Lucrecia Peinado, médica experta en proyectos de desarrollo llegará a  la SOSEP

Lucrecia Peinado es médica de profesión y es experta en la gerencia de programas de salud desde hace 30 años. Se ha dedicado a dirigir, monitorear y evaluar, programas de salud y desarrollo desde el nivel comunitario hasta niveles regionales.

Por Andina Ayala y Eslly Melgarejo

Prefiere que le digan Lucrecia y más que salubrista o médica se describe como una gerente, su expresión emana liderazgo y pasión, misma que la ha llevado a especializarse como coach, o mentora para los equipos de trabajo a su cargo. Estas habilidades sin duda, serán de mucha ayuda para la labor que le corresponderá realizar desde la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (SOSEP) en los siguientes cuatro años.

Lucrecia es la esposa de Bernardo Arévalo, presidente electo en agosto del 2023, y por este motivo ella debe liderar la SOSEP, en esta entrevista nos cuenta sobre su experiencia profesional y sobre sus planes para dicha institución.

R: ¿Qué habilidades cree que puede implementar en la SOSEP desde su experiencia?

L: Mi enfoque de coaching, inicia con elegir y hacer equipo con personas expertas o expertos en los diferentes temas. Considero que con buenos perfiles no hay necesidad de “decir” que es lo hay que hacer, porque ellos o ellas son los expertos. Como directora o coordinadora, mi trabajo es dirigirlos para que den lo mejor de sí para que tengamos resultados de calidad en el tiempo más breve posible y esa es mi visión de la gerencia.

R: ¿Cómo se siente ante la oportunidad de aplicar sus conocimientos para una entidad pública?

L: Muy entusiasmada. Estuve fuera del sector público mucho tiempo y estoy decidida a hacer el mejor trabajo posible.

R: Vamos de vuelta a los inicios del partido Semilla, ¿Cómo lo vivió Lucrecia?

L: Esto se concibió con una gran ilusión, y recuerdo muy bien la visión de Alberto Torres Rivas, el sociólogo centroamericano, tuvo la intención directa de hacer un partido con la convocatoria de académicas y académicos, que además desde sus espacios representaron un tanque de pensamiento y que empezaron a analizar la situación del país.

Poco tiempo después llegan las protestas del 2015. Entonces el grupo se convirtió en movimiento de mucha gente. Ahí, en consenso, deciden pasar de la protesta a la propuesta y a la acción, muchos de los que estábamos ahí creamos todas las estructuras de base. Esto le demandaba mucho más tiempo a Bernardo en ese momento.

R: Entonces cuéntenos cómo era el matrimonio con un nuevo proyecto de vida, al sumarle la construcción de un partido.

L: Nos fuimos adecuando, para tener un poquito de equilibrio, especialmente después en el tiempo de la primera campaña. En la segunda, hubo una elección interna también democrática, consultiva, para proponer al candidato presidencial. Al principio Bernardo no aceptó, ni siquiera que se le incluyera en la lista de consultas. Pero insistieron con la idea que sólo iban a colocar su nombre.

Bueno lo conversamos y acordamos que sí. Días después se dio a conocer que él había sido seleccionado por la mayoría, por un margen importante de votos. Lo volvimos a platicar e incluso él me dijo: “si tú me decís que no, no lo hago”.

Entonces bueno, le dije: toma tu decisión, lo que te dice tu corazón, tu intelecto todo. Y ya me respondió que iba a decir que sí.

R: ¿Qué ha sido lo más difícil, en lo personal, de estar involucrada en política?

L: Desde la pandemia yo dejé de hacer consultorías, porque tampoco había disponibilidad. Empecé a tener a varios familiares cercanos enfermos y yo me dediqué con toda la buena voluntad y porque las circunstancias lo exigían, a cuidar a estas familiares.

Tuve aún más conciencia que muchas mujeres somos ese apoyo invisible en los hogares, que se hace notorio solo si no estamos. Esta etapa me alejó totalmente de la primera parte de la campaña. En el último proceso mi papá vivía con nosotros, él tuvo cáncer al que había sobrevivido cuatro años, pero tuvo una gravedad 14 días antes de la primera vuelta de las elecciones generales, y precisamente 24 horas después él falleció.

