Denuncia sobre la situación de las mujeres en el Centro de Detención Preventiva Santa Teresa
Por: Roxana Coronado,Claudia Salguero
DENUNCIA SOBRE LA SITUACIÓN DE LAS MUJERES PRIVADAS DE LIBERTAD EN EL CENTRO DE DETENCIÓN PREVENTIVA PARA MUJERES SANTA TERESA
“Todas las desgracias del mundo provienen del olvido y el desprecio que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e imprescriptibles del ser mujer.” Concepción Arenal 1820-1893
Las mujeres que hoy presentamos esta denuncia, Roxana Abigaíl Coronado Choc y Claudia Evelyn Salguero Coronado, luego de permanecer injustamente casi dos días privadas de libertad en las manifestaciones del sábado 21 de noviembre pasado, queremos denunciar lo siguiente:
1. Que durante el tiempo que nos retuvieron en la carceleta de mujeres en La Torre de Tribunales, tuvimos la oportunidad de conocer a mujeres reas del Centro de Detención Preventiva Santa Teresa, que llegaron a presentar declaración en juicio y, dialogando con ellas, nos presentaron y pudimos observar varias denuncias que atentan contra la dignidad de las privadas de libertad.
2. De todas las reas, atendieron solamente a dos en celebración de juicio y a ambas se les dio orden de libertad. Al resto (un aproximado de 17 mujeres), les trasladaron audiencia hasta el próximo año. En la mayoría de los casos por el simple hecho que los señores fiscales del Ministerio Público no se presentaron.
3. Según la reas, dentro de sus necesidades básicas se encuentra la falta de agua.
A. Deben pagar dos quetzales cada dos días (Q 60.00 al mes), para obtener medio bote de agua para poder suplir las necesidades básicas como bañarse, lavar ropa, entre otros. Según sus informaciones, aparentemente la bomba de agua ha estado descompuesta.
B. No cuentan con acceso a medicinas y cuidados médicos a tiempo, solo le son brindados
cuando se ven afectadas de manera grave.
C. Si se ríen o hacen bromas dentro de la carceleta, en lo que esperan su audiencia, son
castigadas con “plancha” y los familiares deben comprar cinco escobas, cinco trapeadores,
tres galones de cloro, tres galones de desinfectante.
D. Los alimentos no están bien cocidos y sin condimentos.
E. Por la pandemia del Covid-19 no les permitieron salir al área común, quedando así en
confinamiento. Por la sobrepoblación existente, esta medida se considera de gran riesgo.
F. La solicitud de la presencia de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) causó represalias como el rocío con gas pimienta en la cara y el aislamiento, llamado “bartolina” (un área de apenas 1 x 2 mts. por 6 meses).
4. De acuerdo al Artículo 14 de la Carta Magna en el que indica que “toda persona es inocente, mientras no se le haya declarado responsable judicialmente, en sentencia debidamente ejecutoriada” muchas de las reas han esperado por años o meses para que se escuchen su versión en un juicio al que no han podido asistir. Por lo tanto, dentro de prisión hay inocentes esperando que se compruebe su culpabilidad. La espera del engorroso trámite legal atrasa su salida y atrasa su derecho a estar con su familia.
5. A los niños y niñas, que viven con sus madres, se les violan con frecuencia a sus derechos, ya que según la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (PINA) en su Artículo 11 “Todo niño, niña y adolescente tiene derecho a ser protegido contra toda forma de descuido, abandono o violencia, así también a no ser sometido a torturas, tratos crueles, inhumanos o degradantes. “
Por lo anterior, hacemos un llamado al Ministerio de Gobernación, específicamente al Sistema Penitenciario, para que se vele por la integridad física y psicológica de las reas en los Centros de Detención Preventiva y, sobre todo, procurar a los niños y niñas que allí residen, una estadía digna.
Permitir a las mujeres volver al área común y no guardar represalias ni aplicar “castigos” contra las reas que denuncien maltratos.
Pedir al sistema de justicia, agilizar los trámites y al Ministerio Público cumplir con su obligación a presentarse a las audiencias.
Guatemala, diciembre de 2020.