Isabel Matzir: «mientras estemos vivas seguiremos en la lucha y la resistencia»
Por: Campaña Palabras de las Hijas del Mayab´
Entrevista a Isabel Matzir, defensora de los territorios y de la madre tierra
¿Qué me hace ser mujer maya?
Mi origen, mi cultura maya, que no es uno o dos elementos, tiene varios elementos como historia: el origen de mis padres, mi nombre, mi apellido, mi idioma, la espiritualidad, el área geográfica donde me desenvuelvo, mi indumentaria maya, todo lo que es la ciencia, la cosmogonía de mi cultura.
¿Cómo promuevo la defensa de la vida?
La promovemos siendo conscientes de nuestros bienes naturales, haciendo un buen uso de ello, defendiéndolo desde lo legal, hasta donde el Sistema del Estado lo permita.
Defendemos la vida de diferentes formas, ofrendamos nuestra libertad, nuestra propia vida, nuestra propia familia. Defenderla a pesar de las persecuciones que nos amenazan como defensoras de los derechos colectivos e individuales.
Todos cohabitamos en este mismo planeta, es responsabilidad de todas y todos cuidarlo y defender nuestros bosques, la vida de los animales y la vida misma.
Debemos usar lo adecuado para nuestra existencia, de ninguna forma verlo como mercancía o ganancia.
¿Quiénes son los más afectados?
Las comunidades de las áreas rurales, los indígenas, reconocemos que esta pobreza es provocada por el mismo Estado que nos gobierna, la justicia alcanza solo a los descalzos, llega a afectar de una manera directa e inmediata. Nuestra participación social y política como mujeres es gravemente afectada, venimos denunciando en diferentes lugares, a los medios de comunicación corporativa, que se prestan a invisibilizar nuestras demandas.
Mientras estemos vivas seguiremos en la lucha y la resistencia, uniendo los esfuerzos de las hermanas que defienden el territorio. Los pueblos seguimos organizados, porque cuando el pueblo calla, ellos fortalecerán su matanza con nuestras vidas.
Debemos romper con este miedo a la intimidación, ellos buscan estrategias para paralizarnos, lo que ellos quieren lograr con nuestros pueblos es el rompimiento del tejido en las comunidades, no tenemos la suficiente valentía de continuar en estas luchas en la defensa de la madre tierra, por el miedo que nos han impuesto.
Nuestra misión es la defensa de toda la vida, no defendemos la lucha a través de comentarios, sino que estamos en el terreno donde se encuentra la verdadera lucha de vivir y el riesgo que corremos al estar allí.
Tu lucha está en los diferentes espacios en los que te desenvuelves.
¿Qué acciones han realizado como defensoras?
Hemos venido denunciando a las diferentes instituciones como la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), Policía Nacional Civil (PNC), la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Hemos logrado que la población se interese en informarse de lo que implica tener una empresa minera en la comunidad.
Por ejemplo Alta Verapaz es el lugar donde se operan más hidroeléctricas, que dieron inicio hace 20 años, este departamento se ha convertido en el más pobre, el 66 % de la población no cuenta con energía eléctrica a causa del empobrecimiento de las empresas, hacia las comunidades.
Mi resistencia no solo ha sido en la defensa del territorio, sino recuperar algunas prácticas de nuestra historia, consientes de recuperar los elementos de nuestra cultura, trabajar y fortalecer nuestra identidad Mayab’, la cosmovisión, ver en la naturaleza mi ser, empoderarnos bien para defender la madre tierra y territorio.
Esto ha sido un trabajo fuerte en familia, mis hijas desde pequeñas dejaron de creer en este Estado injusto que arrebató su infancia al lado de su padre Bernardo Caal.
Hoy mis hijas son las semillas que estamos dejando al frente de estas luchas, hoy más que nunca la unión familiar es más consciente de la realidad en la que vivimos.
¿Cómo inició en la defensa del territorio?
Inicié la defensa del territorio más o menos hace 16 años, acompañando las luchas en los diferentes espacios, trabajando los derechos a la educación, solicitando becas especialmente a las mujeres para que reciban formación de la cultura maya, el volaramiento de su indumentaria e idioma.
Defender la vida es mi inspiración, me complementa y enriquece mi ser, mi corazón. El espíritu de la lucha vivirá a través del amor a nuestra madre naturaleza que sustenta la vida.
Como defensoras no siempre estaremos presente en estas luchas, lo que esperamos más adelante es que este mensaje se reproduzca de manera que la juventud se integre.
Somos defensores ante un estado cooptado, criminalista y clasista.
¿Qué pasa con el derecho a la vida? ¿Quién responde a esto?