Consciencia, salud mental y sagrada energía femenina

Por: Pamela Flores

Las tierras mayas y el resto de pueblos en el mundo estamos viviendo épocas sin precedentes. Digo, sin precedentes, refiriéndome a estas generaciones que no vivieron la última epidemia llamada Gripe Española de hace 100 años, o no tienen memoria de ella.

Ante el impacto en la vida cotidiana de todas, esta pandemia ha venido a darnos una oportunidad para hacer una corrección de  la manera en que nos relacionamos dentro de un mismo espacio físico y a la vez darnos cuenta del reflejo en macro de la sociedad.

«El Buen Vivir» comienza a mostrarse como un modelo autosostenible y deseable. Estamos practicando sin querer, este estilo de vida que consiste en vivir con lo necesario y local, volver a la simplicidad y disfrutar de lo genuino comprendiendo que la calidad de esto, depende de  la energía con la que se lleva a cabo y su autenticidad.

Esta corrección nos ha obligado a probar vivir en comunidad, a identificar cuál es nuestra tribu y con quienes podemos ser mejores personas para la sociedad misma y nuestra madre Naturaleza

A medida que podamos aplicar conceptos humanitarios y naturales de un Buen Vivir, basado en el respeto a la Madre Naturaleza, a nuestra energía femenina, entenderemos que este modelo es necesario para sanar y evolucionar, para  traer seres más conscientes y más sensibles a esta dimensión que llamamos vida.

No obstante, esta energía es constantemente invadida, saqueada, violentada, y hasta asesinada, cada vez que ignoramos nuestro poder de iniciar cambios. Somos de la Tierra y estamos hechas y hechos de ella. Cuanto más nos parezcamos a ella, menos contundente será el impacto que novedades como esta han tenido sobre la humanidad.

Estos tiempos piden a gritos  regresar a la sagrada medicina natural, al sagrado alimento de nuestros propios jardines, a la vestimenta orgánica y al sentido de una mente más sana y ocupada. Sagrada comunidad con la que se empieza a generar cambios pragmáticos sin necesidad de recurrir a las armas y los conflictos.

Ruda

RUDA surgió en 2017 entre reuniones e ideas del consejo editorial de Prensa Comunitaria bajo la necesidad urgente y latente de tener un espacio digital en dónde evidenciar, publicar y visibilizar las luchas de las mujeres.

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