Debora Chacón: conectar a través del lente

Débora Chacón en la exposición de Nosotras Lideramos. Foto: Fernanda Alvarado/ La Revuelta

Débora Chacón, de 29 años, forma parte de la Colectiva Mujeres en Movimienta, es realizadora visual, hace fotos y videos enfocados en la práctica del autocuidado y ética en los espacios de mujeres. También es compostera y ciclista por “puro placer y amor a la vida".

Desde pequeña, Débora cuenta que le encantaban las películas y todo lo que tiene que ver con el cine, sin embargo se enfrentó  a un dilema  al momento de elegir una carrera universitaria. “Estás saliendo de una etapa importante en tu vida e inmediatamente tenés que decir qué quieres hacer. Yo sí quería estudiar cine, pero no tenía los medios para hacerlo”. Entre sus pensamientos también estaba la opción de estudiar ingeniería ambiental o criminología.

Débora cuenta que ante la incertidumbre de qué carrera elegir  acudió con su abuelo para pedirle un consejo. “Le conté: mire, yo no estoy segura y no le quiero decir a mis papás,  porque van a pensar que no quiero estudiar o que no quiero hacer nada con mi vida”. Por lo que su abuelo le dijo que se diera el chance a explorar otro tipo de carrera.

A los 19 años, Débora decidió  estudiar comunicación en la universidad Rafael Landívar porque tenía clases de video y  becas que le interesaban. Sus padres le dijeron que si quería estudiar en una universidad privada tenía que poder pagarla por sí misma, por lo que después de salir de diversificado comenzó a trabajar en varías áreas, como servicio al cliente, cajera de un banco, barista e incluso en un call center. 

Ya en la universidad, una de las clases que le llamó la atención fue el discurso visual y se dio la oportunidad de explorar y crear algo para ella. Cuenta que eso la motivó a trabajar todo lo que tiene que ver con televisión y videos, por lo que pudo trabajar  como asistente de producción para videos de boda, también fue editora en una empresa televisa llamada 1850.

Trabajar en una agencia de comunicación le ayudó a perder el miedo de usar las cámaras, hacer grabaciones y ediciones. “Yo creo que ahí fue donde me permití un poquito más buscar y explorar otras posibilidades en el vídeo”, expresó Débora.

Una realidad para sentirse acompañada

Poco tiempo después de eso decidió renunciar a su trabajo y continuar por su propia cuenta, inició con grabaciones y fotografía de movimiento de calles, y desde ahí nació su deseo por documentar lo que sucede en la sociedad como una forma de exigir justicia.  

“Yo no vengo de una familia donde se nos haya enseñado mucho sobre política, porque mis papás son católicos y son muy activos dentro de la Iglesia, entonces eso es lo que a nosotros nos enseñaron. -Al documentar- pienso que estas son otras formas de pedir justicia y de ver más por la colectividad”, comenta Débora. Su inspiración para poder enfocarse en ese propósito proviene de muchos lados, entre ellos  las luchas colectivas, los hitos  históricos y  las injusticias.  

Para Débora el arte audiovisual “funciona como espejo.  A veces necesitamos conectar con la realidad de alguien que es similar a la nuestra para sentirnos acompañadas y no sentirnos solas en el mundo", expresa.

Para ella, trabajar con mujeres fue como un análisis de su vida y su historia, porque   la forma en la que aprendió a relacionarse con otras mujeres fue a través de la competencia.

A partir de eso, pudo replantear un análisis de  esas violencias internas, y decidió que una forma de alzar la voz a través del trabajo con y para mujeres, es desde un papel protagónico y no como objeto, como  creadora de ideas y referencias. 

Actualmente trabaja en lo que más ama  y uno de sus trabajos más recientes es el video de la artista Rebeca Lane “2022”, además cuenta con una página llamada Suculenta PRO que define como “una propuesta alternativa de producción colaborativa e intercambio de conocimientos en comunicación y producción audiovisual, con un enfoque social y solidario”, para ayudar a otras personas que les interesa la creación y producción visual.