Caso Fernando García

Estatus del caso: Dos sentencias condenatorias: 28 de octubre de 2010 y 20 de septiembre de 2013.

Edgar Fernando García tenía 26 años era maestro de educación primaria y trabajador administrativo de una industria donde ocupaba el cargo de Secretario de Actas y Acuerdos del sindicato de trabajadores. Asimismo, estaba vinculado a la Juventud Patriótica del Trabajo del Partido Guatemalteco del Trabajo. El 18 de febrero de 1984 fue detenido por agentes militares. La familia recibió información de terceros, según la cual Edgar Fernando García se encontraba con vida hasta diciembre de 1984 y que lo habían visto en cárceles secretas. A este caso estaban vinculados el coronel Héctor Bol de la Cruz, exdirector de la Policía Nacional y a Jorge Alberto Gómez López, exjefe del 4° cuerpo.

Acusados (6):

  1. Héctor Rafael Bol de la Cruz

  2. Jorge Alberto Gómez López

  3. HectorRoderico Ramírez Rios

  4. Abraham Lancerio Gómez

  5. Alfonso Guillermo de León Marroquín

  6. Hugo Rolando Gómez Osorio

Lugar y fecha de los hechos: 7ª. Calle y 3ª. Avenida zona 11 de Guatemala Lugar donde se ubica el mercado El Guarda.

Víctimas:(1) Edgar Fernando García.

Delito: desaparición forzada

Pena interpuesta: 40 años de prisión

Ruda

RUDA surgió en 2017 entre reuniones e ideas del consejo editorial de Prensa Comunitaria bajo la necesidad urgente y latente de tener un espacio digital en dónde evidenciar, publicar y visibilizar las luchas de las mujeres. Mantener la memoria VIVA de casos históricos como el Caso Molina Theissen, el caso de las abuelas de Sepur Zarco y el Caso de las 56 niñas en el Hogar Seguro Virgen de La Asunción. Un espacio sembrado y formado con miradas feministas, comunitarias y sobretodo resilientes ante la violencia contra las mujeres en el mundo. En noviembre de 2018 accedimos a un pequeño fondo del Fondo de Acción Urgente - FAU, en un encuentro entre activistas, abuelas, jóvenes, indígenas, mestizas, brujas, chamanas, ancestras, sanadoras y defensoras del territorio de Abya Yala en Paraguay, nos dimos cuenta de la necesidad de cómo y porqué visibilizar esas luchas históricas de las defensas de los territorios por las mujeres y trascender de lo nacional a lo continental, colocarles nombre, historicidad, palabra, amor, ternura, arte y sobretodo una memoria viva que mantenga presentes nuestras luchas en el mundo y la era digital, pero que también nos llevó al camino de reencuentro consciente con nuestros cuerpos y territorios personales como fundadoras de la revista.

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