Crónica de una pandemia inesperada

I

Desde el día uno

cuando se declaró la pandemia

las vidas de millones fueron trastocadas

por un breve espacio se detuvo el tiempo

y luego empezó a ser marcado

por la conferencia vespertina

donde hombres con rostro de aflicción

fueron dando órdenes

que no admiten discusión

¡emergencia sanitaria!

 

Quédese en casa

salga lo indispensable

guarde su distancia

se limitan los abrazos

y los saludos efusivos

Se declara que cualquiera

es potencialmente contagioso

Mientras dure este estado de calamidad

el Estado se quedará con las libertades

los derechos ganados

incluidas las protestas en las calles

las reuniones de más de cinco

y las críticas poco constructivas

Cuando esto termine

-no se preocupe-

se las devolveremos intactas

¿les creemos?

 

II

Otras decisiones

hubieron de tomarse

detener la economía

permitir lo esencial

que ya no circule transporte

para el pobrerío

que se den incentivos

para quienes manejan los hilos del mercado

que se aseguren las ganancias

de quienes tienen dinero

para pasar en su casa

siete pandemias

 

Para el que poco tiene

la angustia del día a día

si tiene trabajo

¿negocie con su patrono?

Si no tiene

Inscríbase en un partido

Y como esta emergencia es global

Ni siquiera hay el consuelo

de la remesa puntual

regreso al punto cero

de la crisis neoliberal

 

III

Como todo está privatizado

siguiendo la receta del ajuste estructural

que sean las mujeres

las que asuman el trabajo de cuidado

más la educación en casa

más la primera línea de contención

porque

¿quiénes vigilarán que todos se laven cien veces las manos,

que haya agua

que se coma sano

que en la familia todos sean felices

aunque no coman codornices?

 

IV

La agenda cotidiana

empezó a tener otro sentido

quedaron anotadas diez reuniones

laborales y políticas

un café para compartir

la cita para decirte que sí,

o que siempre no

quedó en suspenso la clase

ya no se pueden celebrar

nacimientos, cumpleaños

bodas, ferias de pueblo

procesiones

funerales

aquelarres y otros rituales

todo esto fue sustituido

por el recuento diario de contagios

el número de muertes

la curva exponencial

que no se aplana

la cura prometida

que será la llave mágica

pero no sabemos si democrática

o si habrá que pagarla

con visa o mastercard

 

V

Pero como la vida fluye

nada la detiene

y somos seres sociales

desde el día dos

después del estupor

nos empezamos a mandar las claves

para conectar en las redes sociales

reanudar las clases

en plataformas y correos

seguir confabulando

¿cuándo y cómo se va a caer el patriarcado?

Seguir analizando

¿es el fin del capital, o el inicio de otra fase?

Es el principio de la solidaridad globalizada

¿O se profundizará el egoísmo?

Será verdad que, de ahora en adelante

¿será más importante

ser enfermera, que futbolista?

¿Ser agricultora, que rockstar?

¿ya no existirá la esclavitud

El trabajo forzado

Las drogas en el mundo

La violencia sexual

¿Ni la prostitución?

 

Será tanta nuestra suerte

que por la irrupción de un virus coronado

¿Cambiarán las estructuras?

Esas, ¿que no se han movido en diez mil años?

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