En un mundo justo la niñez y adolescencia no trabajaría 

Un niño lava el vidrio de un vehículo, mientras el semáforo marca en rojo sobre la 14 avenida y 4a. calle de la zona 3, en la ciudad de Quetzaltenango.  Foto: Mirna Alvarado 

 Según datos del Centro Ecuménico de Integración Pastoral (CEIPA), en Guatemala hay más de dos millones de niñas, niños y adolescentes que realizan variedad de trabajos en diferentes áreas.

Por Mirna Alvarado

El pasado 12 de junio, cuando se conmemoró el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, Arnoldo Ajtun Goux, de 35 años, fue capturado por la Policía Nacional Civil (PNC), tras varios allanamientos realizados en la cabecera departamental de Quetzaltenango. 

Ajtun Goux es señalado del delito de trata de personas en su modalidad de explotación laboral. Ese día la Procuraduría General de la Nación (PGN), procedió al rescate de tres menores de edad que al parecer eran utilizados por el detenido para laborar en un comercio de productos de consumo diario.   

Este es tan solo un ejemplo de la utilización de menores de edad en diferentes trabajos, algunos son peores, como lo mencionó Cecilia Méndez, delegada de la PGN. “Entre los peores empleos a los que son sometidos los y las menores de edad está el trabajo sexual”, dijo. 

Recientemente, el Ministerio de Trabajo (Mintrab) publicó estadísticas sobre el trabajo infantil en el país, la estimación se realizó con base a la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) 2014. Sin embargo, medir el trabajo infantil resulta difícil debido a que varias ocupaciones no están registradas, además de no contar con actualizaciones en la Encovi.

La Dirección de Estadísticas Laborales del Mintrab desarrolló el cálculo de la niñez ocupada de 10 a 14 años, es decir niños y niñas que están trabajando por debajo de la edad mínima permitida en la ley (menos de 15 años)

Otro de los trabajos que realizan niños, niñas y adolescentes es la venta de verduras y frutas, se ha normalizado verlos con sus padres en los diferentes mercados del país.  Foto: Mirna Alvarado 

Según las cifras, 341 mil 454 niñas y niños de 10 a 14 años trabajan, lo cual representa el 17.8% de la niñez en esas edades. 

Los departamentos con mayor índice de menores de edad trabajando son Totonicapán (31.9%), Chimaltenango (28.5%) y Alta Verapaz (27.9%). 

En tanto que Guatemala (4.4%), El Progreso (9.2%) y Escuintla (10.9%) son los departamentos con menores proporciones de niñas y niños ocupados. El 65.7% de la niñez de 10 a 14 años ocupada es maya y el 32.2%, es ladina

La tasa de niñez de 10 a 14 años ocupada es de 30.5% en afrodescendientes, 30.1% en xincas, 26.6% mayas, y 10.5% en ladinos. El 68.1% de la niñez de 10 a 14 años ocupada es hombre y 31.9%, es mujer. 

Las estimaciones del Mintrab distan de los datos de CEIPA, organización que trabaja de cerca programas educativos, artísticos y otros con niños, niñas y adolescentes de Guatemala. 

Esta organización estima que el índice de niños, niñas y adolescentes trabajadores sobrepasa los dos millones; realizan actividades agrícolas, ventas de dulces, lustrar zapatos, picando piedra, además de ejecutar labores de alto riesgo como el manejo de pólvora. 

“Muchas veces los niños, niñas y adolescentes se autoemplean debido a la pobreza en la que viven. En Quetzaltenango y en muchas partes del país se les puede ver vendiendo dulces u otros artículos en semáforos, la mayoría comprende las edades de 3 a 17 años”, explicó Erick De León, de CEIPA.

Muchos de los niños, niñas y adolescentes trabajadores terminan su jornada hasta el final de la noche y deben empezar antes de que salga el sol. Así el caso de esta menor que entrada la noche continúa lavando vidrios de autos en el semáforo de la 4a. calle y 19 avenida de la zona 3, de la ciudad de Quetzaltenango.  Foto:Niña trabajando/Mirna Alvarado 

Según esta organización, el país invierte Q8.83 diarios por cada niño, niña y adolescente. La cifra aumentó en comparación a 2016, pero a pesar de ese aumento la inversión debería incrementarse cada año y de esa manera mejorar las condiciones en que se encuentra la niñez guatemalteca, que dicho sea de paso, uno de cada dos menores de edad sufre de desnutrición y poco acceso al sistema educativo. 

Axel Risquiacché, del Comité Asesor de Niños Niñas y Adolescentes (CANNA), señaló que la lucha por la erradicación del trabajo infantil en el país es complicada por varios factores, pero el principal es que muchos no cuentan con los recursos económicos para ir a la escuela, por eso optan por emplearse y contribuir a la economía familiar. 

María Elena Sucuquí, del Mintrab en el departamento de Quetzaltenango, indicó que los estudios recientes realizados por la Comisión Departamental Contra el Trabajo Infantil, establece que solo en la cabecera departamental existen más de 9 mil menores de edad generando ingresos para sus familias.

La tasa de niñez (10 a 14 años) ocupada es de 23.7% en niños y de 11.6% en niñas. El 60.8% se encuentra como trabajador no remunerado, el 25.1% como jornalero o peón y el 6.1% como empleados privados. Otro 57.6% se encuentra en agricultura, un 21.5% en comercio al por mayor y al por menor y un 16.4% en Industria manufacturera. 

El 95.1% de la niñez de 10 a 14 años ocupados saben leer y escribir. La tasa de niñez de 10 a 14 años ocupada es de 30.7% en aquellos que no saben leer y escribir, mientras que la niñez que sí lo hace es de 17.4%.

Mirna Alvarado

Quetzalteca, periodista, creyente de los milagros, amante de los gatos. Becaria del International Center for Journalists (ICFJ), Red Centroamericana de Periodistas y el movimiento NoNosCallarán, participante del Ciclos de Actualización para Periodistas CAP, becaria de la Sala de Formación y Redacción Puentes de Comunicación III, de Escuela Cocuyo y El Faro. Becaria de IWMF, participante del curso de “Periodismo Electoral con datos duros”, impartido por el Instituto Republicano IRI y Laboratorio de Medios también del proceso de formación para periodistas sobre “Periodismo Fiscalización y Transparencia”, (avalado por la Universidad de San Carlos de Guatemala), impartido por el Instituto Republicano y Laboratorio de Medios.

Aunque sus inicios en el periodismo fueron en medios radio periódicos de Quetzaltenango, le ganó la pasión por contar historias desde las letras, la fotografía. Hija de madre indígena y padre mestizo, aunque entiende su idioma materno se le dificulta la pronunciación.

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