Guatemala 2023: crónica del año que recuperamos el futuro

Por Prensa Comunitaria 

Las elecciones generales de 2023 parecían condenadas al fraude y terminaron siendo una esperanza para Guatemala. Con la lucha contra la corrupción como bandera, una candidatura de bajo perfil, millones de votantes y un sinfín de movimientos y grupos sociales, liderados por las autoridades ancestrales de los pueblos indígenas, lograron ganar un pulso a los pactos de poder que pretendían consolidar su régimen de saqueo, impunidad y miedo.

El 2023 de Guatemala empezó el año antes, con el fraude en la elección a rector de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), y terminó el 15 de enero de 2024 a las 3 de la mañana, cuando Bernardo Arévalo asumió como presidente. En las urnas y fuera de ellas fue una sucesión de luchas que aún continúan.

En mayo de 2022 la elección abiertamente fraudulenta del rector de la USAC fue un anticipo de lo que esperaba a la elección presidencial del próximo año. La toma de las instalaciones de la única universidad pública de Guatemala por parte de los y las estudiantes universitarias, no sirvió para recuperar la institución y muchos de quienes participaron en las protestas siguen aún hoy perseguidos. 

El año 2023 arrancó con la criminalización de los estudiantes universitarios y las demandas de los pueblos maya de occidente en defensa de su economía. Pronto llegó la negativa del Tribunal Supremo Electoral (TSE) a inscribir las candidaturas de la lideresa maya Mam Thelma Cabrera y el exprocurador de Derechos Humanos Jordán Rodas. Siguieron los vetos a la participación de Roberto Arzú y Carlos Pineda, este último cuando lideraba las encuestas de voto para ser presidente. La población salió a las calles, pero sus movilizaciones no consiguieron revertir las decisiones del TSE, sospechoso de haber recibido sobornos del gobierno de Alejandro Giammattei.

Sin embargo, fueron los votantes quienes, el 25 de junio, rompieron el guión y dieron la espalda a Edmund Mulet -acusado pertenecer a una red de adopciones ilegales- y a Zury Ríos -hija del genocida Efraín Ríos Montt-, para llevar a la segunda vuelta a Bernardo Arévalo del partido Movimiento Semilla, un candidato socialdemócrata e hijo de un presidente revolucionario. Se enfrentaría a una veterana de la política guatemalteca ligada a casos de corrupción: la exprimera dama Sandra Torres.

Entre los grupos criminales y beneficiarios de la corrupción en el Estado saltaron las alarmas. Los esfuerzos por invalidar la candidatura de Arévalo e ilegalizar su partido comenzaron en julio de 2023 y se mantienen hasta hoy. 

El 20 de agosto de 2023, Bernardo Arévalo logró el 60% de los votos y se convirtió en presidente electo. Pese a las evidencias del resultado y el inmediato reconocimiento internacional, el Ministerio Público (MP), bajo el liderazgo de Consuelo Porras, redobló sus ataques al proceso electoral y, con el respaldo de la Corte de Constitucionalidad (CC) y la Corte Suprema de Justicia (CSJ), pasó meses tratando de evitar que el binomio ganador tomara posesión.

Los intentos de invalidar el voto de la mayoría colmaron la paciencia de una población que ya en 2015 había saltado a plazas y parques en todo el país, para denunciar décadas de corrupción e impunidad en el gobierno central. El 2 de octubre del 2023, las autoridades ancestrales y comunitarias de varias localidades, convocaron a un Paro Nacional y en las tres semanas siguientes las protestas se extendieron como fuego por todo el país en forma de concentraciones pacíficas y cortes de calles. Bajo el liderazgo de los pueblos originarios, miles de guatemaltecas y guatemaltecos, estudiantes, trabajadoras y campesinas, se unieron en una ola de manifestaciones en las principales ciudades del país, principalmente en la capital que exigían respeto a sus votos, a la soberanía popular.

La unidad de la ciudadanía, esperanzada por un posible cambio político y un futuro más justo, hizo que el mundo entero volviera los ojos hacia Guatemala. La presión diplomática internacional ayudó a evitar que se consumara lo que comenzó como un intento de fraude y se había convertido en un virtual golpe de Estado. 

El 14 de enero de 2024, marcado por la Constitución como el día del relevo presidencial, todavía hubo intentos por impedir que Bernardo Arévalo y Karin Herrera asumieran el poder. Tras una larga jornada, tensa en el Congreso de la República y en las calles del centro de ciudad de Guatemala, tomadas por manifestantes y por policías antimotines, el país tuvo nuevo presidente ya entrada la madrugada. Aun sabiendo que la lucha por la democracia iba a ser todavía muy larga, esa noche decenas de miles celebraron con banderas la esperanza.

El especial periodístico “Guatemala, territorio en disputa” es un esfuerzo de Prensa Comunitaria que recorre el año más complicado de la democracia guatemalteca y homenajea a quienes lograron que no cayéramos al abismo.

Prensa Comunitaria

Somos la agencia de noticias Prensa Comunitaria Kilómetro 169 en Guatemala, conformada por un equipo multidisciplinario que proviene de las ciencias sociales, el periodismo, el arte, los feminismos y el medioactivismo. Estamos trabajando desde el nivel comunitario, nacional y fuera de nuestro país. Prensa Comunitaria se legalizó como una agencia de prensa alternativa el 20 de diciembre de 2012.

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