Con colores y tejidos reconstruyen el altar de las niñas 

Durante las manifestaciones ciudadanas, el pasado 9 de octubre, se denunció que un grupo de personas que serían infiltradas causó destrozos y daños en el Centro Histórico de la ciudad capital.  Uno de los puntos con mayor daño fue el altar  para mantener viva la memoria de las 41 niñas que murieron quemadas y las 15 que quedaron heridas  en el incendio del hogar estatal Virgen de la Asunción, a quienes el Estado no les brindó protección y cuyo caso sigue esperando justicia. Diversos colectivos de mujeres se unieron para recuperarlo porque “las niñas de Guatemala, no murieron por amor. Murieron porque el Estado las quemó”, expresó Rosa Gallardo, de la colectiva Plaza de las Niñas 8 de marzo. 

Por: Eslly Melgarejo

El pasado 20 de octubre, día en que se conmemoraron 79 años de la Revolución de Octubre de 1944 y se cumplieron 19 días del Paro Nacional Indefinido en Guatemala, desde las 9:30 de la mañana, en la plaza de la Constitución, en la zona 1 capitalina, un grupo  grande de mujeres se concentró para darle vida y recuperar el altar en homenaje a las niñas que murieron quemadas y a las que quedaron heridas  en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, razón por la cual el movimiento social y feminista renombró esa plaza como la Plaza de las Niñas 

Fotografía: Eslly Melgarejo.

Muchas mujeres, entre ellas un grupo de tejedoras, artistas, el colectivo 8 Tijax, colectiva Libélula y colectiva Plaza de las Niñas 8 de marzo, se reunieron para terminar de reconstruir el altar e indicaron que  les llevó 8 días  recaudar fondos y hacer lo necesario para la reconstrucción.

Para Rosa, de la colectiva Plaza de las Niñas, “Las niñas de Guatemala, no murieron por amor. Murieron porque el Estado las quemó”.

Añadió que “Vamos a cumplir 7 años de estar en la plaza y siempre ha sido un territorio en disputa. Tener ese altar representa no sólo a las niñas, sino también a las más de 12 mil mujeres asesinadas en el país y las violaciones a los derechos humanos por parte de este Estado guatemalteco. También representa  a la niñez y adolescencia, dentro un país corrupto como lo es Guatemala, que ha generado una pobreza, un tropiezo para el desarrollo integral de la niñez. Son las niñas las que siempre ponen el cuerpo y la vida, y para nosotras, las 41 niñas.  Es importante mantener la memoria viva en un país golpeado por la guerra y la corrupción, con  gobernantes que han robado el derecho a la niñez, ese sueño de oportunidad de crecer dignamente”.

El altar de las niñas reconstruido el 20 de octubre. Fotografía: Eslly Melgarejo.

En la Plaza de las Niñas, cada una de las cruces que fueron colocadas representa a las 41 niñas, y fueron cubiertas por mantas de crochet tejidas a mano, donde se colocaron los nombres de cada una de las niñas. Además se realizó una ceremonia por el honor y el recuerdo de ellas.

“La consigna es que si nos van a botar el altar 30 veces, pues 30 veces lo vamos a levantar.  En el hogar supuestamente seguro, el Estado acabó con ellas”, dijo la artista y profesional de la psicología, Tonibelle Che, que fue una de las mujeres que aportó para reconstruir el altar. “Hubo mucha gente que dio aportes económicos para lograr la reconstrucción. La importancia de este altar, es mantener viva la memoria de 41 niñas a las que el Estado no les brindó justicia, prácticamente el Estado las mató. Es difícil ser mujer en Guatemala, aún más difícil ser niña, este altar es una forma de recordarles y hacerles justicia”, aseguró Tonibelle.

