Exfutbolista enfrenta juicio por el femicidio de joven poeta quetzalteca
El femicidio de Vilma Gabriela Barrios resonó hace cinco años por la crueldad con la que fue asesinada, además porque el principal sospechoso fue Emerson Marroquín, jugador del equipo de fútbol local en Quetzaltenango. Ahora, tras cinco años se realiza el juicio en su contra en el Tribunal de Femicidio de esta ciudad.
El 4 de febrero del 2017 es una fecha que no olvida la familia de Vilma Gabriela Barrios. Ella junto con su madre fueron a conocer una casa que pretendían comprar en el municipio de Cantel en Quetzaltenango. De esa actividad no volvieron a sus casas y la familia se alertó.
En horas de la noche, un hombre pidió auxilio a unos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) por el hallazgo de una mujer a la orilla del río. Era la madre de Gabriela, estaba viva y mencionó que fue atacada con un arma punzante por un hombre alto, de cabello largo. Le explicaron que su hija posiblemente estaba muerta, luego de eso entró en shock y tuvo que ser trasladada al Hospital Regional de Occidente.
Estos detalles los mencionó uno de los agentes de PNC que declaró ante el pleno de jueces. Él fue uno de los policías que se encontraba de turno ese sábado del 2017.
La audiencia
El sindicado Emerson Marroquín escuchaba el relato con las manos esposadas. Se encontraba detrás del biombo que decidieron usar para evitar que los testigos le vieran.
La madre de Gabriela Barrios, de quien se mantiene en resguardo su nombre por protección, declaró sobre la agresión vivida por Emerson Marroquín mientras acompañaba a su hija a ver la casa. En su relato detalla los hechos y recuerda esa tarde en la que vio por última vez a su hija.
Nery Alberto Barrios es el hermano de Gabriela. En su testimonio detalló lo sucedido ese 4 de febrero. Contó a los jueces que las dos se trasladaron en un vehículo a verificar la casa. Gabriela mandó unos videos al chat familiar para mostrar la casa e incluso en uno de estos aparece de perfil Emerson Marroquín, quien era el que enseñaba el lugar.
Al pasar las horas no siguieron en comunicación y fue cuando empezaron a tratar de localizarlas, ninguna respondía. Una de las hermanas fue a verificar a la universidad para saber si su mamá llegó a impartir clases y le indicaron que no. Con esto la familia temía que algo les hubiera pasado, por lo tanto fueron a Cantel a buscar la casa donde se encontraban.
El hermano recuerda que llegaron al lugar y lograron identificar la casa por los videos que les habían mandado y al tocar la puerta nadie les abrió. Tiempo después apareció un vehículo del que bajó Marroquín y no atendió a la familia de Barrios, luego se metió de nuevo al carro y se fue del lugar.
Pasaron más horas hasta que la familia recibió la llamada para indicar que su madre se encontraba en el hospital en un estado grave, pero logró identificar a Marroquín a través de una fotografía. La familia seguía en la búsqueda de Gabriela, la PNC y Bomberos ayudaban, pero la caída de la noche detuvo el proceso por la nula visibilidad en el lugar y el riesgo por el paso del río.
En este proceso judicial también declaró Erick Lancerio, quien era novio de Barrios en ese momento y detalló que pasaron la madrugada en un vehículo para esperar a que alumbrara el sol y pudieran seguir buscando. En las primeras horas de la mañana el cuerpo de Gabriela fue hallado en el río, los Bomberos lo rescataron y notificaron al Ministerio Público (MP).
La familia de las víctimas desde entonces exigía que se hiciera la búsqueda de Marroquín, quien estuvo prófugo varios meses. Algunos detalles de la audiencia se realizan a puerta cerrada por decisión de los jueces y con la finalidad de resguardar a testigos claves en el proceso.
Cinco años de esperar justicia
Emerson Marroquín fue detenido en Estados Unidos el 6 de noviembre del 2017, fue la Interpol quien le dio seguimiento y lo localizaron por tener pendiente una orden de captura por femicidio y femicidio en grado de tentativa. Días después fue trasladado a Quetzaltenango en donde fue ligado a proceso penal por estos hechos.
A pesar de que desde entonces se mantenía preso, el juicio se fue dilatando y la familia esperaba justicia.
La defensa de Marroquín buscaba que no fuera enjuiciado por femicidio, aseguraba que no tenían una relación con las víctimas y por lo tanto no se cumplían los requisitos para que lo conociera un tribunal especializado. Con amparos, recusaciones y otros recursos, se fue retrasando el proceso hasta cumplir cinco años y cinco meses para que el juicio empezara.
Silvia Tecún León es abogada de Fundación Sobrevivientes y representante de los querellantes adhesivos. Indicó que es lamentable que en Guatemala suceda de manera constante la táctica de justicia dilatoria por la posibilidad de presentar recursos legales. “A pesar del tiempo que la familia ha esperado justicia, celebramos que se realice el juicio porque hemos tenido experiencia en el que los casos llevan mucho más tiempo. Consideramos que es un tiempo oportuno para la búsqueda de justicia”, dijo Tecún.
El MP tiene todavía pendientes a varios testigos que deben declarar ante el tribunal y también pruebas documentales que incluyen los informes del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), también las diligencias realizadas por las autoridades de investigación con la sobreviviente del hecho, además de una reconstrucción de hechos.
Familiares y amigos esperan justicia para Gaby, como cariñosamente la recuerdan. La agrupación Poetry Slam de Xela recordó que en el 2012 ella participó en un taller de poetas emergentes, dos años después publicó junto a otros poetas “Versos Incompletos” y participó activamente en las actividades de este colectivo.