Ellas, en homenaje a las premio Nacional de Literatura

Por primera vez, en el marco de la Feria Internacional del Libro en Guatemala (Filgua) se rindió homenaje a las escritoras que forman parte de la serie de galardonadas con la máxima distinción de las letras en Guatemala, el premio Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias.

 

En el marco de la XX edición de la Filgua las mujeres escritoras reconocidas con el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias, fueron celebradas con  un homenaje a cargo del personal del Aporte para la Descentralización Cultural -ADESCA-, que se dieron a la tarea de reunir y reconocer la obra y trayectoria de las siete premios nacionales de literatura. 

 

Para Delia Quiñonez, Premio Nacional de Literatura 2016, la actividad tuvo muchos simbolismos, porque fue la primera vez que se reunieron como escritoras que forman parte de la serie de literatas premiadas con el máximo galardón de las letras en Guatemala. “Esto es muy importante porque se dio precisamente en el marco de la Filgua 2023. Este evento, que va en busca de lectores, pero también de una u otra manera, a las que escribimos y quiénes hemos hecho de la palabra un instrumento de gozo, de bendición y de batallas”, expresó.

 

Para la galardonada, quién escribe no necesita los reconocimientos. “Quién escribe lo hace para ser libre, para ser feliz y poder transmitir sus sentimientos a los demás, siempre se escribe pensando en un lector al que pueda conmover nuestra palabra”.

 

Las Premios Nacional de Literatura de Guatemala

 

El reconocimiento también llegó de manera póstuma a las galardonadas  Luz Méndez de la Vega (1994 +) y Margarita Carrera (1996 +). Asimismo, a la reconocida Ana María Rodas (2000), Isabel de los Ángeles Ruano (2001), Carmen Matute (2015), Delia Quiñonez (2016) y Gloria Hernández (2022)

 

El homenaje contó con la participación de familiares, en representación de las escritoras que fallecieron, como Coralia Asturias, hija de Luz Méndez de la Vega; Denisse y Ximena Mansilla, nietas de Margarita Carrera y Susana Ruano, en representación de su hermana, Isabel de los Ángeles Ruano, quién no asistió al evento por problemas de salud.

 

El evento inició con la descripción de cada una de ellas, en voz de mujeres poetas, escritoras y artistas contemporáneas como Carolina Escobar Sarti, Vania Vargas, Carmen Lucia Alvarado y Gladys Tobar. Juan Carlos Lemus y Arturo Arias, también participaron y dedicaron sus letras a cada una de las homenajeadas.

 

Letras y dedicatorias

“La primera mujer en ser graduada de letras en la Universidad de San Carlos de Guatemala en 1957. Diosa iracunda, diosa erudita, mostró sus procelosas aguas nocturnas, también la hermosura maternal que ilumina su entorno y así misma, voz que hizo erupción dentro de si misma y se nos brinda en docenas de libros”, expresó Juan Carlos Lemus a Margarita Carrera.

 

“Una ubicuidad intelectual que le valió ser reconocida como la primera mujer en ganar el premio nacional de literatura en 1994. La historia guatemalteca verá renacer a la catedrática universitaria, la poeta, la ensayista, antologadora, dramaturga, actriz, periodista cultural, investigadora, académica y feminista que fue Luz Méndez de la Vega”.  narró la poetisa Vania Vargas.

 

“Tiene una obra mucho mayor que merece ser mencionada incluyendo su prosa, sus cuentos, como Antigua para principiantes, que son unos cuentos perfectamente redondeados y bellisimamente acabados, y como olvidar en su primer poemario, Poemas de la izquierda erótica, que fue un impacto cultural y poético,  que desafió los cánones conservadores de la sociedad, y fue reconocida por la Asociación de Periodistas de Guatemala con el premio Libertad de Prensa”, anotó Arturo Arias para Ana María Rodas.

 

“Estamos ante una poeta mayúscula. Los años pasan y pesan y ahora la travesía es solamente de su casa a un comedor cercano en donde sus vecinos le tienen siempre listo el almuerzo. Yo la visito con cierta regularidad, necesito tocar base cada cierto tiempo, porque si la tiranía de la realidad invade mis sentidos necesito acudir a la presencia de una de las más grandes poetas que he conocido”, enfatizó Carmen Lucia Alvarado, a Isabel de los Ángeles Ruano.

    

 “Es mi amiga y de mis autoras favoritas. Tiene muchos méritos, incluso he tenido el gusto de revisar diversas tesis, con su vida y obra.  Tomó posesión el 11 de febrero de 2000 en la Academia Guatemalteca de la Lengua, con el discurso titulado Poesía erótica femenina, otra forma de subversión, dijo Gladys Tobar, a Carmen Matute.

 

“Es poeta pero también tiene una puerta abierta hacia la narrativa. Es ensayista, ha puesto su ejercicio en equilibrio entre sensibilidad y análisis al servicio constante acerca de la literatura en el arte, de la cultura para la que también se ha encargado de gestionar espacios y asociaciones. Es obrera de acabado fino en la construcción de la belleza a través de las palabras, ha sido testigo presencial pero también protagonista por este paso de historia viva dentro de la literatura guatemalteca”, anotó Vania Vargas a Delia Quiñonez.

 

“Es la más reciente galardonada con el Premio Nacional de Literatura, ha producido diversos libros infantiles. Fue diseñadora y coautora del programa nacional de lectura para el Ministerio de Educación, con la compilación y autoría de 35 libros de literatura infantil. En su obra tiene poesía, cuento y novela. Ha hecho crítica literaria,como es el caso de Los compañeros, compiladora en la Universidad Rafael Landívar, esto es sólo una muestra de toda la producción académica que ha hecho Gloria Hernández”, puntualizó Gladys Tobar a Gloria Hernandez.

 

La segunda parte del homenaje

 Las escritoras y poetas homenajeadas disfrutaron del espacio en donde se reconoció su valioso trabajo y obra literaria que constituye un aporte a la cultura de Guatemala.

 

Además del reconocimiento en palabras de poetas y escritoras, se les obsequió de cada una de ellas, un marco con sus retratos, obras del maestro Marvin Olivares. Seguidamente se le dio la palabra para escuchar a cada una de ellas, quienes utilizaron el espacio para agradecer el reconocimiento y leyeron fragmentos de sus obras, al igual que los familiares de Isabel de los Ángeles Ruano, Luz Méndez de la Vega y de Margarita Carrera.

 

Finalmente se hizo un agradecimiento especial a Ana María Rodas, por su asesoría en los inicios del ADESCA, junto a Irene Piedra Santa, Carmen Matute, Carolina Escobar Sarti y a Delia Quiñónez, mujeres que han sido parte del Consejo de Administración de la institución y que han contribuido a cimentar sus bases y fortalecer su trayecto.

 

Anterior
Anterior

La democracia es más que un cliché, votemos y hagamos la diferencia

Siguiente
Siguiente

Sara Curruchich entre las 100 mujeres poderosas de la región