Por: Valeria González Pérez

Para mí, mujer es sinónimo de historia, lucha y también de resiliencia.

Pese a esto, no tenemos el reconocimiento necesario, por eso este texto, por todas aquellas que luchan en las calles por sus derechos, porque tienen que responder como madres, a las que trabajan de sol a sol, y por las que no tienen miedo de enfrentarse a una guerra silenciosa y permanente contra nuestros cuerpos.
Reflexiono sobre las mujeres que pelean por sus derechos e igualdad de condiciones.

Imaginemos despertar un día y vernos como iguales, en las mismas condiciones. La lucha de las mujeres ha estado siempre en las calles y en el ámbito público.

No ha sido fácil el camino, existen resistencias, espinas del pasado que se mantienen perpetuas, como el sistema que el feminismo ha denunciado: el patriarcado. Los avances, aunque lentos, han sido constantes, y ha sido gracias a las que se organizan. Por esta razón la sociedad hoy es más plural y diversa, pero la oposición a que tengamos una vida plena va en aumento.

Las mujeres no estamos dispuestas a esperar que todo eso se acabe por sí solo, por eso unimos nuestra fuerza, lucha y derechos, estamos con ganas de vivir, de fuerza, de rabia por las que hoy ya no están con nosotras.

Mientras tanto, seguiremos sin descanso trabajando en el empeño de una sociedad consciente y sensibilizada contra la violencia de género.

Si estamos en la puerta de salida de la violencia de género es gracias al fruto de la ruptura del silencio de todas las que han tenido la valentía de hacerlo, ese es el incentivo para todas las demás.