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Reflexiones y debates críticos sobre autonomía(s) para las mujeres

Fotografía: Estuardo Tunche

La propuesta del ingreso ciudadano, ¿qué es?

El Ingreso Ciudadano (IC) o Renta Básica Universal (RBU) es una política económica de protección social, que consiste en el pago individual, incondicional y universal a cada persona por el hecho de ser ciudadana de un Estado. Es decir que el Estado le entrega a cada persona, desde el nacimiento, una suma monetaria vista como parte del derecho a un ingreso para las personas que contribuye a su autonomía económica.

El tema de la autonomía o independencia económica ha sido relevante para las mujeres desde distintos puntos de vista, por ejemplo desde la literatura, Virginia Woolf expresó que para escribir novelas las mujeres necesitan “una habitación propia y quinientas libras al año”. Esta frase se ha interpretado como la representación de independencia personal y económica.

Por otra parte, los análisis feministas acerca del trabajo de cuidados evidencian algunos factores: primero, que se toman como trabajos no remunerados o no se reconocen como un trabajo. Todo lo relacionado al ámbito doméstico y el cuidado es asumido socialmente como las tareas naturales de las mujeres. Asimismo, se analiza cómo este tipo de trabajos, aún siendo fundamentales para el sostenimiento de la sociedad, son infravalorados en comparación de otros trabajos del ámbito público.

En la investigación de Oxfam y Paraíso Desigual Ingreso ciudadano ¿una contribución a la autonomía económica de las mujeres en América Latina? que será presentada el próximo 22 de julio, la investigadora feminista boliviana Flavia Marco Navarro analizó los diálogos entre las propuestas por la renta básica universal (RBU) o Ingreso Ciudadano y las teorías feministas, especialmente en cuanto al tema del trabajo de cuidados. En este, se concluye que las propuestas sobre ingreso ciudadano pueden contribuir a la autonomía económica de las mujeres, siempre y cuando este no se vea como una remuneración del trabajo de cuidados y, además, esté acompañado de servicios públicos eficientes y fuertes.

Existen visiones críticas sobre los conceptos tanto de autonomía como del papel del Estado en la vida de las mujeres desde los territorios de Guatemala. Para ello, conversamos con María Jacinta Xon, desde Chichicastenango, Quiché.

Reflexionando sobre autonomía para las mujeres: el concepto y sus debates

Conversando con María Jacinta Xon, el concepto de autonomía puede ser problematizado desde que esta se entiende como un valor individual. María Jacinta dirige el proyecto de investigación y gastronomía Tux, Cocina, Arte textil y el restaurante Proyecto Tux, Cocina Gourmet de Origen en Chichicastenango, Quiché.

– Tux significa retoño, hembra en el caso de algunos animales, en ch’orti’ tux es vagina. Trabajamos con lo que llamamos ciencia de las mujeres, que es todo el conocimiento y también hacemos teoría.

Sobre el concepto de autonomía, ella analiza las contradicciones que pueden encontrarse y los equilibrios necesarios entre la capacidad de tomar decisiones y ser autosuficiente, con las redes de apoyo necesarias para la sostenibilidad de lo colectivo y de la vida.

-Yo creo que es muy cuestionable al mismo tiempo que puede ser interesante. Yo creo que el problema es si partimos de la idea capitalista de la individualidad, y que finalmente no escapa la teoría feminista de esta idea de individualidad.

En este aspecto, entra cómo problematizar el sentido de la autonomía, si se parte desde un discurso o desde la experiencia de las mujeres. En ese sentido, María Jacinta describe el uso capitalista y discursivo del concepto de autonomía

-La autonomía, en sentido estricto de decir “yo hago todo” es una idea absolutamente capitalista donde estás sola en el mundo y trabajas para ti, lo podemos aplicar a la autonomía emocional y otros tipos donde hay una serie de contradicciones y argumentos interesantes. Pero yo creo que también es una palabra que se puede convertir en elementos cuando se le da el sentido discursivo es cuando se pierde el sentido de muchos términos.

Partiendo de la experiencia personal, se puede llegar a entender la autonomía o la capacidad de pensar por sí misma, tomar decisiones y trabajar en equipo.

– Creo que sí tiene mucho que ver con desde dónde, quién y para qué hace sentido y cómo lo viven las mujeres. Yo por ejemplo vi a mi madre, una persona bastante dueña de sus ideas y de sus acciones pero que también podía trabajar en equipo, y su entorno familiar eran muy importantes. Entonces la idea de autonomía iba más sobre la libertad de pensamiento y en función de que también es bueno para el resto del entorno. Entonces ese tipo de autonomía es más interesante, eso de ser autosuficiente y saber compartir las tareas.

En cuanto a la autonomía económica, se pueden analizar algunos aspectos que entre los análisis de María Jacinta se posiciona con una visión crítica de los conceptos que se han instalado en el lenguaje predominante también dentro de los movimientos sociales, por ejemplo el empoderamiento, la autonomía y la libertad. En este sentido, resulta importante repensar en qué momento se diluye el contenido de estos y se convierten en discursos que subestiman las resistencias cotidianas de las mujeres.

– Creamos teoría porque finalmente también pasa que cuando una está en estas lógicas de “empoderamiento” de mujeres una termina repitiendo esos discursos de liberación que son tan poco realistas a nuestras situaciones y que terminan subestimando las resistencias de las mujeres en estos espacios. Por eso también con este proyecto ha dado la posibilidad de repensarnos eso que se entiende como libertad, como empoderamiento y demás. ¿Realmente es algo que va a aportar a la vida de las mujeres o es otra forma civilizatoria y poco realista?

