Caso Sepur Zarco

Estatus del caso: Firme con sentencia condenatoria el 26 de febrero de 2016

En 1982, el ejército estableció un puesto avanzado en Sepur Zarco para el descanso del personal militar. En aquel momento, los líderes q’eqchi’ de la zona trataban de obtener derechos legales sobre sus tierras. Como respuesta, el ejército desapareció a los hombres de la comunidad y secuestró a sus esposas para violentarlas de forma sexual. Desde 2011 hasta 2016, 15 mujeres sobrevivientes lucharon para obtener justicia en el tribunal supremo de Guatemala. Este caso sin precedentes concluyó con la condena de dos ex militares por delitos de lesa humanidad y la concesión de 18 medidas de reparación para las sobrevivientes y su comunidad.

Lugar y fecha de los hechos: Finca San Miguel, Caserío Sepur Zarco, Municipio De El Estor, Departamento De Izabal. Entre 1982 y 1983.

Víctimas: 11 mujeres por violencia sexual y 7 hombres por desaparición forzada.

Acusados: Esteelmer Francisco Reyes Giron y Heriberto
Valdez Asig

Delito: Delitos Contra Los Deberes De La Humanidad En Sus Formas De Violencia Sexual.

Pena interpuesta: 120 años de prisión inconmutables para Esteelmer Francisco Reyes Giron y 240 para Heriberto Valdez Asig.

Ruda

RUDA surgió en 2017 entre reuniones e ideas del consejo editorial de Prensa Comunitaria bajo la necesidad urgente y latente de tener un espacio digital en dónde evidenciar, publicar y visibilizar las luchas de las mujeres. Mantener la memoria VIVA de casos históricos como el Caso Molina Theissen, el caso de las abuelas de Sepur Zarco y el Caso de las 56 niñas en el Hogar Seguro Virgen de La Asunción. Un espacio sembrado y formado con miradas feministas, comunitarias y sobretodo resilientes ante la violencia contra las mujeres en el mundo. En noviembre de 2018 accedimos a un pequeño fondo del Fondo de Acción Urgente - FAU, en un encuentro entre activistas, abuelas, jóvenes, indígenas, mestizas, brujas, chamanas, ancestras, sanadoras y defensoras del territorio de Abya Yala en Paraguay, nos dimos cuenta de la necesidad de cómo y porqué visibilizar esas luchas históricas de las defensas de los territorios por las mujeres y trascender de lo nacional a lo continental, colocarles nombre, historicidad, palabra, amor, ternura, arte y sobretodo una memoria viva que mantenga presentes nuestras luchas en el mundo y la era digital, pero que también nos llevó al camino de reencuentro consciente con nuestros cuerpos y territorios personales como fundadoras de la revista.

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