Colectivo de hombres trans Trans-Formación: “Nuestro futuro es seguir siendo resilientes”

Foto: Colectivo Trans-Formación

La suspensión de ayuda internacional proveniente de los Estados Unidos y ordenada por Donald Trump afectó directa y desproporcionadamente a las demografías más vulnerables en Guatemala, al cortar los fondos con los que funcionaban varias de las organizaciones que protegen sus derechos. El colectivo de hombres trans Trans-Formación es uno de ellos. El proyecto, que estaba pensado para beneficiar a alrededor de 900 personas en un plazo de tres años, tuvo que ser cancelado.

Por Jasmin López

En agosto del 2024, el colectivo Trans-Formación, fundado hace más de una década por Alex Castillo y Sylvio Gonzáles, abrió las puertas de su Espacio Trans-Formador: un centro de atención médica, psicológica y jurídica para personas trans, el primero en Centroamérica especializado en atender a hombres trans y a personas disidentes del género femenino asignado al nacer. Este proyecto se logró en colaboración con la Cooperación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) gracias a un fondo obtenido en septiembre del 2013.

La agencia tenía contemplado un monto de 2 millones de dólares para apoyar organizaciones que brindan atención en salud y oportunidades de empoderamiento económico a personas trans en Guatemala.

En poco tiempo, la organización dio grandes resultados: en cinco meses, 185 personas trans recibieron en la clínica cuidados afirmativos de género y diagnósticos de todo tipo, incluyendo a algunxs a quienes se les detectaron indicios de cáncer en fases tempranas. Generó, además, 11 puestos de empleo para personas, en su mayoría, con identidades de género disidentes.

El 29 de enero del 2025, el Colectivo Trans-Formación recibió el golpe de la política antiderechos emprendida por Donald Trump. Su administración congeló el financiamiento que USAID proveía a proyectos de salud, educación y asistencia humanitaria para mujeres, personas LGBTIQA+ y migrantes en 130 países.

150 personas que estaban siendo atendidas en Trans-Formación vieron interrumpida su terapia médica y psicológica, además de cancelarse los planes que se tenían para alcanzar a más población. 

“Dejamos de darle el único lugar donde tenían atención integral y diferenciada a más de 759 personas trans que eran las que se tenían contempladas dentro de este proyecto”, compartió Alex Castillo, director de Trans-Formación. “Me tocó, tristemente, despedir a todo el personal que había sido contratado con estos fondos. El despedir a estas personas que, en su mayoría, son trans creo que es una de las cosas que más me tocan, ya que yo sé que después de tener un espacio digno y amigable donde era respetada su identidad de género, donde estaban siendo tratados de una manera justa y darles el derecho al empleo, ahora les toca salir a la calle a disfrazarse de cisgénero para que puedan obtener ese empleo”.

La abrupta noticia les generó también deudas al tener que cancelar anticipadamente los servicios de alquiler y teléfono.

Foto: Jasmin López.

Un espacio único

Desde la Casa Blanca se difundió el bulo, que luego sería replicado por medios de comunicación guatemaltecos, de que USAID invirtió 2 millones de dólares para realizar cambios de sexo en Guatemala. De este dinero, sólo se entregaron 350 mil dólares a Trans-Formación y a Asociación LAMBDA, de los cuales ningún monto se utilizó para financiar cirugías de cambio de sexo, aseguró Alex.

“Operaciones para cambiar de sexo no existen ni en Guatemala ni en ningún país de la región de Centroamérica. Si este proyecto hubiera sido para eso, 2 millones no nos hubieran alcanzado ni siquiera para llegar a 20 personas trans, ya que nos hubiera tocado tramitar visas, hospedajes, traslados, boletos de avión y encontrar médicos precisamente en Estados Unidos o en Canadá que sí realizan este tipo de operaciones”.

Alex explicó que el proyecto funcionaba en torno a cuatro ejes: fortalecimiento institucional, salud física y psicológica integral y diferenciada, abogacía, y educación. Los fondos proporcionados por USAID para Trans-Formación estaban destinados a beneficiar a 900 personas en un plazo de 3 años, personas a las que acceder a una consulta médica o a un empleo digno es casi imposible debido a la discriminación y violencia que se ejerce contra ellxs. 

“Un porcentaje muy alto de nuestra población son de pobreza extrema, precisamente por la falta de apoyo que se tiene por parte de la familia, por la falta de grados académicos que logramos alcanzar, precisamente por ser expulsados a muy temprana edad dentro de nuestros centros de educación, y realmente conseguir trabajo es una tarea bastante titánica al presentar documentos que no representan a la persona que están entrevistando”, refirió Alex. “Yo hablaría de que tal vez el 1% logra conseguir empleo. Entonces la mayoría de personas trans que estábamos atendiendo era de un nivel bajo, de pobreza extrema”.

La colaboración les permitía contar con un fondo para dar becas de estudio básico y diversificado, y un capital semilla para que lxs estudiantes pudieran iniciar un negocio propio.

Todos estos programas estaban dirigidos exclusivamente a personas adultas. “Esa es una de las políticas que hemos tenido, tanto Asociación LAMBDA como Trans-Formación, porque específicamente dentro de los estándares de atención para personas trans a nivel mundial pues nos dicta que la persona debe tener un proceso y una madurez psicosocial. Menores de edad en ningún momento fueron tratados en este espacio”.

El futuro de Trans-Formación

El colectivo no piensa rendirse, ni tiene intención de desaparecer. Las consultas médicas continuarán, pero ya no pueden permitirse brindar exámenes de laboratorio ni  medicamentos. Las becas de estudio y los talleres de formación también seguirán para los hombres trans que los necesiten.

“Como cualquier movimiento o como cualquier persona trans que hemos sido resilientes por los siglos de los siglos, y que nadie nos va a poder eliminar, pues efectivamente Trans-Formación sigue, estamos tocando todas las puertas de nuestros aliados. Nuestro futuro es seguir siendo resilientes”, puntualizó Alex.

Ruda

RUDA surgió en 2017 entre reuniones e ideas del consejo editorial de Prensa Comunitaria bajo la necesidad urgente y latente de tener un espacio digital en dónde evidenciar, publicar y visibilizar las luchas de las mujeres.

Anterior
Anterior

Caso Hogar "Seguro": “Nunca me dieron información de mi hija”

Siguiente
Siguiente

Radio Ixchel: el reto de informar cuando el Estado te persigue