Cruzando continentes: guatemaltecas en Beijing ’95
En 1995 ocurrió un momento histórico para las mujeres. Se realizó la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, China. En este evento sin precedentes participaron alrededor de 17.000 mujeres, entre gobiernos y organizaciones no gubernamentales. Solo en la inauguración hubo 30.000 activistas de organizaciones de mujeres. Todas con un solo objetivo: acordar una agenda de derechos humanos para las mujeres de todo el mundo. El logro principal después de dos semanas de deliberaciones fue la creación de la Plataforma de Acción de Beijing, que sigue siendo un espacio de referencia para las organizaciones feministas.
Las representantes de organizaciones de mujeres estuvieron en foros paralelos al gubernamental, activando juntas para lograr sus objetivos políticos a través de cabildeo, trabajo de redes y ganando espacios en la cobertura mediática.
Nunca antes se había logrado de esta manera promover los derechos humanos de las mujeres. En esta historia sin precedentes para las mujeres, participaron alrededor de 25 de guatemaltecas de organizaciones sociales, algunas vivían exiliadas durante la guerra, otras eran integrantes del Sector de Mujeres que participaba en las negociaciones de los Acuerdos de Paz.
Lo que antecedió a Beijing fue la oportunidad del encuentro entre mujeres de todo el mundo y de la región latinoamericana, pero también entre mujeres guatemaltecas que llevaban luchas desde distintos espacios.
En este texto contaremos las experiencias de vida que marcaron a algunas de las participantes.Ellas son Julieta Soto, Rosa María Wantland, María Eugenia Mijangos, María Dolores Marroquín y Silvia Solórzano Foppa. Desde cómo consiguieron costear el boleto hasta las barreras del idioma y el choque cultural de estar en otro país, así como los puntos en común que pudieron encontrar con la sociedad china y las mujeres de todo el mundo. Para algunas, este encuentro confirma la teoría de que quienes habitaron primero este continente habían atravesado el Estrecho de Bering, viniendo de Asia.
Conversando con 5 de las asistentes a Beijing ‘95
Esta fotografía fue tomada en la Carpa Latinoamericana, un espacio que servía como sede para las mujeres de Latinoamérica. Según recuerda Julieta Soto, los edificios eran ocupados por mujeres europeas y norteamericanas. Sin embargo, la Carpa Latina era de las más visitadas por periodistas, por su ambiente alegre y reivindicativo.
Un trozo de la historia
Preparar la Conferencia de Beijing fue un proceso que conectó y fortaleció a los movimientos de las mujeres a nivel mundial. Para las mujeres guatemaltecas, el evento mundial se realizaba al tiempo que se estaban desarrollando las negociaciones por los Acuerdos de Paz.
Dentro de estas negociaciones también se discutía la situación de las mujeres en el país, lo cual conectaba con los temas a tratar en Beijing. Desde las Naciones Unidas, se proponía priorizar el tema de la igualdad de género desde distintos ámbitos: la pobreza, la salud, la educación, la violencia contra las mujeres, los conflictos armados, la economía, el ejercicio del poder, el medio ambiente, los medios de comunicación. Asimismo, se abordó la situación de las niñas y sobre cómo generar mecanismos institucionales para el avance de las mujeres.
Los gobiernos, incluido el de Guatemala, asumieron el compromiso de generar o fortalecer las estructuras nacionales para el cumplimiento y avance de los derechos de las mujeres, desde las legislaciones, las estrategias de comunicación y las políticas públicas para lograr igualdad entre hombres y mujeres. De esta cuenta, se comprometían a realizar reportes regulares a los cuerpos legislativos sobre el progreso en sus esfuerzos para difundir las preocupaciones sobre la desigualdad de género, implementando la Plataforma de Acción de Beijing.
Después de Beijing la ONU ha realizado evaluaciones globales cada 5 años sobre los acuerdos logrados en Beijing. En la última, realizada en 2020, se concluyó que 25 años después de Beijing aún no se había alcanzado la igualdad de género y que, además, se encontraban serios retrocesos en los derechos de las mujeres en distintos países del mundo. Guatemala podría ser uno de ellos, ya que actualmente existen agendas legislativas regresivas especialmente en cuanto a la salud reproductiva.
