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Sonia Gutiérrez Raguay: “la política la tenemos que hacer de manera distinta y yo no voy a compararme con lo que hacen los hombres”

Fotografía: David Toro

Sonia Gutiérrez Raguay de 38 años, maya poqomam originaria de Palín, Escuintla, hija de María Patrocinia Raguay Hernández y José Atanacio Gutiérrez López. Es licenciada en ciencias jurídicas y sociales, abogada y notaria, graduada de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC). Actualmente, estudia una maestría en derechos humanos en la Universidad Rafael Landívar (URL). Menciona que desde que entró a la universidad, tenía dos orientaciones de carrera, la que eligió y trabajo social, pues siempre se ha interesado en lo social y humanista.  

Se describe a sí misma como una persona inquieta que siempre quiso hacer cosas diferentes, pues empezó desde joven a cuestionarse por qué no había participación, por qué los pueblos han sido relegados en ciertos espacios. Cuenta que, desde los 12 años, empezó a cuestionar por qué no usaba el traje ni hablaba su idioma originario, tanto ella con sus hermanos, empezando a comprender la sociedad en la que se vive. «Mi papá nos decía que no quería que habláramos poqomam para no ser discriminados en la escuela. Tenía un primo en la escuela que era discriminado por eso, se sentía ese racismo y la discriminación. Aprendí el idioma, le pedí a mis papás que me hablaran en el idioma porque yo quería aprender a hablarlo». Algo que no le gusta de sí misma, que es muy paciente, pues se considera alguien no conflictiva pero que a veces esa pasividad que de alguna manera tiene, no es positiva.

Desde joven, participa activamente en la política, pero la política partidista fue muy posterior, hace aproximadamente 10 años. Su caminar ha sido en espacios como  la Comisión Presidencial Contra la Discriminación y el Racismo (CODISRA), embajadora de la Buena Voluntad de la Cultura Poqomam; Socia y Subcoordinadora del Concejo Consultivo de la Asociación de Mujeres Mayas Moloj (2013-2017); Fundadora y Presidenta de la Asociación de Mujeres Ixq´aniil Pa´laqha´ (2012-2014); Representante de Pueblos Indígenas ante el CODEDE de Escuintla (2013-2014); Delegada del Ministerio de Cultura y Deportes ante el Concejo Nacional de la Niñez y Adolescencia (2010-2011). También desempeñó el cargo de presidenta de la Asociación de Abogados y Notarios Mayas de Guatemala (Nim Ajpú), en el período de 2016-2018. En las elecciones generales de 2015 fue candidata a alcaldesa con el Movimiento Winaq en el municipio de Palín, Escuintla, según una publicación del Movimiento Político Winaq. «Logramos varios esfuerzos colectivos con las mujeres. No éramos muchas, pero pocas con deseos de querer aportar algún beneficio a la población y luego ya con organizaciones de carácter nacional», explica Sonia.

Actualmente, es diputada en el Congreso de la República, jefa de Bancada, secretaria general del Movimiento Político Winaq y secretaria de la Comisión de Pueblos Indígenas. A pesar de tener una agenda muy ocupada, el viernes a las siete de la mañana, entrevisté a Sonia a través de una llamada telefónica, mientras se conducía a Chiquimula, en donde tendría algunas reuniones con  organizaciones, e iría a realizar trabajo de fiscalización en áreas de salud en Jocotán y Camotán.

¿Qué ha sido lo más difícil a lo que se ha tenido que enfrentar en la política?

Al principio fue un choque tremendo, por la imagen que tenemos de un político: que el político es ladrón y corrupto, ese es el concepto que se tiene. Primero, yo me decía “yo no quiero ser así”, pero tuvo mucho que ver al partido en el cual yo me identifiqué, pero sí fue un choque. (…) Pero también, sabía que la única forma de alcanzar un espacio de toma de decisión era esa, o armar un comité cívico desde lo local, que es otra forma de participar, pero en esos espacios hay limitaciones, no tiene expansión a nivel nacional ni departamental. Otra cosa que me ayudó fue consultarlo con los amigos y familia para ver qué pensaban, hice un ejercicio de consulta porque al final una no está sola, después de un ejercicio de consenso dije “bueno, ya es hora de que demos ese esfuerzo, has estado en esto, has estado en lo otro y tengo que desembocar toda esa energía y esa visión propositiva”, entonces logramos tener un espacio de toma de decisión. 

