Sandra Torres ganó votos en territorios abandonados que urgen ayuda
El 20 de agosto, 4 millones 208 mil 985 personas ejercieron su voto en la segunda vuelta de las Elecciones Generales 2023, según datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE). En ellas, la candidata Sandra Torres del partido Unión Nacional de la Esperanza (UNE) obtuvo el segundo lugar en la contienda por la Presidencia de la República en su tercer intento por llegar a esta posición. Únicamente ganó en 5 de los 22 departamentos en Guatemala bajo la promesa de crear proyectos de asistencia social.
Un día después de la segunda vuelta electoral, la socióloga Arlen De León conversó con algunas mujeres de San Juan Chamelco, Alta Verapaz, lugar de donde es originaria. Todas manifestaban tristeza por la derrota de Sandra Torres en la segunda vuelta electoral. “Lo veían como una pérdida, porque dijeron que ella ya les había prometido que tendrían los programas sociales que todavía recuerdan. Hay un recuerdo muy fuerte en los imaginarios colectivos sobre Sandra, como todo el mundo dice: “robó, pero ayudó”. Aquí las mujeres la recuerdan como alguien que las ayudó a ellas y a sus hijos e hijas”, explicó Arlen.
Durante el gobierno de la UNE (2008-2011), Sandra Julieta Torres Casanova ocupó el cargo de primera dama por estar casada con el entonces presidente Álvaro Colom. En este puesto, lideró diversos programas de asistencia social como Mi Familia Progresa, donde las madres de familia fueron capacitadas en el uso del dinero, Bolsa Solidaria, Escuelas Abiertas y otros. Esta labor la hizo reconocida entre los sectores más vulnerables de la sociedad guatemalteca.
En San Juan Chamelco, Torres obtuvo el 67.04% de los votos el pasado 20 de agosto. A nivel departamental, obtuvo 201 mil 343 votos, que representan el 63.8% del total. Únicamente perdió las elecciones en dos municipios de Alta Verapaz: en la cabecera, Cobán (donde Movimiento Semilla obtuvo el 53.97%) y en Santa Cruz, donde el 51.75% de quienes votaron eligieron al binomio de Karin Herrera y Bernardo Arévalo.
Alta Verapaz es uno de los cinco departamentos ganados por el binomio de Sandra Torres y Romeo Guerra. También resultaron ganadores en dos de los departamentos de la región nororiental del país: Zacapa (56.58%) e Izabal (54.22%). Además, obtuvieron la mayoría de votos en Quiché (54.76%) y Petén (50.12%), departamento del que la candidata es originaria.
Estos departamentos, aunque pertenecen a distintas regiones, poseen características socioeconómicas similares.
Cinco departamentos con alta pobreza
La población de cada uno de los departamentos ganados por la UNE varía. En Izabal (70.44%), Zacapa (97.40%) y Petén (69.31%), la mayoría de las personas se identifican como ladinas, según el Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicado en 2018. En contraste, Alta Verapaz con presencia maya Q’eqchi’ y Quiché con maya K’iche’ son territorios casi exclusivamente de población indígena, pues las habitantes que se identifican con alguno de esos grupos etnolingüísticos representan el 92.95% y 89.89% del total de la población.
Pero todos los departamentos poseen una similitud: sus altos índices de pobreza. Según la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) realizada por el INE en 2014, los índices de pobreza de Alta Verapaz y Quiché son de 83.1% y 74.7%. Esta es la realidad de diversas familias indígenas en la región. Por otro lado, en Zacapa Izabal y Petén, el 55.9%, 59.9% y 60.8% de la población vive en pobreza, respectivamente.
Las condiciones de vida y la pobreza son definidas por las condiciones estructurales de cada departamento. Por ejemplo, la situación en Alta Verapaz es determinada por la marginación y el despojo histórico al que el territorio ha sido sometido como producto de sus tierras fértiles y su biodiversidad, según Arlen De León. “Es muy codiciado por los grandes capitales y ha sufrido con esta última ola de despojo, extractivismo, los monocultivos de caña de azúcar y palma, las hidroeléctricas y la minería. Esto se sostiene a partir del despojo del territorio y los bienes culturales de las comunidades indígenas, pero también del trabajo en condiciones de sobreexplotación a la población que viven estas comunidades”, señaló.
Desnutrición crónica en los territorios
La seguridad alimentaria de todos los departamentos ganados por Sandra Torres está en riesgo. La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) realizada por el Gobierno de Guatemala y el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) en mayo del 2023, clasificó a Alta Verapaz y Quiché en fase de crisis. En junio, Izabal, Petén y Zacapa fueron agregados a esta lista. Según el informe, como producto de ello, se espera una “tendencia al aumento de casos acumulados de desnutrición aguda e infecciones respiratorias agudas”.