La noticia de Beijing en Guatemala
Julieta Soto es trabajadora social y especialista en derechos de las mujeres, género y acceso a la justicia. Ha trabajado el tema de niñez, así como el de desarrollo, y se identifica como ecofeminista. María Dolores Marroquín es socióloga y comunicadora feminista, parte de la Asociación Feminista la Cuerda, Voces de Mujeres y de la Alianza Política Sector de Mujeres. María Eugenia Mijangos es trabajadora social, abogada y notaria, especialista en ciencia política y en desarrollo económico y social. Ha trabajado en ONG y en el sistema de Naciones Unidas, antes de ser magistrada del Tribunal Supremo Electoral, cargo que dejó en 2020. Rosa María Wantland es maestra y abogada, vivió en el exilio durante 10 años hasta que regresó a Guatemala en 1993 y se incorporó al movimiento de mujeres. Silvia Solórzano Foppa es médica, se define como revolucionaria, feminista y abuela. Es miembra activa del partido URNG.
Cada una se encontraba en organizaciones distintas, y varias dentro del proceso de paz, cuando empiezan los preparativos de Beijing desde 1993. Entre las distintas organizaciones del movimiento de mujeres, se crea la coordinadora que trabajó las propuestas para llevar a Beijing, a nivel nacional, centroamericano y latinoamericano.
Entre la diversidad de mujeres, tanto de procedencia geográfica como organizativa, se resalta la identificación de problemáticas comunes. Como mencionó María Dolores Marroquín:
– Por supuesto que había una similitud en los planteamientos, en las propuestas, tal vez en las soluciones no porque efectivamente había diferentes puntos de partida y visiones, pero la identificación de la problemática sí que era coincidente.
Maria Dolores había asistido a Beijing como parte de la Secretaría de la Mujer de la AEU y del Colectivo para la Promoción del Desarrollo Integral de la Mujer Universitaria -COPRODIMU-.
María Eugenia Mijangos recuerda que la participación en Beijing tuvo mucho que ver con el activismo que realizaban dentro del Sector de Mujeres para las negociaciones de los Acuerdos de Paz.
– Y a cuenta de esta militancia, que había del Sector Mujeres, y de todo el trabajo, resultamos invitadas algunas a ir a la conferencia de Beijing y así fue como resultamos allí. Le quiero decir que yo ni siquiera me recuerdo quién me financió a mi pero debe haber sido una agencia de cooperación. Total que así fue como resultamos en Beijing un grupo de Guatemaltecas, habíamos un poco más maduras y otras jovencitas.
Preparar el despegue
Para varias de las entrevistadas, conseguir los recursos para viajar fue todo un desafío. Como recuerda Silvia, el boleto costaba alrededor de 3 mil dólares.
– Fui consiguiendo de 100 en 100 y 500 y al final me prestaron una parte para el pasaje. Y yo viajé con una maleta de artesanías que tenía que vender para pagar la deuda del pasaje.
Julieta no consiguió el boleto para la fecha exacta y tuvo que pasar en China 15 días antes y 15 días después.
– O sea, me tenía que alcanzar para un mes más. Entonces yo salía a buscar lo más económico y me iba más a la ciudad, y recuerdo que me costó mucho porque no conocía el idioma, nunca entendí.
El desconocimiento del idioma también implicó otras dificultades y accidentes. Por ejemplo, sigue contando Julieta:
– En un momento tomé cera líquida creyendo que era jugo de almendra porque era el único bote que yo miraba con una identificación. Te puedo decir que comí culebra, y yo no lo sabía, hasta después me enteré. Me confundieron con una coreana, y como yo llegué 15 días antes y estaba sola, me preguntaron que si yo era no sé ni quién, y yo a todo decía sí. Me pararon hasta el frente, me aplaudieron, hasta cuando ya se dieron cuenta que yo no era la persona.
Rosa María recuerda que Luz Méndez también era confundida con las mujeres asiáticas, específicamente de China.
– Le hablaban en chino, porque su estilo era como el de las jóvenes chinas de la época.
Luz Méndez fue una investigadora y activista por los derechos de las mujeres en Guatemala. Fundadora del Partido Guatemalteco del Trabajo y militante de izquierdas, formó parte de la Comisión Diplomática de la URNG. Falleció el pasado 8 de agosto de 2021. En las memorias recogidas en este texto se conmemora también el legado de Luz para la historia de las mujeres.
