El legado de Johanna Godoy, poeta guatemalteca
La poeta Johanna Godoy falleció el domingo 13 de noviembre. Publicó diversos libros durante los años noventa y en 1992 fue ganadora del certamen Abrapalabra. Permanecerá como una de las guatemaltecas que incursionó y revitalizó en el género literario durante la segunda mitad del siglo XX.
Nacida en Ciudad de Guatemala en 1968, Johanna Godoy fue profesora de Lengua y Literatura y licenciada en letras por la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac). Estudió también un doctorado en Educación con especialización en mediación pedagógica en la Universidad de La Salle en Costa Rica. Su tesis, titulada “El libro de las emociones”, combina poesía y pedagogía y fue publicada por la organización Save the Children.
Johanna Godoy se dedicó principalmente a la investigación social. Publicó, con frecuencia, críticas literarias en medios escritos como Prensa Libre y La Hora. Desde 2005, además, fue conductora del programa radial de poesía Arcón Poético en radio Faro Cultural, 104.5 FM, junto al escritor Walter Morán.
En 1992, Johanna ganó el certamen Abrapalabra, en la rama de poesía, otorgado por la Universidad Rafael Landívar. En ese mismo año, fue también acreedora del premio Bienvenidos al Arte otorgado por El Ágora de Augusto César.
En total, Johanna Godoy publicó cuatro libros en Ciudad de Guatemala: Lapidaria (1992), El amor de Yocasta (1997), Sibila de luna (1999) y Danza implacable (2002). A ellos se le suma un libro de crítica titulado Un rojo dios, Eros (2000). Según Verónica Galván en su artículo Literatura Chapina: la poesía guatemalteca y sus imaginarios, las letras de Godoy “aportan una visión renovada de la palabra poética tan inquisidora como la de sus antecesoras y revitaliza la discursividad y los tópicos amalgamados en casi cincuenta años”.
Descanse en paz Johanna Godoy, sus letras vivirán siempre en la historia de la literatura guatemalteca.