Empecé en lo local, con una candidatura a la Alcaldía Municipal de Palín en 2015 y tuve una muy buena experiencia, quedamos en una posición muy importante con un cuarto lugar y los partidos que estaban adelante sabíamos por qué habían ganado. Pero la gente logró entender que éramos una propuesta interesante y me siento muy contenta del trabajo que hicimos, los pocos que estábamos teníamos la seguridad política de hacia dónde nos estábamos orientando.  

En ese ejercicio político tuve un momento difícil, una vez un compañero me decía “ser político es ser agresivo, un político tiene que hablar duro, tiene que gritar, tiene que imponer”, ¡así!, pero “así como sos tú, no”, y para mí fue muy duro porque fue un compañero y no se sentía cómodo porque decía él que no estábamos haciendo lo que hacen los políticos, entonces fue para mí tremendo. Yo le contesté “esa es la forma política tradicional, tú me estás diciendo que yo tengo que ser como ese macho que tiene que gritar”, ¡no!, le dije yo, “aquí la política la tenemos que hacer de manera distinta y yo no voy a ponerme a compararme con lo que hacen los hombres en la política, jamás. Porque precisamente esa es la perspectiva diferente que nosotros llevamos”. Fue un momento difícil, ahora que estuvimos en esta candidatura, se volvió a acercar y entendió. Son momentos muy difíciles que una mujer tiene cuando hace ejercicio político. 

Como secretaria  general del partido  Winaq  y jefa  de bancada,  ¿cómo ha sido estar al frente de una bancada y ser tomadora de decisiones?

Creo que ha sido un ejercicio muy importante el que hemos hecho, yo en el puesto de jefatura en la bancada, no me siento que yo únicamente soy la que tengo que decidir. Tengo la claridad del partido desde el momento que fui electa como la secretaria general hace tres años y ahora como jefa de bancada, de la búsqueda de consensos. En estos espacios he notado las confianzas que se tienen que ir ganando desde las bases, las estructuras, de haber asumido un cargo nacional porque es una labor que tienen los partidos políticos: la representatividad con la cual nosotros también tenemos que actuar, sobre todo ahora que somos diputados, hay una responsabilidad con los electores que depositaron su confianza. Es una filosofía del partido, nosotros somos el producto de un esfuerzo colectivo, no llegamos solitos y yo lo valoro mucho.

Al ser jefa de bancada, soy quien tiene que responder, no a los integrantes de mi bancada, tengo que responder a un partido, a los electores y a los 18 millones de guatemaltecos que nos están viendo, y aunque no votaron por nosotros, al final somos sus representantes. Para mí ha sido importante el ejercicio, nos debemos al esfuerzo colectivo. 

Fotografía: David Toro

Hablando de las relaciones interpersonales con otros diputados y bancadas en el congreso, ¿cómo explicaría la forma de dirigirse o debatir con usted?

Dentro los ocho meses de trabajo que hemos estado haciendo, no cabe duda que está muy impregnado el patriarcado. Eso es algo que yo experimento mucho. Hay un espacio dentro del Congreso donde se supone que tenemos que ir consensuando, buscando acuerdos políticos como lo es con los jefes de bloque, se percibe allí eso. 

Hay dos experiencias recientes que he tenido ahorita. Una, cuando hicimos la propuesta sobre retomar en la agenda legislativa la ley de las comadronas, decían que había que llevarse a una mesa técnica y yo no me aguanté y le dije “bueno presidente, cómo vamos a hablar de llevarla a una mesa técnica si esto ya está agotado, ya se hicieron mesas técnicas. Aquí lo que sucede es que como es un tema de mujeres y de indígenas en su mayoría, hay discriminación y racismo”, y él se enoja y me dice “no me venga con discursos de esos, diputada”. A ellos les incomoda cuando uno les dice las cosas, no les gusta escuchar, pero esa es la verdad. 

