabajar, para ayudar a sus padres, cuando finalizan de estudiar el nivel primario. La falta de establecimientos educativos también es un problema, denunciaron.

Aprovecharon para denunciar el matrimonio infantil, ya que muchas adolescentes son obligadas a casarse cuando aún no cumplen los 18 años. En Guatemala, mantener relaciones sexuales con una niña menor de 14 años es un delito, de acuerdo con la Ley contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas, aprobada en el 2009.

De acuerdo con la Mesa a Favor de las Niñas y Adolescentes en Guatemala, el país ocupa el quinto lugar en matrimonios y uniones infantiles a nivel de latinoamericano y del Caribe.

En tanto, el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (OSAR) denunció recientemente que de enero al 30 de agosto de 2022 se han registrado 1 457 casos de niñas embarazadas menores de 15 años.

Casarse a temprana edad no les permite a las niñas y adolescentes continuar con sus estudios y es ahí donde empieza la pobreza, por eso es necesario que las niñas tengamos mejores oportunidades de educación, laborales y económicas, que podamos crecer en espacios seguros, indicó Ana María Chivalam, quien participa en el programa “Niñas Colibrí” de Fe y Alegría.

Gutiérrez dijo que el mensaje es que las niñas y adolescentes no quieren callar y piden a la sociedad que haga un alto a la violencia en su contra, que se manifiesta de diferentes formas, a veces solapada y que les limita desarrollarse plenamente.

Fe y Alegría impulsa un programa llamado “La Luz de las Niñas”, por medio del cual visibiliza esta violencia y cómo limita sus oportunidades. Para contrarrestar eso, impulsan programas que promueven espacios seguros y que ellas trabajen en su autoestima, porque consideran importante que se sientan valiosas y valoradas y que a través de esos programas puedan elegir su futuro y tengan libertad de decidir quién quieren ser, dijo Gutiérrez.

Al finalizar la actividad, las niñas colocaron una ofrenda en el altar de las niñas del hogar seguro, Virgen de la Asución. Foto: Juan Rosales

Al finalizar la actividad, las y los estudiantes realizaron una ofrenda en el altar de las 41 niñas que fueron quemadas mientras estaban bajo el cuidado del Estado en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, el 8 de marzo de 2017, un crimen que hasta la fecha sigue impune, ya que los únicos acusados por el hecho aún no han enfrentado juicio y siguen retrasando el caso en Tribunales.

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RUDA surgió en 2017 entre reuniones e ideas del consejo editorial de Prensa Comunitaria bajo la necesidad urgente y latente de tener un espacio digital en dónde evidenciar, publicar y visibilizar las luchas de las mujeres.

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