Sobre esto, también la experiencia personal e intergeneracional tiene mucho que ver con las alternativas de vida para las mujeres

– Por ejemplo, mi mamá, que no terminó ni tercero básico, sí que pudo comprar casas, terrenos, viajó por el mundo. Entonces a veces nuestras ideas de éxito están permeadas por ideas falsas. Yo creo que la creatividad es algo impresionante, obviamente también hay una red de apoyo que le permita a las personas tener un capital y desarrollarse.

La ciencia de las mujeres

María Jacinta estudió antropología en la Universidad de San Carlos de Guatemala e historia de la ciencia en la Universidad Católica de Sao Paulo, Brasil. Desde la perspectiva de la ciencia de las mujeres, expone cómo la cotidianidad de las mujeres es constituyente de prácticas científicas, aunque no sean reconocidas dentro de los discursos predominantes.

– Lo que las mujeres hacen en su día a día, tanto en el campo como en la cocina, la comida y demás, tiene más de ciencia que lo que tiene el gran discurso mayanista.

En este sentido, se identifica que para lograr las prácticas cotidianas que forman parte fundamental de la vida, como la cocina, las mujeres construyeron métodos de experimentación, sistematización, recreación, tal como las reglas del método científico. Aunque:

– No estamos hablando del método científico sino de un método específico, por ejemplo las combinaciones químicas que las mujeres hacen en su día a día, desde cocer maíz por ejemplo. El maíz negro, blanco, amarillo, cuánto tiempo de cocción lleva cada uno, cuál es el tratamiento luego de cocerlo, por ejemplo al maíz negro hay que echarle más cal pero hay que quitarle el agua de cal antes de que repose en la noche, al amarillo no, y el blanco es más fácil. Hay una serie de cosas que una no se entera hasta que lo hace, lo vive.

Un ejemplo de estos procesos es la nixtamalización del maíz

– Detrás de la nixtamalización del maíz, por ejemplo, hay una serie de generaciones de mujeres haciendo ciencia, experimentando, sistematizando, repitiendo y transmitiendo la rebeldía de seguir sembrando maíz, que ahí ya es una negociación con los hombres de los entornos.

Los saberes científicos provienen de las experiencias cotidianas y las relaciones sociales, familiares e intergeneracionales de las mujeres

– Es como esas contradicciones que se están mostrando en el camino del hacer, saber, aprender y desaprender en todo el proceso de trabajar en el campo, y no viendo a las mujeres como cositas coloridas, sino desde los saberes que hay y que las mujeres tienen.

Otro ejemplo es el sistema milpa, del cual se basan los ingredientes de las comidas que se preparan en el Proyecto Tux

– Todo el sistema milpa también es otra ciencia que se empieza a entender y a estudiar.

Autonomía y colectividad: dos hilos para tejer

Para María Jacinta es importante analizar la idea de la colectividad, que como explica, en ciertos espacios de los pueblos indígenas hay lógicas de colectividad que funcionan muy bien.

– Cómo funcionan las comunidades, donde la gente tiene beneficios pero todos tienen que trabajar y colaborar, es una idea de cuidado y mantenimiento de la reproducción de la vida en colectivo.

Y en relación con la autonomía, en sentido crítico, podría relacionarse con la colectividad aunque todavía es necesario profundizar:

– Yo sí creo que hay una idea de colectividad que no se ha pensado mucho porque no hemos tenido la libertad de hacerlo, pero también porque de alguna manera quedamos mal con el discurso políticamente correcto.

Y sobre la autonomía, podría entenderse como una cualidad ligada a la capacidad de adaptación

– Autonomía para mi es que las personas puedan desarrollar su pensamiento y su hacer en muchas cosas. Yo sí creo que la autonomía es saber hacer de todo y adaptarse a las circunstancias porque no siempre las cosas van a ser como esperamos. Para mi lo ideal es tener una red de apoyo, pero lamentablemente no es la realidad de todos.

En ese sentido, una autonomía real podría estar vinculada siempre con la colectividad y el apoyo mutuo entre las personas y sus redes

– La humanidad es humanidad cuando es colectiva, cuando no es colectiva hacemos lo que hacemos ahora, destruir todo. La autonomía y la colectividad deben estar en un diálogo y un ejercicio permanente. Debe funcionar conjuntamente, si decimos autonomía como autosuficiencia es individualismo. Si ponemos la idea de colectividad tal cual tampoco funciona porque también hay cosas que no están muy bien en las colectividades. Entonces creo que deben ser dos hilos que deben ir en armonía.

En este contexto, le consultamos a María Jacinta cómo vería una propuesta como la de la Renta Básica Universal, en la cual ve riesgos como el aumento de la corrupción y un enfoque asistencialista que podría no solucionar los problemas estructurales.

– Yo sí creo que lo que hay que mejorar es el sistema de inversión social. Educación, salud, o sea realmente no me sirve de nada tener más dinero si no puedo pagar otros servicios, no hay posibilidad en tener una mejora en el acceso a servicios. Yo creo que el problema en Guatemala es estructural, sabemos cómo funciona la estructura, donde hay familias muy ricas, funcionarios hipercorruptos y gente que necesita sobrevivir.

Todos estos debates son importantes para la toma de decisiones que afectan a las mujeres. Si la autonomía se deslinda de las redes de apoyo o se utiliza como un argumento para quitarle responsabilidades al Estado, es importante analizar las formas de promover una vida libre dentro de relaciones sociales que sean igualitarias.