Blanca Alarcón de 72 años y en silla de ruedas, asistió a la recuperación del altar. Ella es tía de Yosellinne Yamilet Barahona Beltrán, una de las 41 niñas. “Nos dio mucho coraje de ver que las personas destruyeron el altar, ya que ellas no tienen nada que ver con lo que está pasando, tampoco con la revolución ni de nada. Es una tristeza que no respeten la memoria de las niñas, ellas son niñas y nunca las respetaron ni las ayudaron y fueron quemadas, fueron asesinadas por el Estado. Eso nos tiene muy triste a las madres”, expresó la tía de Yamilet.

La cruz con el nombre de Yoselin Baharona, una de las niñas fallecidas en el incendio del Hogar Seguro. Fotografía: Eslly Melgarejo.

Entre sollozos, Blanca añadió que “estamos muy contentas porque los nombres de las niñas brillan de nuevo, rápido lo restauraron, agradezco que no se dejaron vencer. Mi sobrina cuando falleció tenía 15 años, en julio hubiera cumplido 21 años, nosotros siempre la llevamos en el corazón y la recordamos como que ella estuviera viva…”

El día que destruyeron el altar de las niñas

La noche del lunes 9 de octubre, cuando se cumplía el octavo día de protestas ciudadanas en el marco del Paro Nacional Indefinido, en la Plaza de la Constitución/ Plaza de las Niñas, hubo un enfrentamiento que según denunció la población fue  provocado entre  la Policía Nacional Civil  (PNC) y un grupo de choque que se infiltró en la manifestación que se realizaba en el lugar, en contra de la corrupción y exigiendo la renuncia de la Fiscal General Consuelo Porras.

Familias guatemaltecas que se encontraban en el lugar afirmaron que todo se  realizaba de forma tranquila, hasta que hombres encapuchados ocasionaron disturbios y  daños al edificio bicentenario y destruyeron también el altar en memoria de las niñas víctimas del Hogar Seguro. El reporte policial aseguró que el grupo de hombres infiltrados eran pandilleros de las zonas 6 y 18. 

Esa noche, el altar en memoria de las víctimas del Hogar Seguro Virgen de la Asunción fue destruido en su totalidad. La creación de ese altar se registró el 8 de marzo del 2017 y fue promovido por grupos de mujeres organizadas. Luego de su construcción, el sitio ha servido para la realización de ceremonias y ofrendas simbólicas.

Ante la destrucción, al día siguiente del suceso, durante la mañana del martes 10 de octubre, colectivos de mujeres se acercaron al lugar para reconstruir el altar, entre ellas Rosa Gallardo que ese día en entrevista con Ruda, aseguró que “el altar no fue destruido por los manifestantes de los cuatro pueblos del país, sino por grupos de infiltrados”.

Rosa además hizo “un llamado a todas las mujeres para que juntas caminemos y también dejamos este hilo, no sólo de la resistencia, sino también el hilo de hormiga, para evidenciar lo que está pasando en Guatemala, que tenemos una guerra silenciada en contra de las mujeres y las niñas y que nadie dice nada ni habla nada al respecto. Es importante para nosotras tener ese memorial para evidenciar la lucha de las madres que hoy lloran justicia y el acompañamiento de muchas mujeres en esta lucha. Es el colmo, en un país que se dice ser provida, es una barbarie que haya ocurrido esto, era un albergue estatal no era cualquier albergue”, concluyó.

Al evento de la reconstrucción se sumaron líderes mayas, quienes realizaron ceremonias con la finalidad de ofrecer una “digna resistencia” en ese lugar

Álida Vicente, alcaldesa de Palín, Escuintla y autoridad indígena maya Poqomam, se solidarizó con las fundadoras del altar y con las sobrevivientes del incendio del Hogar seguro Virgen de la Asunción. Además, indicó que será un nuevo punto para manifestar y exigir la renuncia de las autoridades del Ministerio Público. Tal y como lo anunció Alida, el pasado 20 de octubre ella ofreció un poderoso discurso en contra del golpe a la democracia desde ese lugar.

Ruda

RUDA surgió en 2017 entre reuniones e ideas del consejo editorial de Prensa Comunitaria bajo la necesidad urgente y latente de tener un espacio digital en dónde evidenciar, publicar y visibilizar las luchas de las mujeres.

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