Las mujeres se enfrentan a un gobierno señalado de corrupción
Alejandro Eduardo Giammattei Falla es médico de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Tiene dos hijos y una hija. Antes de ser presidente de Guatemala fue director del sistema penitenciario y gerente de la Empresa Municipal de Agua. También estuvo en la cárcel acusado de ejecución extrajudicial, por el caso Pavón.
Para llegar a la presidencia participó en cuatro elecciones, hasta que finalmente fue elegido para gobernar el período de 2020-2024.
En su primer año de mandato, inició la pandemia de COVID-19. Desde entonces diversos acontecimientos han marcado su presidencia y generado el rechazo de la población.
Aunque las ciudadanas han tachado de corrupta la administración de Giammattei, por la ineficiencia en el manejo de la pandemia reflejada en la falta de una campaña masiva y pluricultural para las jornadas de vacunación, este escenario no han sido el único que ha puesto la lupa sobre el presidente. También lo han hecho investigaciones en medios internacionales como El Faro, que han detallado un posible soborno recibido por constructoras para financiar su campaña electoral, así como la protección hacia el proyecto minero Fénix estableciendo estados de sitio en El Estor, Izabal, como lo comprueba la investigación Mining Secrets realizada por 65 periodistas de distintas partes del mundo.
Un estado cooptado
“Ha sido evidente que hay corrupción, una en la financiación de campañas y la segunda que responde a la coyuntura durante la pandemia del COVID-19. Evidencias que desde los últimos gobiernos han sido parte de la cooptación, y que no solo las élites lo hacen sino el mismo gobierno central está cooptado”, manifiesta Gabriela Carrera, politóloga.
Para que este escenario de corrupción se esté dando en el país hay piezas claves, de acuerdo con Carrera. “Obviamente existe una alianza criminal, no puede existir corrupción sin impunidad”.
La diputada de la bancada Winaq, Sonia Gutiérrez Raguay, concuerda que hay situaciones que demuestran cooptación y corrupción.
“Estamos llegando en un estado de dictadura cuando vemos que todas las instituciones del estado están cooptadas, y prueba de ello es la renuncia de la jueza Erika Aifán, un claro exilio en virtud de toda la criminalización y persecución con los fiscales. Estamos llegando a un momento crítico en el que se quiere limpiar la mesa y sacar a todos aquellos que han trabajo y luchado contra la impunidad”.
Mujeres valientes contra la impunidad
A esto hay que sumarle que cuatro exfiscales de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) y una ex abogada de la extinta Comisión Contra la Impunidad (CICIG) han sido perseguidas penalmente y sus casos se encuentran bajo reserva. Por el momento han logrado medidas sustitutivas.
Así como ellas, Nanci Sinto y Dulce Archila, activistas que han expresado su descontento en manifestaciones, han sido criminalizadas por alzar la voz en las manifestaciones del 21 de noviembre de 2020.
El hecho de que varias mujeres estén siendo perseguidas permite el ejercicio de violencia, así lo explica Carrera: “hay una fuerte misoginia y una forma diferente de violencia, la violencia política. Es una violencia machista que busca regresar a las mujeres ‘a su lugar’, porque socialmente se identifica que las mujeres no pueden meterse en la política”.
Además, la valentía que ha surgido de estas mujeres también ha representado un aporte distinto en la política. “Muchas abogadas han puesto el cuerpo, y definitivamente han sido valientes. Por su trabajo y esa batalla campal que tenemos ahora: inmovilizar a las mujeres guatemaltecas en la búsqueda de sus derechos que no solo son sectoriales para las mujeres, sino de beneficio global para todas las personas.”
Las mujeres han estado en la defensa del Estado de Derecho. Juezas como Yassmin Barrios y Erika Aifán. Eso es algo que se debe reconocer, según la diputada, por lo que es valioso no dejarlas solas en este momento, menciona.
Crisis de legitimidad en el gobierno
Con los señalamientos hacia el presidente, se ha utilizado como vía de comunicación al vocero de la presidencia o comunicados de prensa, prefiriendo no presentarse él mismo. Incluso ha rechazado entrevistas a medios como CNN. Por otro lado, para las persecuciones a profesionales del derecho, sencillamente ha callado o visto con buenos ojos las acciones que ha realizado la fiscal general, Consuelo Porras, contra abogadas, activistas y artistas.
“Se está consolidando ese pacto criminal, y en cuanto a la corrupción ya estamos tocando fondo en este país. Vamos a empezar a notarlo, ya vimos varios funcionarios que han tenido que exiliarse porque no hay garantías para su vida. Estamos llegando a tiempos oscuros. Se nota que se quiere quitar toda aquella persona que se oponga a este gobierno, callarlos y expulsarlos del país”, recalca la diputada.
El terreno para la justicia en Guatemala parece tener un camino poco iluminado ante estos escenarios que comparten las entrevistadas.
Así se compra un Estado. Cómo una minera rusa corrompió todos los poderes en Guatemala es una de las investigaciones periodísticas que destacan cómo el proyecto minero Fénix de la empresa Solway, el gigante ruso-suizo, no paró de extraer níquel aunque tuviera una orden de detener operaciones. Los documentos filtrados comprueban que la empresa destinó fondos para la gasolina de la policía que llegaba al lugar para proteger los intereses de la minera. Asimismo, se explica cómo se dieron los Estados de Sitio dictados por el presidente Giammattei.
Otra polémica del gobierno de Giammattei ha sido la compra de 16 millones de dosis de vacunas Sputnik V a la empresa rusa Human Vaccine, cuando se hizo hasta un cambio en la ley para dar el dinero de forma anticipada y después recibir las vacunas. Ese trato tampoco incluyó el gasto de transporte para poder traer las vacunas a Guatemala.
En noviembre de 2021 la población guatemalteca buscaba la no aprobación del Presupuesto Nacional promovido por el presidente Alejandro Giammattei. Este presupuesto era rechazado por disminuir recursos a programas de combate a la desnutrición, a la PDH y a programas para las mujeres, mientras que aumentaba el presupuesto del Congreso. Lo que despertó el rechazó y después de ese suceso se han perseguido a mujeres que se manifestaron ese día.
Estos son algunos momentos que han marcado fuertes señalamientos contra el presidente Giammattei, al que solo le queda un año y nueve meses en el poder. Y donde mujeres han dado una muestra de su fuerza y lucha para alcanzar la justicia en el país.
