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Vacunar a las niñas previene el VPH

Foto: Karen Lara

Por: Violeta Cetino

Estaba por cumplir los 30 años cuando Aura Anely de León notó cambios en su periodo menstrual: sangrado con coágulos cada 15 días y dolor en el vientre bajo. Buscó atención médica a través del seguro de salud que pagaba, pero en esa ocasión la doctora no le realizó un examen clínico completo. Las molestias cesaron y su periodo menstrual se regularizó de nuevo, así que no acudió a otro chequeo, sino hasta el día de su cumpleaños número 30. 

“Junto a la pareja con quien estaba en ese entonces deseábamos tener un bebé, así que regresé a la clínica para realizarme un chequeo general de salud. Durante el tacto vaginal que me realizó la doctora, yo sentí dolor y al hacerme el papanicolau ella determinó que debía hacer una colposcopia (procedimiento para detectar células cancerosas o células anormales que se pueden volver cancerosas en el cuello uterino, la vagina o la vulva). Una semana después supe el diagnóstico: cáncer cervicouterino”, recuerda Aura Anely. 

La entrevistada  indica que la mejor manera de prevenir este tipo de cáncer, además de tener acceso a una educación sexual integral, realizar chequeos de rutina una vez iniciada la vida sexual, gozar de buena alimentación y cuidar de la salud mental y emocional, es vacunar a las niñas contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), causante de cáncer de cuello uterino. 

Un virus que se propaga

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el VPH es un virus que se transmite exclusivamente por actividad sexual, de forma genital, anal u oral, a través de la mucosa. Si las mujeres no han sido vacunadas, la mayoría se infectará con el virus en algún momento de su vida. 

Hay más de 100 tipos de VPH y cada uno se identifica con un número. Algunos tipos de este virus pueden ocasionar verrugas genitales o anales, protuberancias visibles, blandas y húmedas del color de la piel, pero pueden no causar cáncer. En las mujeres, la infección persistente por ciertos tipos de VPH específicos, puede conducir a lesiones precancerosas que, si no se tratan, dan lugar a un cáncer cervicouterino, con un periodo de evolución de 10 a 20 años. Los tipos más frecuentes son el VPH-16 y el VPH-18.

De acuerdo con el pediatra Gerson Prado, en Guatemala la vacuna contra el VPH se encuentra dentro del sistema de vacunación nacional. Esta vacuna se aplica a mujeres desde los 9 hasta los 45 años, idealmente de 12 a 14 años. El costo aproximado de la vacuna en una clínica pediátrica privada asciende a mil 500 quetzales.

Según  la Guía de atención integral para la prevención, detección y tratamiento de lesiones precursoras del cáncer cérvico uterino, elaborada por el Programa Nacional de Salud Reproductiva del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), es recomendable aplicar las vacuna contra el VPH antes de la iniciación de la actividad sexual, pues las vacunas no tratan una infección preexistente del virus. 

Esta guía, publicada en el 2020, presenta dos estrategias de administración de la vacuna: Vacunación en la red de servicios, las niñas admisibles acuden a los establecimientos sanitarios fijos y Vacunación mediante actividades de extensión, en la cual el personal de salud sale de los establecimientos a prestar el servicio de inmunización a escuelas, centros comunitarios y otros lugares donde las niñas se congreguen. La aplicación escolar es la principal estrategia para niñas que viven en comunidades distantes.

De acuerdo a datos del Observatorio Mundial del Cáncer, en Guatemala el cáncer de cérvix ocupa el segundo lugar de incidencia en cáncer ginecológico y un primer lugar en mortalidad en mujeres. Debido a esto, la vacunación contra el VPH es necesaria para la prevención de esta enfermedad. 

No existe una estrategia adecuada 

En Guatemala, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) tiene un programa de vacunación contra el VPH, mismo que dio inicio en el año 2018. La doctora Lesly González, profesional técnica normativa de este programa, refiere que desde entonces a la fecha han sido vacunadas contra este virus 1 millón 928 mil 555 de niñas de 9 a 16 años de edad. Las vacunas contra el VPH se aplican en los centros y puestos de salud de manera permanente, según González.

En la actualidad únicamente se aplican las vacunas a niñas entre los 9 y 16 años de edad, asegura González; mas en el 2022 fueron aplicadas las vacunas contra el VPH a mujeres adultas hasta los 47 años en los centros de salud del MSPAS, debido a que las niñas no acudieron a vacunarse y así no desperdiciar las dosis. Esto refleja que no existe una estrategia adecuada para dar cobertura a la población que requiere la vacunación. 

Aura Anely comparte que inició su vida sexual a los 19 años y que durante aproximadamente 3 años mantuvo una pareja estable. En los 5 años siguientes no mantuvo ninguna relación sexogenital, tiempo en el que no acudió a realizarse ningún examen médico que identificara las lesiones. “Por eso menciono que es importante también recibir educación sexual oportuna, pues yo pensé que por no tener una vida sexual activa, no debía recibir atención ginecológica”, indica. 

Cuenta que  sobrevivió al cáncer luego de recibir 25 sesiones de radioterapia y 5 de quimioterapia, además de 2 o 3 sesiones de braquiterapia, procesos que le provocaron anemia y la nula posibilidad de tener hijos. En agosto del 2019 le confirmaron que estaba libre de cáncer, aunque mantuvo un control estricto cada 6 meses y finalmente cada año en el Instituto Nacional de Cancerología (INCAN).

Las vacunas no protegen contra todos los tipos de VPH que puedan causar cáncer de cérvix, por lo que las niñas vacunadas, al llegar a la adultez, deberán someterse a la prueba de papaniculau, también conocida como citología cervical, para descartar cambios causados por los VPH.