Todo ese tiempo fue muy emotivo porque por un lado tenía a Bernardo ganando hacia la segunda vuelta y la reciente pérdida de mi padre, entonces me enfoqué al resto de la campaña con Bernardo, a vivir la experiencia a su lado.

R: Llegó el 25 de junio, ¿Qué sentiste al tener esa gran posibilidad de ganar la presidencia’

L: Nunca fuimos triunfalistas, y yo me he apropiado del rol de jalarle los pies a tierra. Pero sí recuerdo dos semanas antes, se empezó a ver una efervescencia en redes a su favor. Bernardo decía: “está pasando, no sé qué, pero algo está pasando, estas señales indican que había en la gente una inclinación hacia el partido. Íbamos a la sexta avenida, porque nos queda muy cerca, a comer algo, pero en cada metro o dos metros la gente se cruzaba la calle peatonal para darle la mano, pedirle una foto o saludarlo.

R: ¿Qué pensabas tú en esos momentos?

L: Que las personas necesitan tener esperanza. Yo creo que teníamos como una nata gruesísima, toda la población, de desesperanza, de resignación, una protesta que no se podía realmente manifestar y aunque la manifestaras nada iba a pasar. Eso tal vez especialmente de mi generación para arriba.

A mi entender, empezaron a pasar varias cosas: uno, que la juventud no se resigna y lo otro es que también muchas personas empezaron a ver una lucecita al final del túnel.

R: ¿Cuál fue la fórmula de Bernardo, según tu criterio, para generar empatía y confianza?

L: Se debe a que Bernardo solo es uno. No hay un Bernardo el político, no hay un Bernardo el esposo, no hay un Bernardo el padre. Así como lo ven, así es. Habla con la verdad, es consistente, es genuino y las personas de distintas edades lo sintieron.

R: ¿Cómo quisieras ser recordada por tu paso por la SOSEP?

L: Siempre tuve trabajos que fueron de gran satisfacción, este no será la excepción. Pienso que puedo contribuir a la reactivación económica de las mujeres, que es pilar fundamental del país y desde la SOSEP se tiene una noble misión de trabajo social, enfocado a la infancia, adolescencia, mujeres, personas que viven con discapacidad y los programas del adulto mayor.

Es una gran oportunidad para apoyar, así que miro este reto, porque el reto es grande, en cuatro años no se van a resolver todos, pero como dicen nuestro binomio presidencial:pero vamos a sentar bases para el cambio.

Así que para mí es un compromiso y la oportunidad de mi vida. Quiero ser recordada como la persona que entregó con todo gusto sus habilidades al servicio de la gente.

***

“Merecemos vivir en un país digno, próspero”, dijo Lucrecia. Durante toda la entrevista ella nos habló de esperanza, responsabilidad y compromiso. Nos aseguró que ella, Bernardo y todos los funcionarios electos son personas muy capaces y que el Gobierno estará en manos de las mejores personas que puedan encontrar. 

Le pide a la población que no se apague la energía de esperanza, de alegría, de emoción, de apoyo, y de rechazo a la corrupción, porque no hay tiempo que perder para trabajar por el país que soñamos, concluyó.

Nosotras, La Primavera es un esfuerzo periodístico de Ruda, con el que presentamos a las mujeres que ocuparán cargos dentro de la política del país a partir del 2024. Con este especial deseamos acercar a la audiencia con el recorrido profesional de 16 mujeres de distintos partidos en diferentes instituciones.

Eslly Melgarejo y Andina Ayala

Eslly Melgarejo, es licenciada en ciencias de la comunicación y periodista profesional ejerciendo su carrera hace 18 años, es premio nacional de periodismo cultural y cofundadora de la revista cultural digital Azacuán. Andina Ayala es antropóloga y trabaja en periodismo investigando temas ambientales, de derechos humanos y documentando la autodeterminación de los pueblos. Ambas forman parte del equipo de Ruda, desempeñando un papel fundamental en la cobertura y promoción de temas relacionados con la cultura, los feminismos y la participación de las mujeres en la vida política de Guatemala.

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