IM-Defensoras registra más de 6 mil agresiones contra defensoras de derechos humanos
El Registro Mesoamericano de Agresiones contra Defensoras realizado por la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras), expuso los datos preliminares de agresiones durante 2023 en El Salvador, Honduras, México y Nicaragua. Durante ese año 6 mil 214 agresiones se realizaron contra al menos 1 mil 188 defensoras y 73 organizaciones.
Por Violeta Cetino
En los países mesoamericanos el registro evidenció que 2 mil 87 de estas agresiones son de carácter personal, afectando así a 397 defensoras de derechos humanos. Dentro de las agresiones más comunes están el hostigamiento, la violencia psicológica, física o verbal; amenazas, vigilancia, monitoreo de las prácticas y acecho a la vida cotidiana de las defensoras. Destacó, además, que en el 10% de los casos también se agredió a personas cercanas a las defensoras. “Entre estas personas cercanas agredidas, una de cada tres (31%) fueron hijas, hijos y/o hijes”, resaltó el informe.
Sumado a esto, 3, 828 agresiones se cometieron de forma colectiva contra al menos 875 defensoras. A nivel regional las agresiones colectivas suponen un 62% de las agresiones totales y con frecuencia involucran violencia psicológica, física o verbal, hostigamientos y amenazas.
Las agresiones también contemplan campañas de desprestigio contra organizaciones y sus integrantes, hostigamientos y divulgación de hechos falsos relativos al accionar del equipo de la organización. De esa cuenta se registraron 299 agresiones dirigidas contra 73 organizaciones o grupos de defensoras de derechos humanos.
Respecto a 2022, en 2023 se identificó un incremento de 13% en el total de agresiones. El mayor peso que influyó en el incremento lo representa Honduras, “donde ese tipo de agresiones se triplicaron con relación al año precedente”, indicó el registro.
El mes más peligroso para las defensoras: marzo
De acuerdo con un análisis retrospectivo realizado por IM-Defensoras, durante los últimos años, el mes de marzo ha sido el mes que registra el aumento anual más elevado de agresiones contra defensoras de derechos humanos. De 2020 a 2023 la organización registró 2 mil 901 agresiones en México, Honduras, El Salvador y Nicaragua.
En su mayoría, las agresiones durante el mes de marzo son ejercidas contra activistas feministas que se manifiestan en el marco del 8M, Día Internacional de las Mujeres. En este contexto, la mayor cantidad de agresiones son dirigidas hacia quienes defienden los derechos de las mujeres, a quienes defienden el derecho a la información y la libertad de expresión con la cobertura periodística a las movilizaciones, y a quienes defienden el derecho de las mujeres a una vida sin violencia.
En El Salvador, durante el mes de marzo, se registraron actos de violencia digital contra defensoras feministas; en Honduras, aunque no se presenta un incremento, sí se muestra continuidad en el patrón de agresiones contra las defensoras de la tierra y el territorio y sus comunidades; en México la represión se dirige a contener la marea feminista en las calles, sobre todo en Guerrero, Ciudad de México y Michoacán. Y en Nicaragua, con cinco años sin poder manifestarse el 8M, las agresiones que se registraron están dirigidas contra defensoras de manera personal.
¿Quiénes y cómo ejercen agresión?
En continuidad con la tendencia histórica del registro, “en 2023 el Estado volvió a ser nuestro principal agresor”, mencionó el informe. Casi la mitad de las agresiones registradas (47%) en 2023 fueron perpetradas por sujetos estatales: autoridades públicas locales, estatales o federales/nacionales; agentes policiales o fuerzas armadas.
Por otro lado, uno de cada cuatro agresores fueron personas desconocidas, tanto físicas como virtuales.
Las formas de agresión registradas son distintas: diez mujeres defensoras fueron asesinadas en México, Honduras y El Salvador, entre ellas tres mujeres trans “que defendían el derecho a transgredir el orden de género y tres defensoras que buscaban a personas de su familia desaparecidas en diferentes estados de México”, mencionó el registro. También destacan los intentos de asesinato.
Según el registro, los agresores también recurren sistemáticamente al hostigamiento constante, amenazas, violencia psicológica, física y verbal. Asimismo, identificó modalidades de agresión que cobraron mayor relevancia, tanto por su incremento, como por los impactos generados en quienes las sufren y sus entornos.
Entre estos se encuentran los desplazamientos forzados, internos y externos; la criminalización para desprestigiar a las defensoras con divulgación de hechos falsos y campañas de desprestigio; violencia digital que también busca desprestigiar a las defensoras y su lucha, agresiones que involucran cuestionamientos o puesta en duda del liderazgo, credibilidad, profesionalidad o moral.
A decir de Im-Defensoras, “estos son datos que nos duelen. No obstante, frente a la violencia que nos rodea, desde nuestra diversidad hemos decidido unirnos en un pacto: el pacto de cuidarnos y cuidar nuestras luchas a través de la protección integral feminista”.