No obstante, también hubo ejercicios de comunicación exitosos.
-Ahora ya podemos decir que venimos del estrecho de Bering, que sí es cierto. Y a parte de eso tenemos tantas cosas en común. Comer chile, negociar en los mercados, lo hacías hasta en las tiendas. Las negociaciones eran lo más bonito.
Según cuenta Rosa María, en una oportunidad buscaron comprar unas chumpas. Le hacían ofertas al vendedor, que no hablaba español, en una calculadora que él les daba. Él respondía con una contraoferta, y así seguía la dinámica hasta que lograban un precio intermedio.
China era muy distinta a lo que se decía del país. Rosa María cuenta que antes del viaje habían recibido varias orientaciones desde las visiones norteamericanas, con una serie de prejuicios sobre la comida y la disponibilidad de artículos.
– Hasta dijeron que era escaso el papel de baño. Era otra cosa. Todo eso que la propaganda nos decía. Fuimos a descubrir otra cosa. Descubrimos que todo estaba hecho en China.
Encuentros con el conservadurismo
Así como las anécdotas alegres y divertidas, también hubo momentos de indignación. Por una parte, ver las posturas conservadoras de Guatemala en alianza con El Vaticano fue un tema criticado por las participantes. Pero hubo un hecho de violencia más directo, como cuenta Rosa María:
– También tuvimos una experiencia horrible. Unas mujeres cristianas o católicas contra el aborto llevaron bracitos y pedazos de bebés de juguete, y cuando estábamos en un foro sobre derechos sexuales llegaron a tirarlos. Eran piernitas y bracitos de muñeco. Una cosa horrible.
Mujeres revolucionarias
Aunque las organizaciones a las que pertenecían las guatemaltecas eran diversas, varias eran mujeres de izquierda y organizadas en el movimiento revolucionario. Por ejemplo, Luz Méndez era integrante del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT) y de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), formando parte de la Comisión Política Diplomática en las negociaciones de los Acuerdos de Paz. Silvia Solórzano Foppa también era y sigue siendo parte de la URNG, específicamente de los equipos de trabajo internacional en 1995.
Para conocer más sobre Beijing y su impacto en los Acuerdos de Paz lee
Silvia recalca lo importante que fue para ella este viaje porque pudo encontrarse con las mujeres guatemaltecas que estaban trabajando localmente por los Acuerdos de Paz y la democratización del país.
– Para mi fue la posibilidad de estar en contacto con mujeres, con luchadoras, que estaban en Guatemala, que estaban en lo legal arriesgando el pellejo que fue ahí donde las conocí, a Rosa María, a María Dolores, a otras compañeras. Para mi fue muy nutritivo y pues también de aprendizaje.
También recuerda que su madre, Alaíde Foppa, tenía un programa de radio en México llamado Foro de la Mujer. Justo en 1975, cuando se celebra la Primera Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer, del 19 de junio al 2 de julio en la Ciudad de México, Alaíde realizaba traducción simultánea de la conferencia.
Hay un programa de radio, mi madre hacía programas de radio, entonces mi madre hizo uno sobre la Conferencia de la Mujer que es impresionantemente vigente. Los programas de radio de mi madre se llaman Foro de la Mujer.
Estos programas están recopilados por la Universidad Autónoma de México. Fueron declarados patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO. Pueden ser escuchados aquí:
https://www.radiopodcast.unam.mx/podcast/verserie/310
Entre todas las experiencias, el tejido de diálogos entre mujeres continúa siendo un elemento en común, así como el recuerdo de personajes como Luz Méndez y el trabajo realizado por la defensa de los derechos de las mujeres, la democracia y la igualdad.
El impacto de Beijing en Guatemala
Como se explora en este reportaje, la influencia de los debates y planteamientos realizados por las mujeres en Beijing fue muy grande tanto en las historias personales y políticas de las mujeres participantes. Asimismo, un punto en común reconocido por todas fue la importancia de este evento para las propuestas del Sector de Mujeres dentro de las negociaciones de los Acuerdos de Paz. Si bien hay muchos temas pendientes, Beijing sentó las bases políticas para remarcar que Guatemala se comprometía a erradicar la discriminación y la violencia contra las mujeres, y los marcos legales para exigir el cumplimiento de estos acuerdos aún hasta el día de hoy.