RUDA

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“Súper Mujer, Súper Mamá”

Por: Jas Gidalti

Uno de los tantos  roles e imaginarios que el patriarcado  ha impuesto, es  esa visión de que las mujeres pueden con varias cosas a la vez y sí por algún caso eligen la maternidad, como es mi caso, deben ser madres abnegadas, si existe un padre ausente; encargarse  de la ausencia emocional y económica, sin agregar todos los costos políticos de asumir la maternidad.

Desde que me invitaron a escribir sobre las luchas de las mujeres y su territorio en el marco de COVID-19  fue tan complicado sentarme  y poner en palabras  lo que se atraviesa por mi cuerpo, digerir una a una la realidad.

De pronto la realidad estallaba en mi cara de tal forma que lo único que pude sentir fue una frustración, entrar en crisis era inevitable, siempre nos abruman los cambios (en lo personal me cuesta muchísimo)   todo lo veía lento, mi cuerpo sentía esa lentitud,  preguntándome

¿Ahora qué? 

El trasfondo del confinamiento era el rol que debería asumir en las horas, días, meses siguientes,  justo esa disyuntiva golpeando mi realidad.

Lo cierto de mí aquí y ahora en adelante es que tenía que organizar mi vida; dar clases a mi cría de 6 años ejerciendo la maternidad sola, llevar  trabajo en casa, soy Administradora de una organización de derechos humanos y atender las tareas del hogar. Hace un año y medio gesté un estudio de yoga  y de pronto tocaba realizar el mismo esfuerzo como  al inicio de este, empezar de nuevo.

El derrumbe y quiebre emocional estaba a la vuelta de la esquina de la cocina, traía consigo esa gran manipulación social que  las mujeres pueden con todo, lo he visto con mi madre, abuelas, tías y todas las ancestras es un imaginario para tenernos atendiendo todo lo que sistema le convenga.

Dentro de los tantos retos; ser “productiva” en mi trabajo;  adquirir internet, un escritorio, silla y todas esas cosas.  Ejercer la docencia: Nadie estaba preparada para tener a las  crías 24/7 impartir clases, acompañar y simultáneamente al trabajo estar pendiente si necesitan algo, las constantes  interrupciones si estamos trabajando y esa sensación inevitable de “culpa impuesta”  de  sentir que se les “abandona” por darle prioridad de sostener el trabajo*para las que tenemos ese privilegio.

Dentro del tanto que hacer me he dado cuenta que me estaba olvidando de mí, que de pronto esa carga me pesaba en el cuerpo, que ahora entendía las violencias hacia las niñas y niños muchas veces encausadas en el enojo y la frustración, esas que las mujeres cargamos debido a los roles impuestos socialmente.

Ahí rescato la frase “Sin embargo aunque una mujer esté muerta de cansancio, por culpa de sus lamentables luchas, cualesquiera que éstas sean, y por muy grande que sea su hambre de alma, tiene que planear la fuga  y esforzarse por seguir adelante”  Clarissa Pinkola Estès –Mujeres que corren con lobos.

Es esencial llorar y quejarse lo necesario en estos días del confinamiento y todo lo que conlleva, existen circunstancias distintas para todas, todos, todes. Cuando ejercemos la maternidad solas o acompañadas, cuidando a otro ser humano es difícil estar ser serena, atender las demandas y exigencias para atenderles, por lo tanto es complicado ser paciente con lo que en otros momentos se podrían negociar, así que es normal que nos cueste.

No olvidar respirar profundo, con respecto a las cosas que se deben hacer, a cada día lo que se pueda, colocar en orden de prioridad, establecer rutinas.

Pedir ayuda a nuestras redes y delegar tareas a las crías en las labores domésticas, es importante que en nuestro pequeño  territorio no se repliquen patrones patriarcales, que nos sobrecarguen,  hacer las cosas de otra manera  nos dará un poco de oxígeno. Este es un momento difícil y es normal perder  la paciencia,  el control. RESPIRA, esto pasará, saldremos adelante y claro que se puede, aunque sea llorando, porque eso también es poder darnos el permiso de sentir.

Ladys , Ladys ,Ladys,  la súper mujer,  es y será la que construimos lejos del patriarcado, les abrazo de forma colectiva, respiremos  y vivamos  un día a la vez.

Dedicado a mi gran amiga Natalia, a la red hermosa que ha evitado que me quebrante en estos momentos  y en especial a por la capacidad de ser Resiliente. Darme Permiso, Ser  Paciente y Resolutiva.