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Urgen los derechos humanos sin distinción

Foto: Archivo Ruda

En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, que se conmemora el 10 de diciembre, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) llevó a cabo un cine foro.  Fue un evento de tres días que puso en el centro de atención temas fundamentales como el derecho al agua, los derechos de las personas con discapacidad y los derechos de las personas LGBTIQ+.

Por Angie Ross

En el tercer día se realizó la presentación del documental "Ixim: El amor no tiene género", seguida por un cine foro y un conversatorio. Durante esta sesión, se abordó la realidad y la resistencia de las mujeres trans, destacando su lucha por el reconocimiento y la igualdad de derechos.

Mónica Chub, activista y defensora de los derechos humanos de la comunidad LGBTIQ+, y  participante en el documental, subrayó la importancia de visibilizar las historias de las mujeres trans y su esfuerzo constante por enfrentar los estigmas y las desigualdades. “Este tipo de espacios son esenciales para que nuestras voces sean escuchadas y para construir una sociedad más justa y equitativa”, mencionó.

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En el foro también participaron Galilea Monroy de León, activista y defensora de los derechos humanos de la población LGBTIQ+ y directora de la Red Multicultural de Mujeres Trans de Guatemala (Redmmutrans), quien enfatizó en la importancia de visibilizar los derechos de las personas trans; Adriana Muñoz, transfeminista, defensora de derechos humanos y coordinadora de Otrans; y Diego Lima, representante de la Asociación Lambda.

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Mónica se refirió al documental Ixim como una lucha por reafirmar que las personas trans indígenas siempre han existido en sus comunidades, a pesar de la colonización y los prejuicios del sistema patriarcal. “Nuestros cuerpos y nuestra existencia han sido parte de nuestros pueblos. Esto no es consecuencia de discriminación o abuso, sino una realidad que hoy incomoda al sistema patriarcal”, concluyó.

En Guatemala, las personas trans enfrentan una alarmante negación de derechos fundamentales, como el acceso a la salud, la educación, el trabajo y el reconocimiento legal de su identidad de género. Según Galilea Monroy, esta exclusión sistémica invisibiliza a las mujeres trans y vulnera sus derechos humanos desde el momento en que el Estado no las reconoce como ciudadanas plenas.

Ante esta realidad, las mujeres trans comenzaron a organizarse en 2004, impulsadas por la necesidad de exigir igualdad e inclusión. “No pedimos derechos especiales, pedimos los mismos derechos humanos que tienen todos los ciudadanos guatemaltecos”, subrayó Monroy.

Un paso adelante en medio de una crisis de violencia contra la comunidad LGBTIQ+

En Guatemala, las cifras de muertes violentas de personas LGBTIQ+ continúan en aumento. Según Estela Morales, representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), los últimos dos años han evidenciado un incremento preocupante de estos crímenes. En este contexto, la sentencia emitida en 2023 por el asesinato de Nancy Sacul, una mujer trans, marca un precedente histórico al reconocer el crimen como un transfeminicidio.

Diego Lima señaló que el caso de Nancy refleja muchas de las realidades que enfrenta la población trans. Nancy no solo fue despojada de su vida, sino también de su comunidad y su territorio, enfrentando múltiples formas de violencia antes de su asesinato.

El papel del Colectivo Trans Trabajadoras Sexuales Trébol fue importante durante el proceso judicial. Este colectivo acompañó el caso de Nancy, logrando que se visibilizara el contexto de violencia estructural que enfrentan las mujeres trans en Guatemala. Su lucha permitió que el juez reconociera que este no fue un homicidio más, sino un transfeminicidio, un término que hasta ahora había sido ignorado en el sistema judicial guatemalteco.

Esta sentencia representa un paso importante para el reconocimiento de los derechos de las personas trans en el país. Sin embargo, activistas y organizaciones coinciden en que queda mucho por hacer para reducir la violencia y garantizar justicia para todas las víctimas de crímenes de odio en Guatemala.

Durante el cineforo, también se discutieron iniciativas de ley como la Iniciativa 5272 ("Protección de la Vida y la Familia") y la Iniciativa 5285 (Sistema de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia). Estas propuestas fueron analizadas por su posible impacto negativo en la comunidad LGBTIQ+, especialmente en las personas trans y sus familias. Adriana Muñoz reflexionó sobre cómo estas leyes podrían aumentar la criminalización y el estigma, haciendo un llamado a un diálogo inclusivo que garantice la protección y los derechos de todos lxs  ciudadanxs.

En el conversatorio se destacó la importancia de fortalecer las redes comunitarias como un medio esencial para avanzar en temas de inclusión, como la intersexualidad. Estas redes permiten generar espacios seguros y de diálogo, esenciales para visibilizar las realidades de la comunidad LGBTIQ+ y promover su integración en la sociedad.

Además, se enfatizó sobre la necesidad de apostar por el litigio estratégico y el fortalecimiento del sistema de justicia como herramientas fundamentales para garantizar los derechos de las personas trans en Guatemala. 

Diego Lima resaltó que la lucha por la igualdad y el reconocimiento legal sigue siendo crucial en el país, especialmente frente a tres iniciativas legislativas presentadas este año, entre ellas la "Ley para la Conservación Integral de la Sociedad", que atacan directamente a los derechos de la comunidad LGBTIQ+.