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Testimonio: Acoso y soborno en la Universidad Regional

Fotografía: Karen Lara

Una joven que fue estudiante de la Universidad Regional de Guatemala en una de las sedes del departamento de Guatemala, ha decidido hablar del acoso que vivió por casi cuatro años sin que el coordinador y el rector hicieran algo al respecto. En este testimonio cuenta lo que sucede cuando se entregan tareas, se asisten a clases pero no aparecen los punteos en sus cuadros de notas, sino que son trasladados a otras estudiantes; o cuando los catedráticos se niegan a enviar a la estudiante los trabajos que se deben realizar.

Todo empezó desde el primer año de universidad. Entré a estudiar en 2017 en la universidad Regional de Guatemala porque era mi primera opción cercana y tomé la carrera de Ciencias Jurídicas y Sociales. Desde el primer año me empezaron a echar de menos, nunca supe por qué. Conforme fueron pasando los años ya no me pasaban las tareas ni los trabajos. Mi trabajo y examen de procuradora tampoco me lo dieron, se lo dieron a otra compañera; mis puntos de trabajo también se los dieron a otra compañera.

Los maestros acosaban a las mujeres, yo no me dejé y todos se fueron en represalia hacia mí. Mi papá y yo hablamos con el rector, pero el rector no hizo absolutamente nada. Todos querían hacerme perder las clases hasta que lo lograron en el cuarto año. Ante la desesperación, con mi papá fuimos a la oficina de la capital y resulta que no había ninguna oficina ahí, solo personas que hacían limpieza en el lugar.

Estuvimos hablando con el licenciado Roberto Mauricio, que es el coordinador administrativo de la universidad. Con él contábamos las cosas que me pasaban y nunca tomó en cuenta nada. También queríamos hablar con el rector de la universidad de la capital y nunca nos daban ninguna información.

La que me hizo perder su clase, fue una catedrática. Nunca me llevó bien, y no sé por qué. En tercer año me dio clases por primera vez y ganaba su clase. En el cuarto año como que ella se unió a los demás catedráticos para hacerme perder.

Ella fue la primera que dio mis puntos a otra compañera. Le dio todos mis puntos a otra compañera cuando yo ya le había dicho por qué no podía exponer. Tenía problemas de salud y ella no quiso entender eso. Lo único que me dijo es que “yo ya era muy grande para saber lo que estaba haciendo”. Así lo hizo cada uno de los catedráticos.

El acoso de un docente de derecho constitucional

Me acosaba y fue por él que recibí bullying en el cuarto año, por no estar de acuerdo con algo que los demás sí. Mi papá fue a hablar y ahí empezó. Fue bullying lo que me hacían, literal. Se me quedaban viendo, me tiraban indirectas .
Él se acercaba mucho a mí, me miraba de maneras que no creía correctas en alguien y me hacía sentir incómoda. Siempre traté de alejarme, cuando se dio cuenta que no podría conseguir nada, me hizo perder su clase con uno o dos puntos que me faltaban, repetí el examen y gané la clase con los puntos que me hacían falta, según él.

Una compañera ya lo conocía desde antes y me había dicho que él la acosaba en Facebook, obviamente le creí, y dije “hay que estar lejos de este catedrático”. Él se dio cuenta que yo me juntaba con esta persona y de ahí se empezaba acercar a mí, me hablaba, incluso si se me caía algo, causalidad que él llegaba y me lo recogía, como queriéndose acercar a uno.

Un docente de derechos humanos ejerciendo acoso

Nos dio derechos humanos en el tercer año. Su forma de actuar era diciéndole a las estudiantes que se quedaran después de clases, hablando supuestamente de las notas. A una compañera, le dijo que si se podía quedar después de clases para observar sus notas o si le hacía falta algún punto. Nunca supe que alguien se quedaría pero si escuche que les decía eso.

Sus temas de conversación siempre eran sexuales, todo lo decía en doble sentido aunque fuera un tema de derechos humanos.

Docente que no daba clases

Hubo un catedrático que hasta un mes no dio clases, nadie se quejaba porque los hacía ganar, pero yo tuve que volver a hacer el examen para ganar su clase. Nos daba derecho laboral.

Pedir respuestas y acciones

Cuando la estudiante solicitó a los catedráticos información de las clases como tareas y exámenes estos se negaron a hacerlo, querían que ella pagará nuevamente el semestre.

Reaccioné muy mal, estaba enojada, yo sabía que había entregado mis cosas, me negaron el acceso a entregar tareas, lo único que hice fue reclamarles por correo electrónico, nunca respondieron a nada. Simplemente lo que dijeron es que tenía que pagar el semestre si lo quería reponer.

En el séptimo semestre todos me empezaron a echar de menos, ya no me daban clases, no me mandaban las tareas y como era en línea les era más fácil. Le hablamos al rector de la universidad y nunca nos hizo caso.

Todo fue una misoginia, la mayoría de catedráticos que tuve siempre me hicieron de menos, los alumnos también cuando yo quería hablar sobre algo simplemente me ignoraban. La Universidad Regional de Guatemala me sacó de estudiar por el hecho de no pagar igual que todos.

Nunca tomaron en cuenta nada de lo que decía, ni hacía, ya sea porque soy mujer, mi edad o porque era la más chica de la clase, nunca me quedaba en silencio cuando algo no me parecía. Nunca estuve de acuerdo con la corrupción, una no debe de pagar para ganar las materias y el título.

Al terminar su testimonio comenta: “Me afectó mucho psicológicamente, me afectó en todo”.

Sobre la universidad

Esta universidad fue aprobada en el 2014 por el Consejo de Enseñanza Privada Superior, tiene cinco facultades. No cuenta con instalaciones propias ya que utiliza escuelas o locales comerciales. Según una investigación de un medio de comunicación, el rector trabaja ad honorem.