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Wendy Ordóñez: “no sé si es impunidad en los casos o es una venganza”

Fotografía: Ministerio Público

Hace 22 años, una estudiante de derecho ingresó a la principal institución encargada de investigación y persecución penal: el Ministerio Público (MP). Ella es Wendy Ordóñez, abogada y múltiples veces jefa de distintas fiscalías. Luego de más de dos décadas de carrera, fue removida junto con otras mujeres en un acto que representa los intereses de garantizar impunidad a aquellas personas que fueron investigadas desde su despacho en la Unidad de Métodos Especiales.
En esta entrevista, la exfiscal cuenta su historia de trabajo y los cambios que vivió en la última administración del MP.

Dos décadas de carrera

Wendy Ordóñez empieza su carrera en el MP mientras cursaba el séptimo semestre de derecho. Su primer puesto fue como oficial de fiscalía I, en la Fiscalía de la Mujer. En ese entonces aún no existía la Ley contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia contra la Mujer, pero se crearon tres unidades: trata de personas, adopciones irregulares y muertes violentas de mujeres.

– Allí es donde empiezo a investigar estructuras criminales, porque en ese entonces la trata de personas y adopciones irregulares no era una investigación dirigida hacia un particular sino a organizaciones criminales que se dedicaban a este tipo de actividades en Guatemala.

Permaneció en esa fiscalía hasta el 2010, cuando obtuvo un ascenso como agente fiscal en la Fiscalía contra el Crimen Organizado. En esta se investigaban casos de extorsiones y pandillas, pero Wendy observó que los casos debían abordarse como organizaciones y no solo contra las personas que entregaban dinero ilegal.

– Una organización criminal normalmente no está definida en hacer una actividad ilícita; ellos, para llegar a cometer esa actividad, transgreden la ley en todo sentido con muchas actividades ilícitas.

Su paso en la Fiscalía contra el Crimen Organizado le dejó muchos aprendizajes sobre cómo las organizaciones criminales se coordinan y utilizan sus recursos para expandirse, conformando estructuras. Es entonces cuando, bajo el mandato de la fiscal general Claudia Paz y Paz, se implementó la persecución penal estratégica y no únicamente a los cobradores de las organizaciones.

El 22 de enero de 2013, luego de haber trabajado en la Unidad de Métodos Especiales (UME), la fiscal Paz y Paz trasladaría a Wendy Ordóñez de nuevo a la Fiscalía de la Mujer, esta vez como fiscal de sección.

– Ascender a jefatura en una fiscalía donde yo había iniciado como oficial y como auxiliar fiscal, era para mi un logro personal y profesional. Me voy a la Fiscalía de la Mujer a desarrollar muchos proyectos, porque ya se venía la creación de bastantes fiscalías de la mujer a nivel nacional derivado de que era uno de los delitos más denunciados a nivel país.

Entonces, como fiscal de sección, Wendy observó que las instalaciones destinadas al Modelo de Atención Integral (MAI) de la fiscalía de la mujer no se estaban utilizando. Se propuso que para el 8 de marzo de 2013 estas estuvieran funcionando.

– Empezamos con las instalaciones a trabajar con todo el equipo interdisciplinario que lo integra, psicólogos, forenses, coordinación, juzgado, fiscales para poder trabajar las 24 horas.

Ella permaneció un año como jefa de esta fiscalía. Luego, en 2014, el último año de gestión de Claudia Paz y Paz, es trasladada a la UME, pero en calidad de fiscal de sección, es decir, para dirigir esta unidad.

Los métodos especiales de investigación

La Unidad de Métodos Especiales (UME) era un equipo que cobraría especial importancia en las investigaciones contra funcionarios públicos desarrolladas por la Fiscalía Especial contra la Impunidad (Feci) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad (Cicig) en el 2015. Es ahí donde Wendy regresa en el 2014.

A los cuatro meses de reintegrarse a la UME, Wendy recibe una propuesta de ascenso como agente fiscal encargada de las interceptaciones de comunicación, es decir que dirigiría las escuchas telefónicas en todos los casos que lo ameritaba.

– Ya no únicamente a casos contra obstrucción extorsiva de tránsito, temas relacionados a pandillas, sino que allí ya empiezo a conocer todo, un poco de todo tipo de investigaciones donde sea desarrollada por una organización criminal.

Con la llegada de Thelma Aldana como fiscal general y jefa del MP, Wendy esperó a ver cuál sería la decisión sobre su puesto. La percepción respecto a la nueva fiscal general era positiva en el sentido de que seguía apoyando a la UME.

– Se trabajó con mucho respaldo del despacho, sin ninguna interferencia pero con apoyo para poder ampliar las capacidades de la UME. Se triplicó el porcentaje en capacidades, puedo decir que me dio tiempo de hacerlo porque empecé en 2014 y mi cambio de la fiscalía fue el 31 de enero de 2019, casi 5 años.

Siendo jefa de métodos especiales, las investigaciones que se llevaban a cabo implicaban una alta carga de responsabilidad y confidencialidad. De ese tiempo, Wendy recuerda tener un equipo muy comprometido y técnicamente capacitado.

– Se desarrollaban investigaciones muy especializadas y puntuales hacia organizaciones criminales de todo tipo, las cuales fueron serias, técnicas, con todo el respaldo jurídico y supervisadas por jueces que son los contralores de los métodos especiales de investigación.

Fue durante su paso por la UME donde, por acuerdo del despacho de la fiscal general, a Wendy Ordóñez le correspondía ser una de las dos fiscales que cubrieran las funciones de la fiscal general en caso de su ausencia. Esto da cuenta de la carrera y alto cargo que Wendy tenía en el MP.