Pero la desnutrición crónica en estos territorios ya se encuentra en una situación alarmante. Según el boletín sobre la Situación epidemiológica de la Desnutrición Aguda (moderada y severa) en menores de 5 años del Ministerio de Salud y Asistencia Social (MSPAS), del 1 de enero al 17 de junio del 2023, el sistema de salud atendió 336 casos de esta enfermedad en Zacapa. En los otros departamentos, las cifras son aún mayores: Izabal registró un total de 407 casos, Petén, 476 y Quiché, 610. En Alta Verapaz, las cifras alcanzaron los 1 mil 143 casos.
En total, el binomio presidencial de Sandra Torres ganó 155 de los municipios de Guatemala. Algunos de ellos no pertenecían a los departamentos donde también fueron ganadores, como lo es Jocotán en Chiquimula. Según Sofía Letona, directora de Antigua Al Rescate (AAR), organización que trabaja en dicha comunidad, solo algunas aldeas de Jocotán tienen acceso al agua, pero nunca potable. “A veces también un poco de acceso a la luz. Las carreteras son de terracería y las casas de adobe, ramas y a veces láminas. No hay piso de cemento, no hay baños y generalmente, la gente vive como “montaña arriba” o “montaña abajo”. A veces, a la orilla de los ríos”, explicó.
La victoria de la UNE: programas de asistencia social
El 24 de agosto, el Mirador electoral denunció al partido UNE por coacción al elector. Esto, debido a que se tuvo conocimiento de al menos 45 hechos donde vales y bolsas de alimentos se entregaron al electorado a cambio votar por Torres. Según Arlen De León, en estas comunidades, “las poblaciones no son solo acarreadas o están pensando solamente en su lámina. En realidad, están pensando en lo que se necesita al día, no están pensando en el futuro porque no hay esa aspiración, lo inmediato es sobrevivir. Con lo que se tenga, alcanza: la libra de arroz, frijol o maíz que me están dando en este momento y solventa mi problema que es más urgente y necesario que pensar en si quiero no que siga la corrupción”.
Además, en estas comunidades, Torres también es recordada por los programas de asistencia social que lideró durante el gobierno de la UNE. Bajo la consigna de “mamá gobierno”, la excandidata prometió recuperar iniciativas como la Bolsa Solidaria, de ser electa. Para la politóloga Gabriela Carrera, esta campaña fue basada en promesas fluctuantes que cambiaban según las necesidades del territorio que el partido visitaba. “Fue, sobre todo, una campaña, que también tenía que ver con una forma muy populista”, señaló.
En distintas regiones, como en el Oriente del país, existen casas pintadas con el logo del partido recordando su paso por el país cuando gobernaron, según Sofía Letona. “No recuerdan a la UNE reciente dividida, sino a la UNE original y todos sus programas sociales”, explicó Sofía Letona.
Según Sofía, hay personas en la región Oriente que nunca se enteraron de que la UNE se dividió. “Toda esta gente no está votando por Sandra o por el partido, sino por la idea de la UNE que tenían cuando estaba Álvaro Colom o cuando fue creada. Toda esta gente recibió de algún bono, canasta o bolsa y tienen la esperanza, bajo la promesa de la gente que coordina el partido en la comunidad, de recibirlo de nuevo en el momento en el que ella ganara”, señaló.
Las autoridades municipales
Una parte fundamental de la victoria de la UNE fueron las y los actores de las estructuras del partido a nivel municipal. Pero también con aquellas que, sin ser parte de la organización, apoyaron la candidatura de Torres. “Es necesario comprender en cada municipio quién quedó de alcalde, quién es el alcalde actual y quiénes son los diputados electos”, señaló Gabriela Carrera.
En algunos territorios, fue el alcalde quien aseguró la victoria de la UNE. “En Alta Verapaz, donde el 92.95% de la población es indígena, el partido que desee comunicar o llegar a la población, tiene que hacerlo en su idioma y a través de los liderazgos locales que estaban fuertemente coptados por la UNE”, señaló Arlen De León.
Una mirada al futuro
El 28 de agosto, el TSE oficializó los resultados de las elecciones y proclamó al binomio del partido político Movimiento Semilla como el ganador. Karin Herrera y Bernardo Arévalo asumirán el Organismo Ejecutivo el 14 de enero del 2024 y, desde allí, deberán atender problemáticas estructurales que Quiché, Alta Verapaz, Izabal, Petén y Zacapa enfrentan. “Se deben pensar en procesos y a largo plazo, no es algo que se pueda mitigar solamente con una acción. Es el aparato institucional y administrativo el que debe responder a estos problemas”, señaló Gabriela.
Estos problemas son resultados de décadas de indiferencia estatal. “No siempre se puede arreglarlos en cuatro años o de manera urgente. Será importante definir cómo se hace presencia y cómo se comienza a trabajar en estos territorios, sabiendo que es un trabajo a largo plazo. Entonces el punto de partida es el gran desafío del próximo gobierno en estos departamentos”, finalizó la politóloga.