Con impunidad, muere Roberto Barreda

Muere Roberto Barreda, acusado del femicidio de Cristina Siekavizza. Salió de la Brigada Militar Mariscal Zavala donde se encontraba en prisión preventiva y fue internado de emergencia en el hospital San Juan de Dios luego de ser diagnosticado con covid-19. El 6 de julio del 2011 trascendió el crimen contra Cristina Siekavizza quien sigue desaparecida. La trabajadora doméstica de la familia y colaboradora eficaz Petrona Olga Say Velásquez declaró que a Cristina la mató Roberto Barreda a golpes, así lo confirmó la Fiscalía contra el crimen organizado. La familia lleva nueve años en la búsqueda de justicia y el cuerpo de Cristina Siekavizza.

De acuerdo con Ana Sáenz, joven feminista, estudiante y auxiliar de investigación en la Escuela de Ciencia Política-USAC, este es un caso terrible de femicidio, un ejemplo de cómo la violencia contra las mujeres y el encubrimiento de los agresores en Guatemala trasciende las clases sociales. Asimismo, que el sistema de justicia en Guatemala no hace lo necesario para investigar, encontrar responsables ni prevenir la violencia contra las mujeres.

“Si pasa esto en este caso que hizo tan público y aún así no se ha resuelto después de tantos años ¿qué pasa con todas las mujeres que les sucede lo mismo? Que las matan sus parejas, que las matan hombres, y ni siquiera toman su asesinato como femicidio, ni encuentran a la persona culpable, ni hacen el esfuerzo por encontrar justicia. Son casos de los que no vamos a escuchar. Entonces es muy triste que, en este país, no importa de dónde vengas, si eres mujer es altamente probable que no vayas a encontrar justicia.”

El 21 de julio, fecha en que fue ingresado al Centro de Atención de pacientes con enfermedades respiratorias emergentes CAPERE, la Fundación Sobrevivientes, organización querellante en el caso, presentó una exhibición personal “por ser de interés del proceso conocer la condición actual del sindicado”.

Paula Barrios, abogada y directora de Mujeres Transformando el Mundo, señala las intenciones para atrasar el proceso de parte de la defensa de Barreda. Señaló que el sistema de justicia este caso podía reflejar un precedente para el país al no permitir que las estrategias dilatorias y patriarcales que apelando a un “debido proceso” obstaculizaron el caso. Señala que se debe y se puede seguir con el proceso, revisando la investigación contra las otras personas que pudieran estar implicadas, como la madre de Barreda y su investigador.

“El mensaje al final es que el sistema se conforma, sostiene y consiente la impunidad, porque si el interés hubiera sido generar un precedente y establecer una sentencia, que a pesar de que no estuviera físicamente el cuerpo de Cristina ¿por qué el sistema no puede dar ese paso? Que hubiera sido importante para todas las mujeres que han sido asesinadas y han sido desaparecidos sus cuerpos”.

En las redes sociales hay centenas de mensajes, rechazando la impunidad para este caso, desde la incertidumbre y la duda.

Andrea Rodríguez

Socióloga interesada en la relación teoría-práctica, movimientos sociales, feminismo, ecologismo y antiespecismo. Feminista. Abolicionista. Antiespecista.

Anterior
Anterior

En una carta Andrea Aparicio pide a gritos: ¡YA BASTA!

Siguiente
Siguiente

Kinwa, la resistencia del cultivo milenario por mujeres mapuche