Inicia juicio por el femicidio de Luz María
El debate público y oral por el femicidio de Luz María del Rocío López Morales inició ayer, 26 de julio. Dos testimonios y cinco peritajes fueron presentados con el fin de buscar una sentencia contra Jorge Zea, quien era su esposo.
El tribunal a cargo es el Segundo Pluripersonal de Sentencia Penal de Delitos de Femicidio y otras Formas de Violencia contra la Mujer y Violencia sexual, conformado por el juez presidente Roberto Pacay, una jueza vocal y un juez vocal. Como querellantes, estuvo presente el Ministerio Público (MP) y la Procuraduría General de la Nación (PGN) por los agravios cometidos hacia la hija de tres años de Luz María.
El argumento de apertura estuvo a cargo de la fiscalía del MP. El fiscal reconoció que Guatemala es un país donde la violencia machista continúa impactando la vida de las mujeres. El femicidio de Luz María fue el resultado del ciclo de violencia al que fue sometida por Jorge Zea.
Durante su intervención, el fiscal del MP narró la secuencia de hechos que culminaron en la muerte de Luz María. Cuando fue el turno de la defensa, Jorge Zea decidió abstenerse de declarar.
La espiral de violencia
La primera testiga en participar fue Ada Morales, mamá de Luz María. Junto a su esposo, Byron López, son querellantes adhesivos. Durante todo el proceso Ada fue acompañada por una psicóloga del Instituto de la Víctima.
En su testimonio, Ada Morales narró la llamada que Jorge Zea le hizo el 20 de enero del 2021, donde le anunciaba la desaparición de Luz María. En ese momento, inició una búsqueda incansable por encontrar a su hija. “Como ustedes comprenderán, una por sus hijos hace lo que sea. Yo intenté todo porque necesitaba saber”, dijo.
Zea no participó en la búsqueda de Luz María, según Ada Morales. Durante esta, vecinos y personas cercanas le comentaron haber sido testigos de hechos de violencia física en contra de su hija. En octubre de 2020, Luz María tenía la mano fracturada, hecho que atribuyó a haberse “caído mientras usaba tacones”. Su madre no le creyó porque siempre había sido muy buena manejándolos.
Luz María tenía preparada una denuncia por violencia en contra de Zea, la cual nunca presentó pero compartió con familiares.
Jorge Zea también buscaba controlar la vida privada de Luz María. “Escuchaba todas las noches las conversaciones que teníamos con mi hija por teléfono”, narró Ada Morales. “Tenía todas las claves de sus redes sociales, incluso de una cuenta que utilizaba para ventas”, afirmó. La Fiscalía señaló que Luz María fue víctima de una espiral de violencia cuya culminación fue su femicidio.
Al finalizar su intervención, Ada Morales solicitó al juez que el juicio sea un proceso rápido, puesto que es difícil para ella y su esposo recordar lo sucedido y brindar testimonios. En el sistema de justicia guatemalteco, casos como el de Luz María tardan años en obtener una sentencia.
Las intimidaciones
El segundo testimonio fue de Byron López López, padre de Luz María. Explicó que, desde el inicio del juicio, la familia de Luz María ha sufrido amenazas e intimidaciones. Vehículos sin placas y con los vidrios polarizados los persiguen. “Hace tres meses dispararon cerca de la casa”, narró. Indicó que estos hechos ya fueron denunciados.
López explicó que, durante una de las últimas audiencias, se encontraban fuera del juzgado con familiares y amigos. Un automóvil que transitaba por el lugar los amenazó a gritos. Las placas del vehículo estaban registradas a nombre del hermano de Jorge Zea, considera. También denunciaron estas acciones, “pero no se cuentan con suficientes pruebas”, lamentó.
El proceso
Al terminar los dos testimonios, el juez procedió a escuchar los peritajes conducidos por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF). Se presentarían cinco en total. En el primero, se identificó el vehículo que Zea conducía y durante el segundo, se comprobó la presencia de sangre y saliva en el mismo. El tercero fue dedicado a la identificación de huellas dactilares.
Mientras tanto, en las afueras del juzgado, la familia y amigas de Luz María esperaban el resultado de la audiencia. La batucada de las niñas de la Asociación Coincidir llegó a presentar su apoyo al proceso. Acompañadas de instrumentos, gritaban: “¡Luz María no te hemos olvidado, ahora nosotras hablaremos!”
Pero la presentación de peritajes no pudo ser completada por la ausencia de uno de los peritos. La audiencia fue pausada y continuará el jueves 28 de julio a las 9 de la mañana en el Juzgado de Femicidio ubicado en la zona 10 capitalina.