En El Estor, mujeres Q’eqchi’ venden productos orgánicos en mercado comunitario
El mercado comunitario realizado en El Estor, Izabal, permitió a las mujeres Q’eqchi’ vender los productos que ellas mismas cultivan en sus tierras. Por otro lado, las personas encontraron en este mercado precios más bajos.
Granos básicos como frijol y maíz pueden encontrarse en este mercado, así como camote, yuca y malanga. Productos de la región como el atol shuco, tamal de jute y tamalitos de frijol también están entre las ventas ofrecidas.
Por Juan Bautista Xol
Bajo las energías del cargador del día Wiib Kej, que en el calendario gregoriano marca el 26 de octubre, a primeras horas de la mañana varias mujeres del sector norte y sur de El Estor, Izabal, se concentraron frente al parque Infantil de la localidad para realizar un mercado comunitario donde vendieron los productos orgánicos que cultivan en sus tierras.
Cada una de las mujeres presentó sus ventas, algunas llevaron camote, yuca, malanga, cebollín, plátano, güisquil y caña, mientras que otras ofrecían atol de elote y el tradicional atol shuco, una bebida de maíz negro fermentada.
Doña Olivia Cho fue una de las mujeres que pudo vender Q800.00 solo en frijol, más Q150.00 en cilantros. En su rostro se le notaba su satisfacción, ya que indicó que el mercado comunitario la favoreció porque vendió más a comparación de lo que vende en su comunidad de Nueva Sacarilá.
“Hoy gané casi los mil quetzales en frijol y cilantros, desde ayer preparé mi venta, me vine tan feliz porque sabía que la gente del pueblo necesita alimentos orgánicos, frescos y nutritivos, en mi comunidad tengo dos manzanas de tierra donde cultivo frijol, cebollín, cilantro y rábano”, explicaba mientras atendía a su clientela.
Aunque doña Olivia logró vender su producto recordó con tristeza como en el verano pasado sufrieron pérdidas de cultivos.
“Casi los cinco meses estuvimos sufriendo por el calor, se dañaron los cardamomos, el maíz, incluso a la tierra le faltaba agua, pero con la llegada de la lluvia estamos un poco mejor”, concluyó.
Mientras la mañana transcurría los habitantes del pueblo no terminaba de visitar el mercado comunitario, ya que ahí encontraban los productos frescos y orgánicos. Algunas personas solo llegaron a disfrutar de los tamalitos de elote, tamal de jute y los tamalitos de frijol.
Reyna Che, una de las vecinas que compró en el mercado, asegura haber encontrado productos con un precio bajo, como por ejemplo el manojo de ejote (frijol) le costó Q1.50, mientras en el mercado municipal lo conseguía a Q2.50. Che indicó que el cilantro estaba a Q1.00 el manojo y en el mercado municipal a Q2.00.
“Esta es una oportunidad para aprovechar y realizar las ventas, conseguí lo que necesitaba a un costo bajo, espero que sigan trayendo para que nos apoyemos entre nosotros, en el mercado municipal los productos están caros”, señaló la compradora.
Promueve la economía local
Mientras que Helen Morales, estudiante y practicante de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) de la ciudad capital, opinó acerca de la importancia de promover la economía local, así como la importancia de presentar los productos orgánicos que cada campesino cultiva en su tierra.
“Me parece importante este mercado comunitario, ya que los campesinos aprovechan para presentar los productos orgánicos que con mucho esfuerzo han cultivo desde sus comunidades”, dijo Helen.
Poco después del mediodía, las ventas casi se estaban terminando. Las mujeres manifestaron que continuaran realizando el mercado comunitario cada quince días para que puedan aportar con la economía de la localidad.
Foto de Juan Bautista Xol