Alerta Isabel Claudina alcanza el 95% de efectividad
Guatemala, Huehuetenango y San Marcos son los departamentos donde se activan más alertas de mujeres desaparecidas, la mayoría ha denunciado ser víctima de violencia de género más de una vez antes de su desaparición.
Por Mirna Alvarado
El sexto informe sobre resultados del mecanismo de búsqueda rápida de mujeres, implementado por las instituciones y organizaciones que integran la Coordinadora Nacional de Búsqueda Inmediata de Mujeres Desaparecidas, presentado el 9 de agosto por la Fiscalía de la Mujer del Ministerio Público (MP), reveló que hay un leve aumento de mujeres que desaparecieron con uno o más de tres hijos e hijas.
Eda Roblero, de la división de análisis del MP, señaló durante la presentación del informe que la mayoría de mujeres desaparecidas han sufrido algún hecho criminal en la calle, otras son objeto de violencia intrafamiliar y prefieren huir, y una minoría son mujeres que padecen de alguna enfermedad o discapacidad.
De acuerdo con las estadísticas, del 6 de agosto de 2018 al 30 de junio de 2024, se activaron 11 mil 300 alertas. De estas, 10 mil 682 fueron desactivadas, lo que equivale a un 95% de efectividad. El 5% restante, equivale a 618 alertas que aún se encuentran activas.
El informe establece que, durante los seis años que lleva vigente el mecanismo de búsqueda, unas 2 mil 462 mujeres han desaparecido con sus hijos e hijas, y en el periodo entre junio de 2023 a junio de 2024, fueron 435.
¿Por qué desaparecen?
La Alerta Isabel-Claudina es una herramienta creada para dar respuesta a los casos de mujeres desaparecidas a nivel nacional, el fin primordial es proteger su vida, libertad, seguridad, integridad y dignidad, así como garantizar prontitud en su localización y resguardo, de esa cuenta evitar que sean víctimas de algún delito o vejamen, mencionó Roblero.
Entre los motivos que propician la desaparición de mujeres, el informe menciona en principio la violencia intrafamiliar (doméstica), abusos sexuales, limitaciones a derechos humanos, vinculación a algún tipo de delito, razones personales, accidente y condición de discapacidad.
Según el documento, en este último año (junio de 2023 a junio de 2024) se observó un 2% de efectividad en la localización en comparación con el periodo anterior. En total se reportaron 1 mil 832 mujeres desaparecidas, de estas 232 denunciaron ser víctimas de algún tipo de violencia contra la mujer previo a su desaparición.
De la cifra anterior, 1 mil 37, que equivale al 57 %, son amas de casa y 366 tienen trabajos remunerados. El rango de edades de la mayoría de desaparecidas va de los 18 a los 29 años. Los sitios donde más activaciones de alerta se registran son Guatemala, Huehuetenango y San Marcos; le siguen Escuintla y Quetzaltenango. Los departamentos con menor activación son Sololá y El Progreso.
Niñez en riesgo
Los datos muestran que la mitad de los niños y niñas que acompañaban a sus madres cuando desaparecieron sufrían de maltrato, violación o negación económica, y comprenden las edades de 1 a 10 años.
“De junio de 2023 a marzo de este año se contabilizaron 1 mil 160 niños desaparecidos por quienes se activaron las alertas Alba-Keneth. De esta cifra 181 habían desaparecido con sus madres”, se lee en el documento.
Siguen los retos
Aunque los porcentajes señalan avances en la respuesta para localizar a las mujeres desaparecidas, el MP reconoce que existen algunas deficiencias como la coordinación internacional. En ello, se involucran el Instituto de Migración y el Ministerio de Relaciones Exteriores -MINEX-, quienes ya forman parte de los órganos responsables de atender las alertas.
Se reconoce, además, que aun hay lentitud en la localización por lo que es necesario el impulso de políticas públicas que aborden la violencia contra las mujeres, la trata y la seguridad ciudadana; así como la capacitación de personal idóneo para atender estas problemáticas.
Los registros revelan que cinco alertas Isabel-Claudina son activadas al día, pero el tiempo que se toma entre la desaparición y la activación de la alerta es de 0 a dos días, mientras que de la activación a la localización es de 0 a 6 días.
El mayor reto es la divulgación del mecanismo de alerta, ya que las campañas que se han realizado no abarcan todos los idiomas que se hablan en el país, la información únicamente ha alcanzado a quienes hablan k’iche’, q’eqchi’, mam, kaqchikel y español.