La comunidad diversa resiste desde la memoria histórica

El primer Desfile del Orgullo LGBTIQ+ en Guatemala se realizó en 1997, para conmemorar a María Conchita, una trabajadora sexual asesinada en la zona 1 de la ciudad capital. A partir de entonces, colectivos y organizaciones defensoras de los derechos LGBTIQ+  han marchado para exigir sus derechos, combatir discursos violentos y la desinformación alrededor de la diversidad sexual, así como hacer memoria de quienes   murieron a causa de crímenes de odio en el país.

 

En la actualidad, el desfile del Orgullo LGBTIQ+ es una oportunidad para que la comunidad diversa se haga ver y escuchar, pues se abrió paso en un país conservador como Guatemala a través de la organización colectiva y el activismo político que cada vez se nutre con más participantes.

 

Aquí hemos estado

La diversidad sexual es un tema que se ha destacado  en el contexto electoral actual en Guatemala,  por la desinformación alrededor de la Agenda 2030 que varias candidatas y candidatos han compartido como una estrategia para conseguir el voto consevador; además porque elpresidenciable Bernardo Arévalo del Movimiento Semilla, decidió acompañar a su hija el día de su boda con otra mujer. 

 

A raíz de este contexto, desde las posiciones y discurso conservador  del país, se describe a la diversidad sexual como “una moda extranjera” y seha utilizado para hacer campaña negra en contra de la oposición política. Pero la diversidad sexual en Guatemala tiene una historia amplia que data de mucho tiempo atrás. 

 

Santiago Xitumul, estudiante de Ciencias de la Comunicación, comenta cómo desde las crónicas de los frailes durante la época colonial, se documentó  que existían otro tipo de relaciones sociales y afectivas en las sociedades prehispánicas.   “Aquí hemos estado y vamos a seguir estando. Y si una de las formas de hacernos presentes y recordarle al Estado de Guatemala y recordarle a la sociedad que aquí seguimos, es el Pride, entonces lo seguiremos haciendo”, enfatiza Santiago

 

La comunidad LGBTIQ+ ha atravesado diversos atentados con el fin de erradicar su existencia de la historia. Durante la época colonial, se realizó a través de la quema de textos o sanciones a prácticas sobre el  tema. Mientras que en la actualidad se les criminaliza, estigmatiza y marginaliza para silenciarlos.

 

Ante estos vacíos, la comunidad LGBTIQ+ ha iniciado diversas iniciativas que buscan mantener viva su memoria. Una de ellas es la Hemeroteca Histórica de la Memoria Trans, un proyecto de la Organización Trans Reinas de la Noche (OTRANS). En ella, se reúnen las historias de mujeres trans desde mediados del siglo XX hasta la actualidad. Es un esfuerzo en colectivo que busca rescatar sus historias y documentar su existencia en el país. 

 

La Hemeroteca Histórica de la Memoria Trans: “Sin Memoria no hay Historia” cuenta con 56 historias de mujeres trans. OTRANS, además, se encuentra aún completando los perfiles y vivencias de otras 48. “Se suele creer que ser trans es una moda, que es una influencia del extranjero”, explicó Luis Velásquez de OTRANS durante la inauguración. Pero proyectos como este demuestran que las personas LGBTIQ+ siempre han existido y resistido. 

 

La memoria de Guatemala

 Guatemala tiene mucha historia acerca de la diversidad sexual, sin embargo pocos la conocen y por lo general se prefiere conmemorar desde una versión similar a la que se hace en Estados Unidos o Europa.. 

Para Santiago, memoria e identidad están relacionadas también en la diversidad, “en esta sociedad estar vivos pareciera ser algo simple, pero cada día hay discursos de odio y violencia en contra de nuestras comunidades. Al momento de plantearnos formas de celebrar nuestra vida, debemos tomar en cuenta los distintos ejes transversales que posicionan a la memoria histórica, tanto de las diversidades, como de los pueblos originarios porque somos una realidad, y lo hemos sido desde antes de una agenda y desde antes de un partido político”, concluyó Santiago.

 

Jimena Porres

Comunicadora, aspirante a periodista y feminista en constante formación. Amante del cine, la música y la literatura. Partidaria del arte que nos hace detenernos, sentir y repensar.

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