EL NUEVO GABINETE DE GOBIERNO ES UN DESAFÍO CULTURAL
En la mañana del 8 de enero, el binomio presidencial de Bernardo Arévalo y Karin Herrera presentó oficialmente el Gabinete para el periodo 2024 - 2028, donde destacó un significativo avance hacia la paridad de género en la administración.
Por primera vez en la historia, el equipo ministerial logra la equidad de género, con siete mujeres ocupando roles clave en diversas áreas estratégicas. Este cambio, marcado por la diversidad, promete abrir un nuevo capítulo en la toma de decisiones gubernamentales.
Entre las ministras que liderarán sus respectivas carteras se encuentran Anabella Giracca, asumiendo el rol de Ministra de Educación; Gabriela García-Quinn, encabezando el Ministerio de Economía. También se suma Anayté Guardado como ministra de Energía y Minas, María José Iturbide como ministra de Ambiente, Liwy Grazioso Sierra liderando el Ministerio de Cultura y Deportes, Miriam Roquel a cargo del ministerio de Trabajo y Previsión Social, Jazmín de la Vega, quien dirigirá el Ministerio de Comunicaciones.
Para obtener información detallada sobre los perfiles de las ministras, se puede acceder al sitio web oficial del "Tú Gabinete"
La visión sobre el liderazgo femenino en el gabinete presidencial
La politóloga Gabriela Carrera destaca la significativa labor de visibilización emprendida por el binomio, reconociendo el liderazgo persistente de mujeres en diversas áreas, a menudo pasado por alto. En sus palabras, este esfuerzo representa un ejercicio valioso y deliberado, subraya la importancia de la intencionalidad, resaltando que aún falta “arraigar la equidad y paridad de género en el ADN cultural". Para Carrera, el término "intencionado" implica una clara voluntad política, destacando la capacidad del binomio presidencial para identificar y seleccionar mujeres lideresas en distintos ámbitos, configurando así el gabinete de manera diversa y representativa.
Sin embargo, reconoce los desafíos que pueden enfrentar las mujeres. “La función pública del Estado es un espacio configurado por hombres y para hombres y por lo tanto, pues, es un primer desafío”. En la entrevista con la politóloga menciona que, si bien esto puede ser un desafío, al mismo tiempo puede ser una oportunidad donde las ministras electas pueden confiar en sus propias formas de gestión y liderazgo, que a menudo difieren de los patrones tradicionales asociados con los hombres. Resalta cómo estas formas de liderazgo están enriquecidas por las experiencias cotidianas.
Carrera señala que el desafío adicional radica en que los equipos y las instituciones reconozcan y acepten el papel de autoridad que estas mujeres desempeñarán. Considera que este proceso implica un cambio cultural y una revolución, especialmente al tener tantas mujeres en roles de liderazgo al mismo tiempo. También menciona el desafío de la mediación de sus imágenes en el ámbito público, reconociendo que la representación de mujeres en funciones públicas ha sido objeto de críticas centradas en su forma de vivir.
“La percepción de un Estado históricamente racista”
En las redes sociales, especialmente en la plataforma X, se generó un debate en torno a la pluralidad en el gabinete del presidente electo Arévalo. El mandatario, consciente de la crítica sobre la falta de representación de los pueblos indígenas, reconoció la deuda pendiente en este aspecto.
Afirmó que están trabajando para mejorar la pluralidad y la inclusión, asegurando que se están incorporando profesionales indígenas en diversas secretarías y entidades gubernamentales. Este reconocimiento por parte del presidente electo refleja una respuesta activa para abordar las preocupaciones sobre la representación de los pueblos indígenas en el gobierno, buscando así fortalecer la diversidad y la participación en la toma de decisiones.
La politóloga, al referirse a la importancia de ser más específicos al hablar de los pueblos originarios, amplía la discusión sobre el gabinete del presidente electo Arévalo. Destaca que, en este contexto, es fundamental reconocer la diversidad de actores políticos dentro de los pueblos originarios, específicamente señala la presencia de autoridades indígenas, con quienes ha habido cierta interlocución en el pasado.
Agrega profundidad al debate sobre la pluralidad en el gabinete, indicando que no solo se trata de una cuestión de inclusión general, sino de considerar la representación específica de las autoridades indígenas. Carrera sugiere que, a pesar de ciertos momentos de participación y diálogo, existe un distanciamiento actual, posiblemente relacionado con la percepción de un Estado históricamente racista.
Resalta la necesidad de abordar las relaciones entre el gobierno y los pueblos originarios de manera más detallada y específica, reconociendo las complejidades históricas y actuales que influyen en esta dinámica.