Luego con otra iniciativa, la Ley de Desarrollo Económico de las Mujeres, viene el diputado Aníbal Rojas y dice “ahí hay cosas escondidas de educación sexual”, y uno piensa, que mientras esas posiciones están ahí dentro de ese espacio, denota el pavor a los temas de mujeres, de pueblos indígenas… y ese es el Congreso que tenemos, lastimosamente. De 19 jefes de bloque, solo estoy yo y Vicenta, y como subjefe de bancada la compañera diputada Ligia Hernández de Semilla, de ahí no vemos a otras compañeras en esos puestos. Hay una gran impotencia cuando nos encontramos con esas expresiones y esa es nuestra interrelación con ellos. No hay más interacción que seguir desmeritando el trabajo y las propuestas, pero sí algo ya comprendimos es que todo lo que venga de nuestras bancadas, ellos siempre le van a colocar una estigmatización de izquierda y de comunismo y no es así. Hablar de mujeres, de derechos, de pueblos, de la diversidad sexual, son derechos humanos, pero ellos todo lo orientan a una cuestión ideológica.  

Bajo su propia percepción, ¿cuál es su lectura con relación al machismo en el congreso?

Es bien hostigante el ambiente, pero decimos nosotras con las otras compañeras como Vicenta y Ligia, “hagamos nuestro esfuerzo, porque con estos machos es bien difícil, pero toca”. Estamos ahí y toca enfrentarlo. Esa es la realidad con la que nos topamos, con ese pensamiento conservador y que no es nada progresista sobre todo en tema de derechos humanos. 

A veces, en las sesiones del Congreso se escuchan abucheos y burlas cuando algunas diputadas o diputados hablan, ¿cómo la hace sentir eso?

Lo hemos hablando con varios diputados y diputadas y es un ambiente en donde hay poca tolerancia, ellos no tienen un margen de respeto hacia los demás. Yo veo que como el oficialismo y quienes están a su lado, tienen el control, ellos son los que deciden y lo saben, a los bloques minoritarios y de oposición, porque no a todos los bloques minoritarios los tratan así. Por ejemplo, dos bloques pequeños que no son de oposición como Todos, donde está el diputado Alejandro de León, Prosperidad Ciudadana donde está el diputado García, ellos no son tratados como somos tratados nosotros. A nosotros nos limitan si es que nos dan la palabra, porque en muchos casos no nos la dan. Hubo una acción en donde fuimos un montón de diputados a pararnos en frente porque llegó un momento en el que no se nos estaba dando la palabra y lo estábamos pidiendo varios, por eso hicimos esa reacción inmediata. A mí, por ejemplo, cuando estaba razonando voto por aquella ley del plátano, me cortaron la palabra porque ya no había quorum, Sofía Hernández que estaba dirigiendo esa sesión cortó la palabra y ya, que no había quórum cuando no se había verificado el quórum, pero se cierra la sesión, y así ha pasado en varias ocasiones con otros diputados y diputadas.

¿Por qué nos hacen eso a nosotros? Porque somos oposición, minoría y a ellos no les agrada lo que les decimos. En este congreso, lo más lamentable es que vamos a volver a tener una junta directiva intolerante, autoritaria y que para nada busca el diálogo y llegará hasta ese extremo. Es muy lamentable la forma en que ellos actúan y ahora con 107 votos que entre “lograron”, yo estoy segura que no va a cambiar porque son antidemocráticos totalmente. 

¿Y el racismo?