Los cambios en el MP

Wendy vivió tres mandatos distintos en el MP: el de Claudia Paz y Paz, Thelma Aldana y Consuelo Porras. Considerando los cambios que pueden decidir las nuevas fiscales generales, para Wendy los traslados de fiscalías no eran cosa nueva. Sin embargo, el último fue extraño, bajo el mandato de la fiscal general Consuelo Porras.

Normalmente los traslados de fiscalía los comunica la propia fiscal general, sin embargo, en enero del 2019 Wendy fue citada por recursos humanos, quienes le notificaron del cambio como fiscal de sección a la unidad de asuntos internacionales.

– Los primeros 6 meses no tuve ningún inconveniente en el desarrollo de mis actividades, sin embargo dejé de percibir esa comunicación y apoyo.

Ya en la nueva fiscalía, ella era la encargada de gestionar y autorizar las extradiciones de personas, ya fuera de otros países a Guatemala o viceversa. Su paso por la fiscalía de asuntos internacionales fue de 19 meses.

– El 30 de septiembre del 2021 otra vez me citan de recursos humanos, entendí que el despacho [de la fiscal general] ya no notificaba ni discutía con una los traslados, simplemente se notifica que se va a otra fiscalía. Se me traslada igual como fiscal de sección pero ahora a una fiscalía especializada nueva que investiga delitos de usurpaciones a nivel nacional.

Es entonces cuando Wendy Ordóñez tiene su último puesto dentro del MP en una fiscalía nueva que tuvo que armar a partir de cero. Desde las instalaciones, los materiales y las conexiones al sistema para que les asignaran casos.

La destitución arbitraria

El 29 de junio de 2022 Wendy Ordóñez fue llamada para asistir a la secretaría general al día siguiente. Al consultar el motivo le indicaron que “solo tenía que ir”. Así lo hizo a las 9:00 del 30 de junio, esperó media hora hasta que comenzaron a llegar varias personas a la oficina.

– Llevaron una notaria para hacer constar en acta, que se me indicó que llegaban para hacerme una notificación. Me la entregan y me dicen que la lea. Cuando yo la empiezo a leer, prácticamente decía que era una remoción de mi cargo y que me daban las gracias por haberle prestado mis servicios al Ministerio Público, que al terminar de hacer mi proceso yo podía hacer el cobro de mis prestaciones.

Con tristeza e indignación, Wendy firmó la carta luego de expresar que no consideraba correcto lo que estaba sucediendo. No entendía por qué la removían si nunca había cometido una falta ni había tenido ningún proceso administrativo o disciplinario.

La fundamentación de su despido también le pareció extraña, ya que se basaba en un pacto colectivo realizado entre el MP y el sindicato. En teoría, estos pactos son para mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras, pero en este caso se utilizó un nuevo artículo: el 37.

Wendy menciona que al personal del MP le llegó un documento digital vía WhatSapp sobre el nuevo pacto. El contenido del artículo 37 describieron los puestos que serán de “libre nombramiento y remoción” incluyendo a las fiscales de sección, como ella.

Sin embargo, Wendy argumenta que ella es fiscal de carrera y por lo tanto debe aplicarse el criterio de carrera fiscal, donde uno de los elementos es la estabilidad laboral. Esta condición implica que su cargo se mantiene mientras no se incurra en ningún proceso legal o disciplinario.

– Yo considero que sí hubo algo para que quedara este artículo y permitir al despacho hacer toda la remoción. Porque de conformidad con la ley orgánica también quien, la autoridad nominadora para hacer traslados, nombramientos es la fiscal general. Entonces ahí pudo haber estado esa negociación.

“No soy la única”

Wendy reconoce que, así como ella, muchas fiscales de carrera han sido removidas injustificadamente de sus cargos. El mismo día que ella, fueron destituidas cuatro fiscales más: Hilda Pineda, de la Fiscalía de Derechos Humanos; Sara Romero, de la Unidad de Impugnaciones; Elka Ruiz, jefa distrital de Quetzaltenango; y Eleonora Castillo, jefa de Sololá.

– Lo hicieron con muchas fiscales de carrera, en la misma situación en la que yo estaba, fiscales que yo conozco, puede ser que sean fiscales hasta más años de antigüedad que yo, 20-25 años de estar trabajando en la institución.

Cuando se le pregunta a Wendy sobre qué razones encuentra sobre su destitución, no duda en señalar que es una mala actuación de la administración del MP.

– Definitivamente responden a una agenda no se si es buscar impunidad en los casos, no se si es una venganza hacia a las personas, las fiscalías que estuvieron trabajando contra la corrupción que se evidenció a partir del año 2015

Con las destituciones de fiscales de carrera no solo se evidencia una vulneración a un derecho laboral, sino también posibilidades de impunidad y retrasos en los casos que investigaban. Por ejemplo, los expedientes de casos grandes van a requerir meses para que sean estudiados y comprendidos por los nuevos fiscales asignados.

– Ahí es donde yo digo que se pierde. Eso parte y resulta en impunidad. Eso es lo que yo entiendo como fiscal, pero la agenda y esa política la tienen clara las personas que están haciendo esto, no solo a lo interno del Ministerio Público si no a las demás instituciones.

Wendy Ordóñez presentó un recurso de reconsideración sobre su remoción. Sin embargo, este fue rechazado por la fiscal general en funciones, Aura Marina López, a finales de agosto de este año.