Lo seguimos viviendo en todos los espacios políticos, académicos, y el Congreso no es la excepción. ¿Por qué digo eso? Porque cuando se han emitido leyes o propuestas en materia de pueblos indígenas, no encontramos mayor avance. Hemos hecho algunos esfuerzos por ejemplo con la bancada, en impulsar lecturas para que avance alguna legislación en materia de pueblos indígenas, pero no. Yo lo que encuentro ante esa resistencia, hay un tema muy profundo, el racismo que no permite que avance una agenda más progresista y más en representatividad de todos los sectores. Todo eso, es la expresión misma del racismo. 

La salida de Aldo Dávila de  Winaq

Recientemente, trascendió la noticia de la salida de Aldo Dávila, como diputado de la bancada Winaq. Sonia Gutiérrez, como jefa de Bancada y Secretaria General del Movimiento Político Winaq, figura un papel de liderazgo y de decisión dentro de la bancada, pero comenta que la decisión de aceptar la salida anunciada de Aldo, fue colectiva y bajo el análisis del partido. Comenta que las diferencias entre la bancada en general con el diputado, no tenían nada que ver con su trabajo de fiscalización, y que siempre se sintieron contentos por ese liderazgo que se ha ido ganando y que había confianza hacia él.

Gutiérrez comparte que empiezan a haber diferencias desde el momento de transición en donde tuvieron reuniones bastante breves para empezar a construir y ponerse de acuerdo con la agenda de la bancada, destaca que el problema central empieza a ser la actitud impulsiva del diputado y su forma individual de trabajar, hace énfasis en que como bancada debían trabajar siempre de forma conjunta. Menciona, “hubo una noche en la que me escribe el comunicador social “mire diputada, usted sabe qué iniciativa va a presentar el diputado mañana a las ocho, porque me mandaron esto, pero yo no estoy informado”, entonces le pregunto en un chat donde estamos los cuatro diputados de qué se trataba la iniciativa, “cuéntenos de qué se trata porque quiero saber, para que al menos cuando a mí me pregunten de qué se trata la iniciativa, yo quiero saber. No queremos salir en la foto, solo tenemos que compartir la información», explica Sonia que fueron sus palabras hacia Dávila, pero él las interpretaba como un ataque.

Agrega que considera que era trabajo importante el que Aldo estaba haciendo, pero no sabía comunicarlo al resto de la bancada. Las dos últimas acciones: la interpelación y la reunión que tuvo con el Centro de Gobierno, son las que nuevamente causan diferencias. Comenta que fue indignante para ella y el resto de integrantes de la bancada, ver el trato “complaciente con el director del Centro de Gobierno, nos generó dudas y las planteamos a nivel de partido”.

Con respecto a que Dávila ya no forma parte de la bancada, existen varias versiones. Él realizó una conferencia de prensa donde indica que jamás renunció a la bancada y que se entera de su salida a través de los medios, ¿cómo se da su salida de la bancada?

…Las últimas actuaciones que pudimos notar nos llevan a hacer un llamado de cordura haciendo esos planteamientos y ahí está la primera carta que publicamos para que mejorara, ese es el espíritu de la primera carta que le mandamos. Queremos nosotros orientar nuestro trabajo hacia los principios que tenemos como partido, un partido que ha ejercido su trabajo de manera transparente, un partido que ha denunciado, pero él no lo tomó bien.  
 
Hasta que nosotros tuvimos que tomar decisiones profundas después de todo un proceso colectivo de toma de decisión. Él en declaraciones públicas y en su carta nos decía que él no es afiliado, que no es del partido, ni de la bancada y que no va a seguir lineamientos, es decir, que él va a seguir haciendo lo que él quiera. Entonces, que siga haciendo lo que él quiera, pero no como integrante del bloque. (…) A nosotros nos da pena que nos pregunten qué está haciendo y no saber, es importante que sepamos; en el fondo yo lo que creo es que hay un tema que no logramos coincidir, que él tiene una visión muy individualista a su manera y con nosotros no es así, hacemos un trabajo de consulta y de decisión colectiva y creo que eso chocó.  
 
Ha actuado con mucha prepotencia siempre y hubo un momento en el que golpeó algún esfuerzo de las mismas compañeras, el machismo tampoco voy a decir que no lo hay, está impregnado en todos. Después de agotar el diálogo, siempre tratando de armonizar nuestro trabajo y queriendo hacer las cosas de manera conjunta, nunca vimos respuesta en relación a ello, por lo tanto, tuvo que trascender a nivel de partido, a nivel institucional (…). Yo tuve la última comunicación con él y me decía “nunca me dijeron que me tenía que afiliar”, y yo le expliqué que no, que el derecho de afiliación lo tiene cualquier persona y si él se sentía también con la idea de construir este proyecto él podía afiliarse, pero nunca lo obligamos. Lo invitamos a que fuera candidato y que construyera con nosotros este proyecto político.  
 
 (…) No sé si es un tema de celo o protagonismo, pero hubo un momento de choque hacia mí, como mujer, por estar al frente de él, yo lo invitaba a presentación de iniciativas de ley y no llegaba, no sé si creía que le robábamos show, a sus actividades no nos invitaba. (…) No sé si por que seamos un partido donde la mayoría sean indígenas, donde están en frente las mujeres, pudimos sentir también un trato despectivo, como decimos “lo racial y lo patriarcal está inmerso en todos los ámbitos”, es bien difícil controlar todo ello, le costó mucho tolerar. Él mismo lo decía, que la comunidad LGBTIQ+ ha sido discriminada, igual que los pueblos, y creo que teníamos una lucha en común pero no hubo un punto de encuentro. 

¿Es irrevocable la decisión de que Dávila ya no integre la bancada?

(…) Esta decisión es colectiva y vamos a respetar esa decisión, yo como jefa de bancada y secretaria general no actúo sola. No hay marcha atrás, pero lamentamos mucho que hayamos llegado a este extremo porque creemos que hay que seguir haciendo esfuerzos colectivos, es contra sus acciones la decisión, para nada contra la diversidad sexual, para nada. 

¿Cuál es su lectura sobre las críticas que ha recibido la bancada con la salida de Dávila?

Lo que nosotros hemos identificado es que la percepción de la gente es que lo expulsamos, que lo sacamos, que no estamos de acuerdo con su trabajo de fiscalización, pero detrás de todo esto hay algo, no toda la información le llega a la gente. Lo más inmediato es lo que los medios de comunicación resaltan, el sensacionalismo es lo que atrae, lo que se publica, hubo un medio que dijo “expulsaron a Aldo Dávila”, sin entender y eso es lo que se genera en las redes sociales. Hay un cúmulo de situaciones que tuvimos con él y eso a veces no se comprende mediáticamente.

Fotografía: David Toro

Muchas personas muestran una crítica por la “fragmentación de los partidos de oposición” y que, por otro lado, el oficialismo se fortalece por ejemplo con la nueva Junta Directiva del Congreso, ¿usted qué diría sobre eso?

La verdad es que sí lo veo con suma preocupación, de todo el contexto nacional que estamos enfrentando. Lo empezamos a notar desde el 14 de enero de este año, cuando se conformó la Junta Directiva. Hicimos un esfuerzo de presentar una planilla interna, dentro de este proceso y no tuvimos los votos necesarios, ellos ganaron y desde ahí creo que empezó todo. Pero, ellos tuvieron momentos débiles durante estos ocho meses dentro de la pandemia porque sí los tuvieron, esa alianza que ellos habían tenido se les desestabilizó, pero ahora el haber llegado con 107 votos, me preocupa porque se fue consolidando esa alianza. Estando adentro, veo que ellos, en su mayoría partidos de derecha, se van consolidando con un interés en común y el interés es tener sus cuotas de poder para poderse beneficiar los mismos diputados y los mismos partidos políticos, que significa que solo están consolidando intereses partidarios, pero no vemos una perspectiva de agenda legislativa, en mi opinión hemos retrocedido con desestabilizar esa alianza, ellos son fuertes ahorita. Lastimosamente, han logrado cooptar a esos 107 diputados con ofrecimiento de proyectos y si no logramos durante este año, lograr tener una agenda legislativa más progresista, lo veo difícil para el próximo año.